Declaración de guerra
Las víctimas mortales por el atentado del jueves llegan a 21 muertos y los heridos a 68.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla que queda activa en Colombia, fue responsable del sangriento atentado con coche bomba del jueves en una academia de policía de Bogotá, denunció ayer viernes el gobierno del presidente Iván Duque. Los muertos en el ataque suman 21, incluido el terrorista, y 68 los heridos.
“Un acto terrorista cometido por el ELN segó esas vidas”, dijo el ministro de Defensa, Guillermo Botero. “El gobierno nacional sabe y entiende que el ELN no tiene voluntad de paz”, sentenció por su parte el comisionado de paz, Miguel Ceballos.
El gobierno solo dialogará con el ELN cuando renuncie a los secuestros y suspenda los ataques a las Fuerzas Armadas y a la infraestructura económica del país.
“No habrá ningún espacio de diálogo con el ELN hasta cuando no entregue todos los secuestrados, hasta cuando renuncie definitivamente a ese delito. No habrá ningún espacio de diálogo si continúa este grupo armado con los actos criminales. Frente al terrorismo no vamos a ceder y no vamos a negociar”, dijo Ceballos.
El acto terrorista contra la escuela de cadetes fue cometido por un experto en explosivos de ese grupo, identificado como José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años.
Simultáneamente, la fiscalía reiteró las denuncias de que líderes del ELN se refugian en Venezuela, sumergida en una severa crisis económica y blanco de una fuerte presión encabezada por Estados Unidos que busca la salida de Nicolás Maduro del poder. Sin embargo, el gobierno colombiano dijo no tener evidencia que involucre a funcionarios venezolanos en este hecho. Por su parte, el influyente líder chavista Diosdado Cabello negó la implicación de Venezuela y condenó el ataque. “Los lacayos del imperialismo señalan a Venezuela, no tenemos nada que ver en esa guerra”, afirmó.
Conocido en las filas del ELN como “Mocho Kiko”, por haber perdido la mano derecha en una detonación, Rojas se desempeñaba como jefe de inteligencia dentro del frente Domingo Laín que opera en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
“Es una operación que se estaba planeando hace más de diez meses”, afirmó el ministro de Defensa Guillermo Botero.
De nacionalidad colombiana, Rojas ingresó el jueves de manera violenta a la academia policial a bordo de una camioneta gris Nissan Patrol cargada con 80 kilos de pentolita.
“No existe hasta el momento (...) ningún elemento que nos permita concluir que esta persona se suicidó”, afirmó Botero. Según el ministro, aunque “son muchas las hipótesis que se están barajando”, el plan original consistiría en activar los explosivos a distancia.

El estallido mató a 20 jóvenes entre 17 y 22 años. También hubo 68 heridos, incluidos tres menores de edad. Nueve personas seguían ayer hospitalizadas en Bogotá.
De momento, el ELN no se pronunció sobre las acusaciones.
El ministro Botero aseguró que “Mocho Kiko” estuvo en Venezuela en 2011 enseñando manejo de explosivos a guerrilleros refugiados en ese país.
Por su parte, el fiscal general Humberto Martínez dijo que tenían información de la presencia de “combatientes” del ELN “que actúan desde territorio venezolano”.
Martínez anunció además la captura en Bogotá de Ricardo Andrés Carvajal, quien “reconoció la autoría del atentado”.
El ataque, calificado por Duque de “demencial acto terrorista”, es el peor en Bogotá desde febrero de 2003, cuando rebeldes del ahora partido FARC detonaron un coche bomba en el club El Nogal. Treinta y seis personas murieron y decenas más sufrieron heridas.
Desde su llegada al poder en agosto, Duque había dejado en suspenso los diálogos que sostenía su antecesor Juan Manuel Santos con el ELN desde 2017, primero en Quito y luego en La Habana, donde están los negociadores de esa organización armada.

Duque impuso condiciones de diálogo que fueron rechazadas por la guerrilla: cese definitivo de “actividades criminales” como el secuestro y los ataques a la infraestructura petrolera.
“El proceso estaba prácticamente acabado” y el ataque del ELN “es una declaración de guerra”, afirmó Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación.
Es que el ataque contra la academia policial deja sin oxígeno las moribundas conversaciones, según analistas, que ponen en entredicho la unidad de mando de la guerrilla.
“Los autores del atentado son la parte más dura” del ELN, “que siempre ha estado en contra de la salida política”, dijo el investigador Camilo Echandía.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, aseguró ayer que la guerrilla del ELN es “hoy un grupo de acciones terroristas, de actividades ilegales y de narcotráfico” y la acusó de haber “sembrado muerte en todo el continente” tras el atentado del jueves en Bogotá.
“Esos crímenes no pueden quedar impunes. Nunca en las Américas podemos confundir terrorismo con mensaje político. El mensaje político se hace para el pueblo, los atentados terroristas se hacen contra el pueblo”, sentenció Almagro en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), que participó en Washington en un acto en homenaje a las víctimas del ataque en Bogotá, aseguró que esta acción “es absolutamente repudiable”. Almagro denunció que ese grupo guerrillero “asesina en Colombia y en Venezuela” y consideró que el ELN “debe cesar la violencia ahora”.
Los ataques con vehículos cargados con explosivos fueron frecuentes en Colombia en medio de la guerra del Estado contra el Cartel de Medellín que dirigió Pablo Escobar, a finales de la década de 1980, así como por las acciones de los grupos guerrilleros izquierdistas.

Con unos 1.800 combatientes, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se alzó en armas en 1964 y es la última guerrilla reconocida en Colombia tras el acuerdo de paz que desarmó y transformó en partido a las Fuerzas Armas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los dominios del ELN abarcas tierras fértiles en petróleo y otros mineras, pero también zonas selváticas donde operan bandas de narcotraficantes. Esta guerrilla de orientación guevaristas, ha contado con el apoyo del régimen cubano. Su actual máximo líder es Nicolás Rodríguez (alias Gabino).
Las cuentas de Twitter del ELN y su página web fueron suspendidas ayer viernes tras el atentado del jueves en Bogotá. Se trata tanto de la cuenta de la delegación de paz de la guerrilla, cuyos miembros están en La Habana, como de la cuenta general de comunicaciones, entre otras, que eran las más utilizadas por parte de ese grupo armado para difundir sus mensajes.
Asimismo, Twitter suspendió la cuenta del líder guerrillero en el departamento del Chocó alias “Uriel”, que se presentaba como la “voz editorial del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez - ELN” y que había cobrado mucho protagonismo en los últimos meses.
Sin embargo, algunas cuentas vinculadas al ELN como la de un responsable de comunicaciones que se hace llamar “Persistente rojo y negro” siguen operativas.
La página web de la guerrilla también ha sido clausurada, aunque la página de Facebook de su delegación de paz continúa operativa.
En febrero de 2018, las diversas cuentas del ELN en Twitter fueron suspendidas poco después de que este grupo anunciara que iba a realizar un “paro armado”, nombre con el que se conoce a una actividad criminal de los diferentes grupos armados ilegales. Durante los mismos, restringen mediante amenazas el desplazamiento de vehículos por carreteras, la movilidad de las personas y el comercio.
El Mocho, un experto en explosivos
El vehículo, una camioneta Nissan Patrol, modelo 1993, era conducido por José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años, quien murió en la explosión y cuyos restos permitieron su identificación. Según las autoridades, en 1994 Rojas se incorporó al ELN en Puerto Nuevo, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela. En la guerrilla era conocido con el alias de “Mocho Kiko” porque perdió su mano derecha al manipular explosivos, lo que se cree ocurrió entre 2008 y 2010.
Compra y revisión de la camioneta
La camioneta que se utilizó en el atentado fue comprada el 12 de enero de 1994 en Medellín y tuvo más de seis dueños, el último Rojas Rodríguez, quien el 11 de mayo de 2018 pagó por ella unos 8.000 dólares de hoy. El 27 de julio de 2018 el vehículo fue llevado por Rojas para la revisión técnico mecánica en el municipio de Saravena (Arauca). El 24 de noviembre de 2018 la camioneta transitó entre Barranca de Upía y Villavicencio, en el departamento del Meta (centro).
El Ingreso a la academia policial
El jueves 17, el día del atentado, el vehículo quedó registrado por las cámaras de seguridad de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander en el que se puede ver claramente su matrícula, LAF 565. La camioneta, con Roja Rodríguez al volante, ingresó a las 9.32 hora colombiana (11.32 de Uruguay) a la escuela policial, ubicada en el sur de Bogotá, cargada con unos 80 kilos de pentolita, un explosivo usado generalmente por grupos ilegales.
Fuga y explosión de 80 kilos de pentolita
Rojas Rodríguez aprovechó la salida de unas motocicletas por una puerta secundaria de la academia policial para evadir los controles. Un centinela avisó del hecho a sus superiores y unos 200 metros después el vehículo fue detenido por otro uniformado. Rojas intentó dar marcha atrás y en ese momento explotó la camioneta. La explosión de los 80 kilos de pentolita provocó la muerta de al menos 20 personas, además del terrorista, y dejó decenas de heridos.
El Manual del Combatiente
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, indicó ayer viernes que tras el atentado las autoridades determinaron la autoría del ELN. Posteriormente, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, aseguró que se interceptaron varias llamadas en las que se identificó a Ricardo Andrés Carvajal Salgar como copartícipe “en grado de autor” del atentado. Carvajal fue captura en Bogotá y en el allanamiento fueron incautados un celular, el “Manual del Combatiente. Primera Fase de Instrucción” y uniformes.