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Cuatro claves para entender la Cumbre del Clima

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CAMBIO CLIMÁTICO

La conferencia COP25 es una llamada de emergencia para combatir los efectos de una grave crisis global

Los llamados a actuar de manera urgente y decidida para salvar a la Humanidad enfrentada al desarreglo climático se multiplicaron este lunes en la apertura de la COP25 en Madrid, ante temores de que la cita pueda quedarse corta frente a las expectativas.

Informes de científicos alarmantes, desobediencia civil, manifestaciones de millones de jóvenes. Desde hace un año, los países firmantes del Acuerdo de París son blanco de una presión sin precedentes que resume la consigna para estas dos semanas de reunión: #TimeforAction.

Ante ello, los mensajes a la acción urgente se repitieron en el día inaugural de la 25ª Conferencia del Clima de la ONU (COP25).

"¿Realmente queremos pasar a la historia como la generación que hizo como el avestruz, que holgazaneaba mientras el mundo ardía?", lanzó desafiante el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) concluyó que con las tasas actuales tenemos poco más de una década para detener el crecimiento de las emisiones y reducir el carbono para mantener el calentamiento global dentro del umbral de 1,5°C.

Los compromisos actuales asumidos por los gobiernos nacionales en virtud del Acuerdo de París están muy por debajo de lo que se requiere: tomados en conjunto, aún condenarían al mundo a un aumento de temperatura estimado de más de 3°C para fines de siglo.

Según el último informe de “brecha de emisiones” de la ONU, publicado unos días antes del comienzo de las conversaciones de este año, los países deben reducir sus gases de efecto invernadero en aproximadamente un 7,6% anual durante los próximos 10 años, para mantenerse dentro del límite de 1,5°C. Cerrar esa brecha será la mayor tarea de la COP26.

¿Qué es la COP?

Durante casi tres décadas, los gobiernos mundiales se han reunido cada año para forjar una respuesta global a la emergencia climática. En virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, todos los países del mundo están obligados por los tratados a “evitar el cambio climático peligroso” y encontrar formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial de manera equitativa.

¿Qué tienen de especial las reuniones?

Las COP, a pesar de todos sus defectos, son el único foro sobre la crisis climática en el que las opiniones y preocupaciones del país más pobre tienen el mismo peso que las economías más grandes, como Estados Unidos y China. El acuerdo solo puede llegar por consenso, lo que le da a las decisiones de la COP autoridad global. Hasta ahora, ningún país ha optado por retirarse de él. Eso incluye a Estados Unidos, que está en proceso de retirarse del Acuerdo de París.

Manifestación por el clima
Manifestación por el clima. Foto: Reuters

¿Qué se acordó en París?

Según el histórico acuerdo de 2015, las naciones se comprometieron a mantener el calentamiento global a no más de 2°C por encima de los niveles preindustriales. La gran mayoría de las naciones ha ratificado el acuerdo. Aunque es legalmente vinculante, no lo son los compromisos que los países han hecho para reducir sus emisiones.

Estos se conocen como contribuciones definidas a nivel nacional que tendrán que incrementarse el próximo año si se quieren cumplir los objetivos de París.

¿Quiénes serán los obstructores?

Hasta ahora, Estados Unidos ha desempeñado un papel discreto en el proceso climático de la ONUbajo la administración de Donald Trump, pero eso podría cambiar a una obstrucción más dañina. Otros posibles obstructores incluyen grandes potencias petroleras como Arabia Saudita, Rusia y Venezuela, así como Brasil y Bolivia. Los países clave para avanzar en la COP son China, el mayor emisor del mundo, e India, cuyas emisiones están aumentando rápidamente.

El posible regreso de los bonos

El tema principal a debatir este año es una disposición del acuerdo de París conocido como artículo 6, que permite el uso de un mercado global de carbono para ayudar a los países a reducir las emisiones y financiar medidas que reduzcan las emisiones en los países en desarrollo.
Los mercados de carbono existen desde el protocolo de Kyoto de 1997. La idea general es que los países ricos podían cumplir sus objetivos mediante la compra de créditos de carbono que se otorgaban a proyectos que reducen las emisiones en el mundo en desarrollo.
De esta manera, las naciones ricas ganaron tiempo y las naciones más pobres obtuvieron efectivo para ayudarlas en el camino hacia un futuro verde. Pero el mecanismo tenía fallas básicas, con demasiados créditos fáciles que devaluaron el sistema.
La crisis financiera de 2008 condujo al colapso absoluto del mercado del carbono. Nunca se ha recuperado por completo y, hoy en día, los proyectos para reducir el carbono en los países en desarrollo tienen más probabilidades de depender de la recaudación de fondos convencional o la ayuda en el extranjero.
Reactivar los mercados de carbono a través del artículo 6 es visto como un objetivo necesario por muchos involucrados en la financiación climática.
El comercio también podría ayudar a recaudar fondos para prevenir la deforestación. Sin embargo, para algunos activistas, los mercados son una estafa destinada a permitir que los países ricos se salgan con la suya de continuar quemando combustibles fósiles mientras pagan a los países pobres para que limpien.
Brasil, por ejemplo, está acusado de buscar el doble recuento de sus bosques para cumplir con sus compromisos de reducir las emisiones en París y también tratar de vender a otros países créditos de carbono recibidos por mantener sus bosques en pie.

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