Tensiones entre ambas naciones

Más tensión con Canadá, que consideró arbitrario el fallo.

Un tribunal chino condenó ayer lunes a muerte al canadiense Robert Lloyd Schellenberg por un delito de tráfico de drogas, una sentencia que se conoce en plena crisis diplomática entre Pekín y Ottawa tras la detención de la directora financiera de Huawei en Canadá y las denuncias de espionaje contra este grupo tecnológico.

La agencia estatal de noticias Xinhua anunció la sentencia, sin proporcionar más detalles del juicio sobre el que se había generado gran expectación después de que se ordenara a finales de diciembre repetir el proceso, al considerar demasiado poco severa la pena impuesta de 15 años por el Tribunal Popular de Dalian, en el noreste de China.

Entonces, el fiscal del caso recurrió la sentencia al asegurar que "las pruebas sugerían que Schellenberg había estado probablemente involucrado en tráfico internacional de drogas y desempeñado un papel clave en el tráfico de narcóticos", por lo que el tribunal decidió repetir el juicio.

Un informe divulgado ayer lunes por el tribunal de Dalian al que tuvo acceso el diario independiente South China Morning Post asegura que Schellenberg, de 36 años, fue detenido en 2015. Según detalla el documento, Schellenberg contrató a un traductor en 2014 para realizar una serie de actividades, incluida la compra de neumáticos para ocultar la metanfetamina para el contrabando, y, cuando se enteró de que la Policía china lo estaba investigando, intentó huir a Tailandia.

Schellenberg, que podrá recurrir la sentencia, e insiste en que es "un turista incriminado por delincuentes", ya que según explicó contrató a ese traductor por recomendación de un amigo y terminó involucrado en una trama de tráfico de drogas.

Según el Código Penal chino, cualquier persona que trafique, importe, transporte o manufacture opio en cantidades mayores a un kilo, o heroína en cantidades mayores a 50 gramos u otros narcóticos en grandes cantidades, deberá ser sentenciado a 15 años de cárcel, cadena perpetua o muerte, además de confiscársele sus bienes.

En diciembre de 2009, China ejecutó al británico Akmal Shaikh por traficar con más de cuatro kilos de heroína.

El juicio llega en un momento en que las relaciones diplomáticas entre China y Canadá atraviesan por una gran tensión, después de que Canadá detuviera, el pasado 1 de diciembre, a la directora financiera del grupo Huawei, Meng Wanzhou, a petición de Estados Unidos. En aparente represalia, China arrestó días después a un exdiplomático y a un empresario canadienses aunque, mientras Meng ahora está en libertad bajo fianza, ambos continúan bajo custodia policial en China.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, consideró "muy preocupante" que se haya sentenciado "arbitrariamente" a muerte Schellenberg. "Es muy preocupante para nosotros como gobierno, así como debería serlo para todos nuestros amigos y aliados internacionales, que China haya decidido arbitrariamente aplicar la pena de muerte en casos como este, de un canadiense", dijo Trudeau.