BAGDAD | EFE
Irak apostó ayer por un sistema confesional similar al del Líbano para su Gobierno de transición, con la elección de un "Consejo de Gobierno" de 25 miembros en el que están representados los principales grupos políticos, religiosos y étnicos.
El antiguo palacio de Congresos de Bagdad fue ayer el escenario de la primera sesión de este órgano de poder transitorio promovido por Estados Unidos para hacerse cargo de los asuntos políticos, sociales y económicos del país tres meses después de la caída del régimen de Saddam Hussein.
El nuevo Consejo reunido ayer por primera vez "dará a los iraquíes un papel más central en el Gobierno de su país", había explicado el jefe de la Administración Provisional para Irak, el estadounidense Paul Bremer.
El diplomático norteamericano ha mantenido durante los meses pasados una serie de reuniones a distinto nivel con los principales líderes del país para diseñar la mejor forma de Gobierno, que al final ha resultado muy parecida a la que Francia dio al Líbano en la década de los años treinta del pasado siglo.
El nuevo Consejo de Gobierno, está integrado por 13 representantes chiítas, 5 sunnitas, 5 kurdos, un cristiano y un turcomano.
La división de poder parece responder a la división étnica y religiosa del país, donde más del 60 por ciento de la población es de confesión chiíta.
LOGICA. "Es el resultado lógico porque los chiíes representan la mayoría del país", comentó el portavoz del Partido del Congreso Nacional Iraquí (CNI), Intifad Qamber.
El nuevo Consejo de Gobierno iraquí tendrá poderes ejecutivos, como el derecho a nombrar ministros, aprobar el presupuesto nacional, renovar leyes y nombrar un comité de expertos para redactar una nueva Constitución, aunque la autoridad principal seguirá en manos del equipo de Paul Bremer.
El nuevo Consejo puede ahora elegir a un presidente o a un comité restringido de cinco miembros, aunque los observadores apuntan que será probablemente la primera opción.
Uno de los candidatos que más consenso despierta es Adnán Bachachi, que fue ministro de Exteriores en la era pre-Saddam y guarda buenas relaciones con casi todos los grupos y tendencias internas, además de contar con muchos apoyos en el mundo árabe.
La primera decisión del Consejo de Gobierno ha sido declarar "fiesta nacional" el nueve de abril, día en el que cayó el régimen del derrocado presidente Saddam Hussein.
Además, ha decidido que todas las fiestas relacionadas con el depuesto régimen desaparecerán del calendario iraquí.
El 9 de abril, las fuerzas estadounidenses entraron en Bagdad casi sin encontrar resistencia, en lo que se consideró la caída definitiva del régimen de Saddam Hussein.
Ese mismo día la gran estatua de Saddam erigida en la céntrica plaza de Firdaus fue derribada, y las escenas pudieron ser vistas en directo en casi todo el mundo.
La seguridad y el empleo
BEIRUT. Al margen de los primeros gestos simbólicos, como derogar todas las distinciones, títulos oficiales y hasta los nombres de las ciudades o calles que recuerden a Saddam Hussein, el desempleo y la inseguridad del país son las prioridades que deberá enfrentar el nuevo Consejo de Gobierno.
En un comunicado difundido al término de su primera reunión, el Consejo de Gobierno informó que "las prioridades son el relanzamiento de la economía, preparar las elecciones democráticas, redactar una nueva constitución y garantizar la seguridad del orden público".
Entre los miembros del Consejo de Gobierno, figuran dirigentes que han cultivado su prestigio como opositores a Hussein, entre los que se destacan los líderes kurdos Massoud Barzani y Jalal Talabani, y el millonario exiliado Ahmed Chalabi, quien regresó a Bagdad tras la caída de Hussein.
El nuevo gobierno transitorio de Irak inició su difícil tarea con el apoyo de la comunidad internacional, que es fundamental para remontar la cuesta de un país devastado, que vive la traumática posguerra con el ejército de ocupación de Estados Unidos y, además, con enfrentamientos tribales.
Pese a todas estas dificultades el nuevo gobierno transitorio podría ser el primer paso para alcanzar la plena democracia en Irak.
"En la historia hay momentos de significativa importancia y hoy estamos frente a uno de esos momentos", afirmó Sergio Vieira de Mello, el representante de la ONU en Irak. ANSA