Chávez arremetió contra la Iglesia

Caracas - El presidente venezolano Hugo Chávez denunció hoy que un grupo de sacerdotes viajaron a la frontera con Colombia para entregar dinero a paramilitares colombianos, al tiempo que exigió disculpas públicas de parte de la Iglesia Católica por una homilía que consideró una "provocación".

El mandatario dijo en su programa radiotelevisado Aló Presidente que "un grupo de sacerdotes incluso ha viajado a la frontera a llevar dinero al paramilitarismo, han llegado muchas evidencias".

"Yo con el Nuncio (Giacinto Berloco) lo hablé y le di nombres y todo, pero uno da nombres y la jerarquía católica como si nada", dijo Chávez en su discurso, donde sugirió la vinculación de este grupo con el cardenal Rosario Castillo Lara, quien ofició ayer una homilía en la que criticó al presidente.

"Tenemos pruebas de sus contactos" con estos grupos, dijo Chávez refiriéndose al cardenal.

Castillo, fuerte crítico del gobierno, pidió a la Divina Pastora "salvar a Venezuela" y dijo que "un gobierno elegido democráticamente hace siete años ha perdido su rumbo democrático y presenta visos de dictadura".

En Venezuela los poderes "están prácticamente en manos de una sola persona que los ejerce arbitraria y despóticamente; no para procurar el mayor bien de la nación, sino para un torcido y anacrónico proyecto político", agregó Castillo en la homilía durante la procesión de la Divina Pastora en la occidental Barquisimeto.

El mandatario dijo que había recibido llamadas de la jerarquía eclesiástica distanciándose de esa homilía, pero exigió que las disculpas se hicieran públicas: no "basta la excusa privada. El país exige una explicación a la Iglesia Católica".

El mandatario mostró en su programa fragmentos de las palabras del cardenal y cómo algunos feligreses aplaudían y otros exigían "misa, misa", mientras uno de los representantes de la Iglesia y otros funcionarios se retiraban.

"Imagínate que yo hubiera estado allí, una provocación", dijo Chávez al referirse al acto al que sí asistió el vicepresidente, José Vicente Rangel.

Estos episodios ocurren en un momento de distensión entre la jerarquía eclesiática y el gobierno. Los nuevos directivos de la Iglesia mantienen una posición más moderada e impulsan el diálogo con el Ejecutivo.

AFP

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