PERÚ
Al salir, tras una audiencia de dos horas y media, un grupo de personas lanzaron huevos al vehículo del mandatario izquierdista.
El presidente de Perú, Pedro Castillo, compareció ayer lunes ante la Fiscalía, que le acusa de dirigir una supuesta red de corrupción que operaba desde el palacio de gobierno, pero se negó a responder acogiéndose a su derecho constitucional de guardar silencio.
Al salir de la Fiscalía luego de una audiencia de dos horas y media, un grupo de personas lanzaron huevos al vehículo del mandatario izquierdista.
Vestido con una llamativa casaca roja, el presidente de 52 años se presentó ante la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides, en una causa relacionada con la destitución el 20 de julio del ministro del Interior Mariano González.
La Fiscalía sospecha que con la abrupta salida González, quien estuvo apenas dos semanas en al frente de la cartera de Interior, Castillo buscó impedir la designación de un equipo especial de la policía para ubicar a dos miembros de su entorno prófugos de la justicia.
Castillo, quien no puede ser juzgado pues goza de inmunidad, también fue convocado para responder sobre un presunto tráfico de influencias en la compañía estatal PetroPerú y en el marco de una investigación por supuestamente liderar una red de corrupción.
El abogado presidencial, Benji Espinoza, precisó que Castillo no respondió a las preguntas de los fiscales amparándose a su derecho a guardar silencio y que se limitó a hacer una declaración negando las imputaciones que le formula la Fiscal de la Nación.
“El presidente ha respondido (a la Fiscal de la Nación) que cuando se tengan todos los elementos (de las seis causas en su contra) va a dar las explicaciones que quieran”, dijo a la prensa el abogado.
Según el defensor, “el presidente ha proclamado su inocencia y luego, cuando vinieron las preguntas, negó los cargos”.