TEHERAN | AFP y AP
Las fuertes declaraciones del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que en su discurso del estado de la Unión ante el Congreso afirmó respaldar las aspiraciones al cambio de los iraníes, auguran una nueva fase de tensiones políticas entre Teherán y Washington.
"Al pueblo iraní, le digo esta tarde: vosotros que deseáis vuestra propia libertad, Estados Unidos está con ustedes", lanzó el miércoles el presidente norteamericano en su discurso, aunque sin precisar la forma que tomaría ese apoyo.
Bush agregó que Irán "sigue siendo el principal patrocinador del terrorismo del mundo, buscando armas nucleares mientras priva a su pueblo de la libertad que busca y merece".
En enero de 2002, Bush había situado a Irán junto a Irak y Corea del Norte en lo que llamó "el eje del mal".
El Guía supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei, acusó ayer al presidente norteamericano de querer "destruir la República islámica" de Irán.
"Estados Unidos es una de las cabezas del dragón de la opresión mundial que posee siete y cuyo cerebro no es otro que las compañías y los capitalistas sionistas y no sionistas que eligieron a Bush para garantizar sus intereses", dijo Jamenei, citado por la televisión estatal iraní.
DESTRUCCION. "Bush es el quinto presidente que quiere destruir la república islámica pero no lo logrará como (Jimmy) Carter, (Ronald) Reagan, (George) Bush padre y (Bill) Clinton", "declaró el Guía religioso del régimen en un discurso ante un grupo de estudiantes.
Bush afirmó claramente que el "régimen iraní" debía "abandonar su programa de enriquecimiento de uranio y todo retratamiento de plutonio, y retirar su apoyo al terrorismo".
Washington acusa a Teherán de pretender fabricar la bomba atómica de manera encubierta bajo su programa nuclear civil.
En tanto, Francia, Alemania y Gran Bretaña buscan por la vía diplomática que Irán renuncie a cualquier ambición militar nuclear.
Irán rechaza categóricamente abandonar su programa de enriquecimiento de uranio, técnica necesaria para el uso civil de la energía nuclear, pero que también puede ser utilizada para fabricar armas atómicas.
Las declaraciones de Bush se producen cuando la tensión entre Washington y Teherán ha aumentado fuertemente estas últimas semanas.
En efecto, el 17 de enero, el presidente estadounidense declaró no descartar una acción militar contra Irán en caso de un fracaso de la diplomacia en el caso nuclear iraní.
AMENAZA. Días más tarde, el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, afimó que Irán figuraba a la cabeza de las preocupacione de Estados Unidos, añadiendo que Washington temía que los israelíes tomen la iniciativa de destruir las instalaciones nucleares iraníes.
Frente a estas declaraciones belicosas, los dirigentes de Teherán llamaron a los iraníes a manifestar masivamente el 10 de febrero en marchas organizadas por el 26 aniversario de la Revolución islámica para responder a las amenazas de Estados Unidos.
El discurso de Bush llegó el jueves en la mañana a Medio Oriente, demasiado tarde para que los diarios lo publicaran.
En una calle de la capital ira- ní, Ali Dehqani dijo que Bush no debería ocuparse de la situación de Irán.
"Los comentarios de Bush son en cierto modo correctos. La población de Irán tiene limitaciones. Irán busca tecnología nuclear. Pero no es su asunto inmiscuirse en los asuntos de Irán", señaló el hombre de 55 años. "Además, no existen evidencias de que Irán respalde al terrorismo".
Condoleezza inicia gira por Europa
WASHINGTON
En su primer viaje al extranjero como secretaria de Estado de Washington, Condoleezza Rice prestará atención especial a los países europeos que se aliaron con los Estados Unidos en la guerra de Irak y mantuvieron su alianza en la posguerra.
Gran Bretaña, que es el aliado más firme de Estados Unidos en ese conflicto, es la primera escala de la funcionaria. En Londres, Rice deberá reunirse hoy viernes con el primer ministro Tony Blair y su canciller Jack Straw.
En etapas posteriores de su viaje, Rice visitará Italia y Polonia, países que mantienen números significativos de soldados en Irak pese a la oposición interna que ello ha suscitado en sus países.
Pero la funcionaria visitará Francia —un país que ha criticado la invasión de Irak y mantiene sus sospechas acerca de las intenciones del presidente George W. Bush en todo el mundo— y pronunciará en París su primer discurso importante acerca de los objetivos de Washington dentro y fuera de Europa.
Rice no llegará empero a España, cuyo gobierno irritó al gobierno de George W. Bush al sacar sus soldados de Irak en abril pasado, después del atentado dinamitero del 11 de marzo a los trenes de Madrid, que ocasionó 191 muertos y más de 1.500 heridos. AP
Campaña
George W. Bush inició ayer una gira por Dakota del Norte, Montana, Arkansas y la Florida para impulsar las políticas que esbozó en su mensaje de estado de la nación, principalmente la propuesta de privatizar el sistema de pensiones.
"Tenemos que dar al Seguro Social una solidez permanente, no podemos dejar esa tarea para después", dijo Bush la noche del miércoles al Congreso en su discurso acerca del estado de la nación, en una frase que fue recibida con aplausos de los republicanos y abucheos de los demócratas presentes.
Ante la falta de seguridad de que el plan sea aprobado por el Congreso, el presidente decidió agregar a su discurso una campaña de dos días por cuatro estados de la unión. Cada uno de esos estados cuenta por lo menos con un senador demócrata que el gobierno confía en poder ganarse para su proyecto de privatizar el Seguro Social.
La primera escala del viaje presidencial será Dakota del Norte.