CARACAS | AFP Y EL PAÍS DE MADRID
A tres días de las elecciones legislativas en Venezuela, el presidente Hugo Chávez cerró la campaña de su partido con un "torbellino rojo" y llamó a derrotar por "knock out" a la oposición, que hizo sus actos de cierre en varias regiones.
Hugo Chávez no se presenta a las elecciones legislativas del domingo pero el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se juega tanto en ellas que el "comandante-presidente" ha decidido batir su récord de omnipresencia.
Hugo Chávez está en la tele, Hugo Chávez está en las librerías, Hugo Chávez está -vestido de camuflaje y convertido en muñeco que habla- en los puestos ambulantes de la avenida de Bolívar. El presidente de Venezuela también es un gigante inflable movido por el viento en medio de la plaza de O`Leary, tomada por francotiradores en los tejados porque Hugo Chávez, ahora sí de carne y hueso, llega vestido de rojo en lo alto de un ómnibus rojo, secándose el sudor con un pañuelo rojo que luego lanza a una multitud vestida de rojo que se lo agradece acercándole a sus niños para que los bese.
El presidente encabezó así el "torbellino rojo" de siete caravanas con el que cerró la campaña de su partido, tras un acto en el estado de Carabobo (en el centro del país). Rodeado por la multitud llamó a derrocar por "knock out" a la oposición.
"Hace cinco años se retiraron a última hora. Si quieren hagan lo mismo pero les vamos a dar una paliza a estos escuálidos, vendepatrias, corruptos, sinvergüenzas, subordinados al imperio yanqui. Aquí están los candidatos de Chávez. Los que quieran patria vengan con Chávez", dijo el mandatario.
Las últimas encuestas dicen que, de los 165 miembros de la Asamblea, la mitad puede caer del lado de una oposición que se presenta aglutinada en la Mesa para la Unidad Democrática, después de que en 2005 decidiera no concurrir en un intento de "deslegitimar" a la Asamblea Nacional que resultase electa.
Si ahora la oposición logra alcanzar la cifra de 56 diputados, tendría la llave para bloquear las leyes orgánicas, y si consigue hacerse con 67 escaños, Chávez ya no podría gobernar por decreto y eso sí que le supondría un problema.
"Hoy termina la campaña electoral, pero no termina la batalla. Hay que arreciar cada segundo, cada milímetro; hay que empezar temprano, en masa, al toque de diana, para ir a votar", instó Chávez.
El venezolano está, efectivamente, aprovechando "cada segundo" para convencer a todos los que pueda. En tiempos normales Hugo Chávez se reserva cuatro horas todos los domingos para retransmitir en cadena -o sea, de forma obligada por todos los canales- su ya muy famoso programa Aló Presidente. Hace dos semanas, y para no interferir en la campaña, el comandante decidió suspender la emisión.
Ahora bien, según los datos de la oposición, Chávez ha aparecido en pantalla 63 horas durante los últimos 15 días. O lo que es lo mismo, una media de cuatro horas al día. Ya sea metiéndose con los opositores o recitando a Bolívar, ya sea elevando plegarias al cielo o adoptando el tono de un vendedor de teletienda para ofrecer 300.000 electrodomésticos chinos en muy ventajosas condiciones: "Vendo neveras, lavadoras y aires acondicionados. ¡También te vendo cocina a gas! Bueno, bonito y barato. ¡Esto sólo es posible con la revolución socialista!".
Su cuenta de Twitter "@chavezcandanga" refleja muy fielmente la trascendencia que da el presidente a las elecciones del domingo, en un país donde la telefonía móvil hace furor y se venden más Blackberry que en España.
El presidente utiliza la red social para dar instrucciones muy precisas a sus militantes sobre cómo llevar el domingo a la gente a votar: "Patrulleras y patrulleros. Insisto en la logística. El voto temprano y aseguramiento de la movilización del 1 por 10!! Insisto: movilización!!". Pero también para satisfacer las solicitudes de trabajo o becas que por ese conducto le llegan. Un joven le escribe: "Me llamo Rafael Montiel, estudiante de Medicina. Necesito una ayuda económica para cursar mis estudios". El presidente le contesta: "Rafael, necesitamos médicos para el pueblo. Cuenta con tu beca…".
El domingo de noche se sabrá si tal despliegue mediático habrá dado sus frutos o no. Chávez quiere que todos recuerden que bajo su mandato se redujo a la mitad la cifra de pobres y que miles de personas salieron de la indigencia.
Su discurso se medirá con el de la oposición, que hizo su campaña puerta a puerta convenciendo a la gente de la necesidad de tener un Parlamento plural y subrayando la ineficacia del gobierno y de los diputados a la hora responder a los problemas más urgentes del país: la inflación y la violencia.
Las cifras
167 Son los escaños del Parlamento de Venezuela, actualmente todos del oficialismo. La oposición podría quedarse con la mitad.
4 Son las horas diarias que Chávez aparece en televisión, según datos de los opositores. Vende, cita a Bolívar, reza y da discursos.
"Termómetro para Chávez"
Caracas | Las elecciones legislativas del 26 de septiembre en Venezuela servirán de "termómetro político" para el mandatario Hugo Chávez, quien ve esta cita como una antesala de las presidenciales de 2012, en las que aspirará a un tercer mandato de seis años, coinciden expertos.
"Esta victoria del 26 va a ser un preludio de lo que aquí va a ocurrir en diciembre de 2012", lanzó Chávez en estos días en un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que él preside. "De aquí al 2012 lo que quedan son dos años, dos años no es nada", pero "van a ser claves para la revolución", advirtió.
El próximo domingo, más de 17 millones de venezolanos elegirán a los 165 diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento) en unos comicios en los que el oficialismo aspira a mantener su aplastante mayoría para garantizar el "futuro de la revolución".
En estas elecciones, el mandatario, que llegó al poder en 1999, inició su "precampaña" para las presidenciales de 2012, acompañando a "sus candidatos" a diputados en caravanas y actos políticos en todo el país.
Chávez obtuvo su último triunfo electoral en febrero de 2009 cuando se aprobó en referéndum su propuesta de realizar una enmienda a la Constitución venezolana para permitir la reelección ilimitada para todos los cargos de elección popular, incluido el de presidente.
"Para Chávez las elecciones son un termómetro político de cara a las presidenciales. Porque puede ganar la mayoría en la Asamblea Nacional, pero ¿con cuántos votos? ¿Los suficientes para ganar en 2012?", se pregunta el sociólogo Antonio Cova. AFP