San José
Los costarricenses vivieron una jornada eleccionaria sin precedentes al acudir ayer a las urnas para decidir, -en el primer referéndum de su historia-, si su país adhiere o no al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos.
En las 4.932 mesas de votación instaladas en todo el país los costarricenses acudieron masivamente a depositar el sufragio, en una jornada marcada por la calma. El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Luis Antonio Sobrado, afirmó que se superaron las expectativas en la asistencia de votantes, según dijo a los canales de televisión locales.
Se estima que el referéndum será vinculante, ya que más del 60% de los ciudad votaron superando el mínimo requerido del 40% de los 2.654.627 personas mayores de 18 años con derecho a voto, El Tribunal Supremo Electoral tenía previsto anunciar los primeros resultados oficiales hacia las 20h30 .
El presidente Oscar Arias -impulsor del "Si", que votó a media mañana en medio de algunos gritos de los detractores del TLC, dijo que será magnánimo con los opositores si triunfa el "Sí", aunque prometió que respetará el resultado de la consulta "aún cuando la diferencia sea de un solo voto". "Yo tengo todavía dos años y medio para gobernar. El rechazo del TLC me va a hacer más difícil las cosas que estoy haciendo, pero tampoco (será) imposible", indicó.
En caso de victoria del No, el TLC entre Centroamérica -que ya rige en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua- y República Dominicana y Estados Unidos será desechado en Costa Rica, mientras que si gana el "Sí", será automáticamente ratificado sin que pase por el Parlamento.
Los costarricenses participaron así por primera vez en un referéndum particular referido a un tema que ha polarizado el país desde 2004, cuando fue firmado el tratado entre Centroamérica y Estados Unidos.
El proceso estuvo monitoreado por más de 184 observadores internacionales, entre ellos el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza. AFP