Publicidad

Advertencia de científicos en Brasil: la pandemia está fuera de control en siete zonas del país

Compartir esta noticia
Una mujer observa desde las rocas el panorama de las playas de Río de Janeiro sin veraneantes. Foto: AFP
A woman relaxes on the rocks of Leme beach, as all beaches got closed as a restrictive measure to contain the outbreak of the coronavirus disease (COVID-19), in Rio de Janeiro, Brazil, March 20, 2021. REUTERS/Ricardo Moraes
RICARDO MORAES/REUTERS

LA LUCHA CONTRA EL VIRUS

Las icónicas playas de Río amanecieron ayer sábado vacías y bajo un dispositivo policial para cumplir con el decreto municipal ante el tsunami de contagios y hospitalizaciones por el COVID-19.

El avance del COVID-19 ha forzado a las autoridades de Río de Janeiro a cerrar desde ayer sábado sus playas, como parte de los esfuerzos para atajar una pandemia que ha matado ya en Brasil a 290.000 personas. Un estudio científico advierte que la pandemia se encuentra fuera de control en siete zonas del país.

Mientras, en Argentina, incertidumbre es la palabra que reina en el Gobierno del presidente Alberto Fernández, debido a que se está administrando la escasez. Al ritmo de vacunación realizado hasta ahora, hay un stock de dosis para unos diez días, aunque eso cambiaría en los próximos días. Según advirtieron fuentes oficiales, llegarían a Argentina un número importante de vacunas lo que daría más aire al gobierno para avanzar con el plan de vacunación.

Las icónicas playas de la “Ciudad Maravillosa” amanecieron ayer sábado vacías y bajo un dispositivo policial para cumplir con el decreto municipal que ha prohibido cualquier tipo de actividad en ellas ante el tsunami de contagios y hospitalizaciones por el COVID-19.

Durante este fin de semana no está permitido permanecer en la arena, tomarse un baño o realizar deporte, medida que se une a otras restricciones impuestas anteriormente para intentar reducir la movilidad.

Algunos de los accesos a Copacabana e Ipanema, dos de las playas más populares, en la zona sur de la capital fluminense, estaban bloqueados con cintas para prohibir la entrada a su interior.

Aun así, la Policía tuvo que intervenir en alguna ocasión para retirar a pequeños grupos de personas que estaban en la arena.

Los socorristas también colaboraron en esa labor de cuidar que nadie estuviera en las playas, que en las últimas semanas presentaron un alta afluencia de público, pese a la crítica situación sanitaria de la urbe.

Río de Janeiro es una de las ciudades de Brasil más afectadas por la pandemia, con casi 20.000 muertos -superada por poco por São Paulo, que tiene el doble de población- y cerca de 220.000 infectados con el SARS-CoV-2.

El sistema público de salud de la capital fluminense, donde se puede observar con frecuencia a personas caminando sin mascarilla, está al límite, con el 95% de sus camas de terapia intensiva ocupadas, situación que se repite en prácticamente en todo el país

Es el peor momento desde el inicio de la pandemia, agravada además por la circulación de variantes más infecciosas.

Crítica de Bolsonaro.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que niega la gravedad del COVID-19, criticó en la víspera el cierre de las playas de Río de Janeiro, su cuna electoral.

El mandatario tildó la decisión del alcalde de Río, Eduardo Paes, de “hipócrita” porque, a su juicio, va contra el combate a la pandemia.

“La vitamina D es una forma de uno evitar que el virus le alcance de gravedad. ¿Y uno dónde consigue vitamina D? Tomando el sol, caramba. Es una hipocresía”, señaló a un grupo de seguidores Bolsonaro, a pesar de que no hay una comprobación científica al respecto.

Jair Bolsonaro. Foto: Reuters
Jair Bolsonaro. Foto: Reuters

Horas después, Paes respondía de forma implícita al gobernante y reforzaba en sus redes sociales que “la colaboración de todos es fundamental” para superar la emergencia sanitaria.

“Tenemos claro las vitaminas que todos necesitamos para tener salud. Una de ellas es la vitamina de la solidaridad y contra el negacionismo de lo que viene pasando en todo el país. Queremos salvar vidas. Esa es la vitamina que nos estimula”, indicó Paes.

Emergencia sanitaria.

La extrema situación que golpea a Río y Recife se vive en casi todo Brasil, con buena parte de la red pública colapsada o cerca de ello y cifras cada vez más altas.

Buena parte de los CTI del país están con una ocupación de más del 90% y en algunas ciudades están al máximo de su capacidad.

Hasta la fecha, el COVID-19 ha dejado 290.314 muertes y 11.871.390 de positivos, de acuerdo con lo que informó el Ministerio de Salud.

Este marzo de 2021 ya es el mes más letal de la pandemia en el país, con más de 35.000 muertes.

Brasil es actualmente el lugar del planeta donde más contagios y muertes por coronavirus se registran al día.

El promedio diario de fallecidos está por encima de los 2.000 desde hace dos semanas.

Bolsonaro, por su parte, ha decidido entrar en la Justicia contra las restricciones sanitarias impuestas en algunas zonas del país. En su opinión, medidas como el toque de queda nocturno son “dictatoriales”.

La gravedad de la situación en Brasil queda expuesta por un estudio realizado para el diario O Globo (GDA) por dos especialistas del Instituto de Estudios de Salud Colectiva de la Universidad Federal de Río de Janeiro. En São Paulo, Paraná, Río Grande do Sul, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás y el Distrito Federal la transmisión está descontrolada y no hay capacidad de atender a todos los enfermos, advierten Ligia Bahia y Leonardo Mattos. El trabajo indica que todos los restantes estados recorren el mismo camino y que solo medidas radicales de aislamiento en todo el territorio de Brasil pueden detener el avance del COVID-19.

Bahia explica que la pandemia es dinámica y “las medidas necesarias deben ser de alcance nacional porque los estados y los municipios no están aislados, sino conectados por relaciones de servicios, comerciales y sociales. La decisiones de un alcalde impactan de manera limitada dentro de su municipio si las ciudades vecinas toman las misma medidas”.

Gran desierto.

En Argentina, reina la preocupación en el Gobierno ante la inminencia de la segunda ola de coronavirus y la llegada del frío, al no haber confirmación oficial sobre cuándo estarán disponibles las vacunas de Sinopharm (China) -la estimación que hacen cerca del presidente Fernández es que llegarán esta semana- y Covishield, que se fabrica en la India, pero que se basa en la tecnología de Oxford y AstraZeneca.

Ese fue el mensaje que buscó enviar el presidente Fernández el jueves último en cadena nacional. La analogía que eligió no fue azarosa, porque el jefe de Estado describió a Argentina en un “gran desierto”.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires evaluaba ayer volver a las restricciones a la circulación. Foto: Reuters
Buenos Aires en pandema del coronavirus. Foto: Reuters

La escasez de vacunas -explicó- es un problema mundial. Solo 18 países concentran el 88% de la producción global. A eso se suman los problemas de producción y logística. Esos problemas, que el Gobierno define como “cuello de botella”, no tienen una solución inmediata.

En casi cuatro meses, Argentina se hizo de 4.380.540 dosis y ya superó los tres millones de vacunados. Un ritmo demasiado lento ante las expectativas que había generado el presidente Fernández. A eso se sumaron las quejas de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia ante la posibilidad de quedarse sin vacunas. Lo mismo ocurre en Córdoba y La Pampa. Por eso la alarma y el intento de que la gente tome conciencia del problema que se avecina.

Desde la Casa Rosada advirtieron que los aviones rumbo a China despegarán en los próximos dias, distinta es la situación con las vacunas Covishield. Tras el primer desembarco de 580.000 dosis en los últimos días de febrero, el Gobierno anticipó un segundo cargamento para estos días. A eso se sumaría un nuevo vuelo rumbo a Moscú para buscar más dosis de la Sputnik V.

El Gobierno es esfuerza porque las medidas sanitarias no afecten la economía.

Fue por eso que la ministra de Salud, Carla Vizzotti descartó la vuelta a una cuarentena estricta como sucedió hace un año. La caída de la actividad 10 puntos del último año es un antecedente imposible de repetir en un año electoral.

El 8 de agosto se realizarán las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de las que surgirán los candidatos a los comicios legislativos fijados para el 24 de octubre.

Por eso, el Gobierno será muy prudente. Todas las medidas que se tomén de acá en adelante tendrán que pasar por el tamiz de la economía, pero la amenaza está siempre latente. Como dijo Fernández, es fundamental reforzar los cuidados “para que el COVID no nos vuelva a aislar”.

Cuando pasó un año desde que se dispuso el confinamiento inicial, el Gobierno se propuso para este año electoral vacunar, algo que por ahora solo pudo hacer a cuentagotas.

Protestas en Europa contra las restricciones

Miles de personas salieron a las calles de ciudades en Alemania, el Reino Unido, Suiza, Holanda o Austria, en algunos casos con violencia, para expresar su repulsa por las restricciones en vigor. La manifestación más destacada ocurrió en la ciudad alemana de Kassel (centro), donde se reunieron entre 15.000 y 20.000 personas, informó un vocero policial. En Londres también desfilaron miles de personas. Otras protestas se produjeron en Viena (unos 1.000 participantes), Sofía (500) o en la ciudad suiza de Liestal, donde se concentraron unas 5.000 personas. (Fuente: AFP)

Impacto de la cuarentena más larga del mundo
Alberto Fernández este lunes en el Congreso argentino. Foto: AFP

Ayer se cumpló un año de que el presidente Alberto Fernández dispusiera el inicio de la cuarentena más larga del mundo, como medida para combatir la pandemia de coronavirus. A través del dictado del decreto 297/20, prorrogado sucesivamente, se estableció así en la Argentina el aislamiento social preventivo y obligatorio.

¿Cuáles fueron las repercusiones de la medida?

1. En descenso. La imagen del presidente Fernández cayó más de la mitad. El mandatario, que contaba con un 68% de positividad en marzo pasado, actualmente solo cuenta con el 26.5%. Por otra parte, su imagen negativa se quintuplicó: pasó de un 13% en marzo 2020, a un 55,7% en estos días. El Gobierno preveía contar con 20 millones de dosis para esta altura del año, pero solo 4 millones llegaron al país hasta el momento. Y el escándalo de las vacunas VIP o privilegiadas no ayudó a la percepción de la figura presidencial.

2. Economía. Durante el 2020, la economía de Argentina cayó 10% y el déficit fiscal fue de 20.000 millones de dólares, es decir, casi la mitad de lo que se le adeuda al Fondo Monetario Internacional, o el equivalente a comprar 13 veces la petrolera YPF.

2. Inmuebles. Por su parte, el mercado inmobiliario vivió el peor año de su historia. Se firmaron 18.700 escrituras en la ciudad de Buenos Aires, es decir un 44% menos que en 2019, que ya venía golpeado por la crisis cambiaria. A su vez, las operaciones de crédito inmobiliario fueron mínimas: tan solo 1100 hipotecas, que representan un 64% menos que las realizadas en 2019. Los alquileres aumentaron por arriba de la inflación y la construcción cayó 19,5%, perdiéndose más de 200.000 empleos registrados.

3. Educación. En materia de educación, hubo más de 1.000.000 de alumnos que tuvieron escaso o nulo contacto con la escuela y, de ese universo, según datos del ministerio de Educación, solo se reinsertaron 150.000 alumnos.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad