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Empresario acusa a Temer de liderar la mayor mafia

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Bajo asedio. Temer tuvo que salir a responder nuevas acusaciones del empresario Joesley Batista. La situación del mandatario es cada vez más difícil. Foto: Efe.
FERNANDO BIZERRA JR

Joesley Batista dice que le exigía sobornos; la Corte recibe informe policial.

La crisis política se agravó ayer en Brasil con la difusión de una entrevista en la que el empresario que puso al presidente Michel Temer contra las cuerdas desde el mes pasado, lo acusa ahora de ser "el jefe de la mayor y más peligrosa organización criminal del país".

El empresario Joesley Batista, cuya confesión ante la Fiscalía tiene arrinconado al mandatario por un escándalo de corrupción, acusó a Temer en una entrevista publicada por la revista Época de ser el jefe de una peligrosa organización criminal integrada por políticos y que le exigía de manera permanente el pago de sobornos y de donaciones ilegales para campañas electorales a cambio de favores para sus empresas o para dificultar sus negocios.

Según Batista, el grupo era liderado por el actual presidente, por el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que hoy purga condena por corrupción, y por colaboradores cercanos de Temer como los ex titulares de Turismo, Henrique Eduardo Alves —también detenido— y de la Secretaría de la Presidencia, Geddel Vieira Lima, y los actuales ministros de la Presidencia, Eliseu Padilha y de la Secretaría General de la Presidencia, Wellington Moreira Franco.

"Quien no está preso (de los miembros del grupo), está en (el palacio presidencial de) Planalto. Ese grupo es muy peligroso. No se puede pelear con ellos", afirmó Batista en su entrevista a Época.

Sin límites.

El propietario de la empresa JBS afirmó que tomaba cuidado con el grupo porque no quería oponerse "a la mayor y más peligrosa organización criminal del país, que es liderada por el presidente".

Agregó que tampoco podía complacerlos totalmente porque ellos "no tienen límites" para exigir el pago de sobornos por cualquier cosa.

Batista relató que se aproximó a Temer en 2009 y que desde entonces recibió peticiones de recursos por parte del mandatario, con quien dice haber tenido "una relación institucional" ya que el presidente era la vía para "resolver problemas" en sus negocios.

"Creo que él me veía como un empresario que podía financiar sus campañas y hacer arreglos que podrían rendirle coimas", aseguró el propietario de la JBS, quien dijo que Temer lo llamaba cada vez que necesitaba recursos tanto para asuntos políticos como personales.

Agregó que, además de donaciones para las campañas del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), mayor formación del país y liderada por Temer, el presidente también le pedía dinero para campañas de otros aliados, para campañas publicitarias en internet y hasta paga pagar el alquiler de su oficina particular.

"Temer no tiene mucha ceremonia para tratar ese asunto (pedir dinero). No es una persona cuidadosa con eso", dijo.

Afirmó que los pagos eran necesarios porque el grupo tiene poder sobre áreas estratégicas para su empresa de producción de alimentos, como organismos vinculados al Ministerio de Agricultura.

Relató que para los diferentes aportes ilegales a esa mafia tenía dos interlocutores en el grupo, primero el cambista Lucio Funaro y luego el diputado Eduardo Cunha.

Según el empresario, cuando Funaro y Cunha fueron detenidos, el grupo le pidió que les siguiera haciendo pagos mientras estuvieran encarcelados para garantizar que se mantuvieran en silencio.

Agregó que Temer sabía de esos pagos debido a que a cada 15 días enviaba a Geddel Vieira Lima, uno de sus asesores más próximos, para preguntar si estaba todo bien con los pagos y si los dos presos no dirían nada.

"Yo le informaba al presidente por intermedio de Geddel. Y él sabía que yo le estaba pagando a Lucio y a Eduardo. Cuando Geddel cayó (fue destituido también salpicado por un escándalo de corrupción) me quedé sin interlocutor con el Planalto por algún tiempo. Incluso por precaución", afirmó.

Batista regresó a Brasil tras haber abandonado el país por algunos días autorizado por la Justicia por las supuestas amenazas recibidas por su familia.

Investigación.

El empresario, controlador junto con su hermano de la empresa brasileña que era considerada como una de las mayores exportadoras mundiales de alimentos, negó que tenga la intención de establecerse en el exterior tras el acuerdo que negoció con la Fiscalía para delatar a sus cómplices en las corruptelas a cambio de reducciones en sus futuras condenas.

A raíz de las denuncias del empresario, el Supremo Tribunal Federal abrió el mes pasado una investigación contra el jefe de Estado por los delitos de corrupción, asociación para delinquir y obstrucción a la Justicia. Otorgó a la Policía Federal un plazo hasta mañana lunes para presentar el resultado de las investigaciones.

La decisión de la Corte llevó a los partidos de la oposición y a algunos oficialistas a exigir la renuncia del gobernante y generó una grave crisis política.

Los abogados de Batista indicaron que su defendido reforzó el viernes ante la Policía Federal las acusaciones contra Temer. El empresario había entregado a las autoridades una grabación clandestina que implica al mandatario, que en el audio sugiere que Temer dio el aval para comprar el silencio de Cunha. En la grabación, Batista le dice a Temer que todos los meses le daba dinero a Cunha, "para mantener las cosas bajo control", a lo que el gobernante replica: "Tienes que mantener eso, ¿ok?".

Preparan denuncia y Diputados decide.

El jefe de los diputados brasileños, Rodrigo Maia, sostuvo que estudiará suspender el receso parlamentario —está previsto que comience el 18 de julio y termine el 31 de agosto— en caso de que la Cámara Baja tenga que votar un eventual pedido de denuncia contra el presidente Michel Temer, acorralado por sospechas de corrupción.

Según medios locales, el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, está preparando una denuncia contra Temer, la cual podría ser presentada en el Supremo Tribunal Federal en los próximos días.

Sin embargo, la decisión de aceptar o rechazar una eventual denuncia dependería primeramente de la Cámara de Diputados y solo después de aprobarse en el plenario de esa institución por al menos dos tercios de los diputados pasaría al Supremo, que tendría la última palabra.

REACCIÓN.

"Millones de motivos para odiar al gobierno".

El presidente Michel Temer, atribuyó las acusaciones que le hizo Joesley Batista a una represalia por medidas de su Gobierno que frustraron un negocio del acusador.

Temer, en un comunicado divulgado por la Presidencia, afirmó que la decisión de su Gobierno de impedir que Batista trasladara a Irlanda el domicilio fiscal del gigante cárnico JBS le causó millonarias pérdidas y le impidió evadir la Justicia brasileña. "Era un excelente negocio para él, pero pésimo para el contribuyente brasileño. Por causa de esa decisión, la familia Baptista tuvo sustanciales pérdidas en la bolsa de valores y seguía al alcance de las autoridades brasileñas. Tenían millones de razones para odiar al presidente y a su Gobierno", afirmó. Según el mandatario, las acusaciones le permitieron a Batista negociar un acuerdo de cooperación con la Fiscalía que le garantizó el perdón de todos sus delitos, que sumarían "2.000 años de prisión", y salvar su fortuna. "El señor Joesley Batista es el bandido notable de mayor éxito en la historia brasileña. Consiguió enriquecerse con prácticas por las cuales no responderá y mantiene hoy su patrimonio en el exterior con el aval de la Justicia... Obtuvo el perdón por sus delitos y ganó un plazo de 300 meses para devolver el dinero de corrupción que lo hizo billonario, y con intereses subsidiarios", afirmó Temer.

"Le imputa a otros sus propios delitos y preserva a sus reales socios", agregó el gobernante al insinuar que Batista se enriqueció gracias a los negocios que le facilitó el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Según Temer, el grupo JBS obtuvo su primer crédito subsidiado del Gobierno de Lula en 2005 y esa "relación construida con gobiernos pasados" permitió que las ventas del grupo saltaran de 4.000 millones de reales (1.250 millones de dólares) en 2007 a 183.000 millones de reales (57.187 millones de dólares) en 2016.

Temer dijo que adoptará todas las medidas judiciales posibles para defenderse de las acusaciones de Batista.

"El lunes serán presentadas demandas civil y penal contra él. Sus mentiras serán comprobadas y será buscada la debida reparación financiera por los daños que causó. El Gobierno no será impedido de investigar y responsabilizar al señor Joesley Batista por todos los delitos que practicó", concluye.

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Bajo asedio. Temer tuvo que salir a responder nuevas acusaciones del empresario Joesley Batista. La situación del mandatario es cada vez más difícil. Foto: Efe.

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