Desde finales de setiembre han aumentado significativamente los casos de intoxicación por metanol en bebidas alcohólicas en varios estados brasileños. En São Paulo, ya se cobró la vida de tres personas y, hasta el lunes pasado, el Ministerio de Salud actualizó el número de reportes por intoxicación a 217, de los cuales 17 fueron confirmados.
De hecho, cerca del 85 % de los casos, se concentran en São Paulo, el estado más poblado del país y las autoridades brasileñas han abierto varias investigaciones en las diversas esferas del poder para descubrir la fuente de contaminación de las bebidas alcohólicas. Investigan a por lo menos treinta establecimientos comerciales ante las sospechas de que hayan vendido o suministrado bebidas adulteradas. Algunos de esos negocios han sido incluso cerrados.
En los últimos días, la Policía también ha lanzado varias operaciones contra fábricas clandestinas de bebidas alcohólicas. Sin embargo, aún no es posible determinar si esos locales son el origen de la actual crisis.
Las autoridades sostienen que la clave ahora es descubrir si el metanol tiene un origen vegetal por irregularidades en el proceso de destilación de, por ejemplo, la caña de azúcar, con la que se elabora la cachaça, destilado estrella de Brasil. O si, por el contrario, tiene un origen fósil, tesis en la que, de acuerdo con el ministro, entraría en escena el crimen organizado.
¿Qué bebidas es seguro beber?
Según investigaciones del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, en el caso de las muertes confirmadas las bebidas contaminadas eran ginebra, whisky y vodka, vendidos en bares y bodegas.
Según Thiago Correra, profesor del Instituto de Química de la Universidad de São Paulo, el metanol puede aparecer de dos formas: naturalmente, durante la fermentación de la fruta, o debido a fallas en el proceso de destilación realizado durante la producción, cuando la fracción inicial de la destilación (“la cabeza”), rica en metanol, no se descarta adecuadamente.
Pero el mayor peligro reside en la adulteración deliberada, cuando los delincuentes añaden metanol industrial para aumentar el contenido aparente de alcohol de una bebida, una práctica ilegal y extremadamente tóxica.
Al pensar en la producción de bebidas con metanol, las que presentan mayor riesgo de contener metanol en niveles peligrosos, según Correra, son las bebidas destiladas, como la cachaça (ingrediente principal de la caipiriña), el aguardiente y el whisky, especialmente cuando se producen de forma clandestina.
El químico explica que, en bebidas fermentadas, como el vino, el metanol puede presentarse de forma natural en pequeñas cantidades, debido a la fermentación de cáscaras de frutas ricas en pectina, pero generalmente en niveles bajos y regulados.
"La cerveza, en cambio, prácticamente no presenta ningún riesgo porque su proceso de producción no genera cantidades significativas de metanol. Además, no habría ninguna ganancia económica ilegal al añadir metanol", explica.
Sin embargo, Correra advierte que si se añade deliberadamente metanol a un vaso que se va a servir, cualquier bebida está sujeta a contaminación.
Guía paso a paso para evitar bebidas contaminadas con metanol
La Asociación Brasileña de Bebidas compartió a O Globo una guía paso a paso para garantizar que las bebidas alcohólicas sean seguras:
- Verifique el sello de la bebida adquirida.
- Compruebe si las bebidas siguen un patrón de cantidad de líquido. De lo contrario, podría indicar que algo anda mal.
- Revise las etiquetas. Las bebidas legales que se venden en Brasil tienen etiquetas traseras en portugués, con el número de registro del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA).
- Desconfíe de los precios muy bajos. Existen ofertas y promociones, pero para las bebidas alcohólicas más populares y solicitadas, existe un precio promedio de mercado.
- Compre en lugares confiables.
Síntomas de intoxicación por metanol
- Dolor de cabeza;
- Náuseas;
- Vómitos;
- Dolor abdominal;
- Confusión mental;
- Visión borrosa repentina o incluso ceguera.
Con información de O Globo/GDA y Agencia EFE