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Crece tensión por último misil lanzado por Corea del Norte

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Kim Jong-un por Arotxa

LA CARRERA ARMAMENTISTA DE KIM JONG-UN

EE.UU. advierte sobre “opción militar” y la ONU condena al régimen de Kim.

Estados Unidos insistió ayer viernes en que la "opción militar" sigue sobre la mesa respecto a Corea del Norte, ante el último lanzamiento de un misil nuclear el jueves que sobrevoló Japón.

"Existe una opción militar. Ahora, eso no es lo que preferíamos hacer", sostuvo H.R. McMaster, asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

En la misma línea se expresó Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, quien afirmó que la prioridad ahora es continuar con las sanciones económicas contra el régimen norcoreano, como las aprobadas el lunes por el Consejo de Seguridad de la ONU.

"Hemos estrangulado su situación económica", afirmó Haley, quien acompañó en la conferencia a McMaster.

En tanto, el secretario de Estado, Rex Tillerson, acusó a Corea del Norte de amenazar la seguridad del mundo entero. Tillerson dijo en un discurso ante autoridades extranjeras que los lanzamientos de prueba son una amenaza para el mundo, y subrayó que Estados Unidos estaba trabajando de cerca con sus aliados regionales Japón y Corea del Sur.

"En el este de Asia, el aislado y cada vez más agresivo régimen de Corea del Norte amenaza la democracia en Corea del Sur, Japón y, más importante y más reciente, ha expandido esas amenazas a Estados Unidos, poniendo en peligro a todo el mundo", declaró Tillerson.

La intensificación de las pruebas de proyectiles de Corea del Norte ha suscitado la condena de la comunidad internacional y amenaza con desencadenar una escalada armamentística en la región.

Corea del Sur ha efectuado ejercicios militares con fuego real y maniobras conjuntas con Estados Unidos para demostrar su fuerza ante las amenazas del régimen del Norte.

Trump ya ha confirmado que viajará en noviembre a China, Corea del Sur y Japón, en su primera visita a la región como presidente, y con la creciente tensión con el régimen de Kim Jong-Un de fondo.

Ayer los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Francia, Emmanuel Macron, pidieron "negociaciones directas" con Corea del Norte para rebajar las tensiones. Durante una conversación telefónica, los dos jefes de Estado "se mostraron unidos sobre al carácter inadmisible de una continuación de la escalada" en la península coreana, afirmó el Kremlin en un comunicado.

Están asimismo de acuerdo sobre "la necesidad de resolver esta situación extremadamente complicada exclusivamente por medios políticos y diplomáticos, con la reanudación de negociaciones directas". Putin y Macron también "condenaron firmemente las acciones provocadoras de Corea del Norte, que violan groseramente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".

Consejo de Seguridad

Anoche el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Uruguay ocupa una silla hasta el 31 de diciembre, "condenó firmemente" el último disparo del misil norcoreano, al que juzgó "altamente provocador". Los ensayos con misiles son "actos escandalosos", dijo el Consejo en su declaración, y pidió a Corea del Norte "frenarlos de inmediato".

"Estas acciones no son sólo una amenaza para la región, sino también para todos los estados miembros de la ONU", indica el texto, aprobado por los 15 integrantes del organismo.

Los disparos de misiles, "así como otras acciones recientes y declaraciones públicas" de Corea del Norte "minan deliberadamente la paz regional y la estabilidad", agrega el texto, que no hace referencia a nuevas sanciones contra el gobierno de Kim Jong-Un.

La semana pasada el Consejo de Seguridad aprobó una octava serie de sanciones para intentar convencer al régimen norcoreano de negociar sus ilegales programas balístico y nuclear. Esa resolución sancionaba una sexta prueba nuclear norcoreana, de lejos la más potente, en la que hizo explotar una bomba H de un tamaño capaz de ser transportada en un misil.

El presidente Trump advirtió a Corea del Norte que el armamento de Washington podría hacer "desmoronarse" el alma de sus enemigos.

El último lanzamiento y la presión internacional.

El misil lanzado el jueves por Corea del Norte sobrevoló Hokkaido, en el norte de Japón, y se adentró en el océano Pacífico a unos 2.000 km al este. Alcanzó una altura de unos 770 km y voló durante unos 19 minutos para cubrir una distancia de 3.700 km, según las fuerzas armadas de Corea del Sur, una distancia suficiente para llegar al territorio estadounidense de Guam en el Pacífico, que el régimen norcoreano ha amenazado atacar.

El 29 de agosto, Corea del Norte realizó el lanzamiento de otro misil balístico de rango intermedio, el Hwasong-12, que se trasladó 2.700 kilómetros sobre Japón. Y el pasado 3 de septiembre hizo una prueba con una bomba H (de hidrógeno), que desató una gran ola de condena en el mundo.

Japón "no tolerará jamás los peligrosos actos provocadores de Corea del Norte que amenazan la paz en el mundo", reaccionó este viernes el primer ministro japonés, Shinzo Abe. "Si Corea del Norte continúa por esa senda, su futuro no será radiante", dijo.

Corea del Sur, por su parte, respondió con pruebas militares que incluyeron el lanzamiento de misiles Hyunmu. Uno de esos artefactos recorrió 250 km, una distancia suficiente para alcanzar en teoría el lugar de donde partió el misil norcoreano en Sunan, cerca del aeropuerto de Pyongyang.

Estados Unidos ha reclamado a Rusia y a China, el principal aliado y apoyo económico del régimen de Kim Jong-Un, que presionen a Corea del Norte. China condenó el lanzamiento del jueves y pidió a las "partes implicadas que actúen con moderación". Y Rusia "condenó firmemente" el lanzamiento del misil. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, calificó el disparo de "provocación escandalosa".

El objetivo de Corea del Norte es alcanzar un "equilibrio" en el poderío militar con Estados Unidos, reportó ayer su agencia estatal de noticias. "Nuestra meta final es establecer el equilibrio de fuerza real con Estados Unidos y hacer que los gobernantes estadounidenses no se atrevan a hablar de una opción militar contra la RPDC (República Popular Democrática de Corea)", dijo el dictador Kim Jong-Un según fue citado en el reporte por la agencia oficial.

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