JORNADA ELECTORAL

Este domingo hay elecciones en Brasil. Se trata de las municipales, que según las encuestas de intención de voto y los analistas, consolidarán el “giro a la derecha” dado en 2018 con la elección de Jair Bolsonaro como presidente.

Esta será la primera vuelta de las elecciones para elegir alcaldes y concejales de los más de 5.500 municipios de Brasil. De acuerdo con los sondeos, la mayoría de las capitales irá a la segunda vuelta, prevista para el 29 de noviembre y necesaria en los casos que ningún candidato obtenga la mayoría absoluta, es decir más de la mitad de los votos válidos.

Varios de los candidatos apoyados por Bolsonaro son favoritos en estos comicios, que “profundizarán un poco lo que vimos en 2018: el avance de los partidos de derecha y centroderecha”, dijo a AFP Oswaldo Amaral, politólogo de la Universidad de Campinas.

La consolidación de un mapa político más hacia la derecha en Brasil, sin embargo, no puede ser leído como un anticipo de la elección presidencial de 2022 ni como una victoria de Bolsonaro, explica Amaral.

Los candidatos respaldados por Bolsonaro en los grandes colegios electorales de San Pablo y Río de Janeiro, por ejemplo, están lejos de los primeros en intención de voto.

En San Pablo, el alcalde Bruno Covas (Partido de la Social Democracia Brasileña, 32%), lidera la intención de voto, seguido por un empate técnico entre Guilherme Boulos (Partido Socialismo y Libertad, 13%) y el periodista Celso Russomano (Republicanos, 12%), favorito de Bolsonaro, según un sondeo de Ibope publicado el lunes.

En Río de Janeiro, en donde Eduardo Paes, excalde y candidato de Demócratas (DEM), lleva la delantera con 33% de la intención de voto, según Ibope. El actual alcalde y candidato de Bolsonaro, Marcelo Crivella (Republicanos, 15%) está en segundo lugar, y la diputada y excomisaria Martha Rocha (PDT, 14%), en tercer puesto.

En Porto Alegre, capital de Río Grande del Sur, la comunista Manuela D’Avila lidera la intención de voto con el 27%.

“Bolsonaro es el primer presidente desde la redemocratización de Brasil que va a unas elecciones municipales sin partido, por lo que será difícil contabilizar si tiene una victoria o una derrota”, explicó Felipe Nunes, politólogo de la Universidad Federal de Minas Gerais.

Bolsonaro ganó la presidencia con el Partido Social Liberal (PSL), el cual abandonó durante su primer año de gobierno. Anunció en seguida la creación de la Alianza por Brasil, que aún no fue oficializada.

Brasil tiene unos 147,9 millones de electores.

Al mismo tiempo que el PSL, que era de Bolsonaro, parece no haberse consolidado como fuerza política, el Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, sigue provocando altos índices de rechazo y, en general sin alianzas con otros partidos.

Golpeado por casos de corrupción, el PT vivió en las elecciones municipales de 2016 la peor derrota electoral de su historia al perder 60,2% de las alcaldías conquistadas cuatro años antes. “A la izquierda le fue muy mal en 2016 y en 2018, y debe continuar mal. No espero un cambio significativo en esa correlación de fuerzas. Por otro lado, las fuerzas alrededor de Bolsonaro están debilitadas. Él no creó un partido porque no quiso, porque es más cómodo (no tener partido) para no exponerse”, opinó George Avelino, profesor de la Fundación Getúlio Vargas.