Visión: una lesión en la retina exige una atención inmediata

Oftalmología. Los accidentes se dan tanto en adultos como en jóvenes

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THE NEW YORK TIMES | JANE E. BRODY

Quizá los ojos sean la ventana del alma, pero la retina es la ventana del cerebro. Cuando la retina se lesiona, la visión es amenazada seriamente y podría perderse por completo si el problema no es atendido rápidamente.

La retina es una capa de tejido en el fondo del ojo que acumula luz transmitida a través del cristalino (lente que enfoca lo que vemos). Células fotorreceptoras especiales convierten la luz en impulsos nerviosos, los cuales son transmitidos al cerebro. En el centro de la retina está un área particularmente crucial, conocida como la mácula, la cual permite que la gente vea cualquier cosa directamente frente a sí, como las palabras en una página, el rostro de una persona, el camino por delante o la imagen en una pantalla.

Cuando el flujo sanguíneo a través de la retina es bloqueado o cuando la retina se aleja de la pared del ojo, lograr que el problema sea diagnosticado correctamente puede ser una emergencia. Los tratamientos modernos pueden hacer maravillas, si se comienzan antes de que el daño sea irreversible. Sin embargo, una demora para acudir al especialista de retina puede disminuir la capacidad incluso de la mejor terapia para preservar o restablecer la visión normal.

Al igual que con todo tejido vivo, la retina depende considerablemente de una provisión constante de sangre que transporta oxígeno. Si eso fuera interrumpido por cualquier cosa, la visión estaría en riesgo. Dos infortunios retinianos, la oclusión de la vena retiniana y el desprendimiento de retina, pueden ocurrir a cualquier edad, pero ambos son más comunes entre personas de edad avanzada.

OCLUSIóN. En julio, David Bronson, de Stone Ridge, Nueva York, ávido lector de 82 años de edad, se percató de que la visión en su ojo izquierdo era un poco opaca. Pensó que la causa era una catarata en formación, pero cuando vio a un oftalmólogo, se enteró de que el problema era más serio: un bloqueo parcial de la vena central que drena sangre de la retina.

La obstrucción ocasionó que se acumulara presión en los capilares que transportan sangre a la retina, que después se filtró al centro del ojo, opacando la visión. La obstrucción y sus consecuencias son análogas a un tubo obstruido en un lavadero: si el agua sigue entrando se derramará por la parte superior.

La oclusión de la vena retiniana es una causa común de pérdida de visión en personas de edad avanzada, solo después de la retinopatía diabética como un desorden de vasos sanguíneos de la retina, con base en información de un informe publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra.

A diferencia de la experiencia de Bronson, la oclusión de la vena retiniana se relaciona con frecuencia con una rama venosa, lo cual es menos grave y en la mitad de los casos se resuelve por sí sola en un plazo de seis meses. Si hace falta tratamiento, la mayoría de los pacientes, aunque no todos, responden bien a la terapia con láser. La oclusión de la vena retiniana puede ocasionar inflamación de la mácula y pérdida de la visión central. Bronson está siendo tratado con inyecciones mensuales en el ojo.

Los autores del artículo, Tien Wong, de la Universidad Nacional de Singapur, e Ingrid Scott, del Centro de Oftalmología Hershey de la Universidad Estatal de Penn, notaron que la oclusión de la vena retiniana ocurre en una o dos personas de cada 100 mayores de 40 años, con mayor frecuencia debido a un coágulo y arteriosclerosis, endurecimiento de arterias retinianas que ejerce presión sobre una vena retiniana.

La hipertensión arterial, el único problema adicional de salud de Bronson, es el principal factor de riesgo para este desorden, pero la oclusión de la vena retiniana también se asocia con diabetes, elevados lípidos en la sangre, tabaquismo, enfermedad renal y glaucoma.

Típicamente los pacientes presentan una pérdida repentina de visión, sin dolor, en un ojo. El grado de pérdida de visión depende del daño de la retina y si la mácula está involucrada. La mayor parte del tiempo, se puede hacer el diagnóstico con un examen clínico, aunque a menudo se hace un estudio conocido como angiografía con fluoresceína para evaluar la severidad.

DESPRENDIMIENTO. El desprendimiento de retina, que ocurre en aproximadamente 18 de cada 100.000 personas al año, es mucho menos común pero con más probabilidad de causar pérdida permanente de la visión. Mientras más tiempo pase desprendida la retina, menores serán las probabilidades de restablecer la visión, así que es vital reconocer los síntomas y buscar sin demora la atención de un oftalmólogo.

El desprendimiento no causa dolor pero casi siempre ocasiona síntomas, con frecuencia antes de que empiece el desprendimiento: una aparición repentina de muchos objetos "flotantes`` -manchas, cabellos o hilos- en su visión; repentinos destellos de luz incluso cuando sus ojos están cerrados; o una sombra sobre parte de su campo visual.

Donald Distasio, de Syracuse, Nueva York, tenía 61 años cuando dijo que empezo a ver "objetos flotantes y borrosos en la esquina interna de mi ojo derecho``. Su optometrista sospechó que era un desprendimiento de retina y envió de inmediato a Distasio a un cirujano retiniano, quien le explicó que el gel vítreo en el centro de su ojo había dado un tirón a la retina, ocasionando que se desgarrara.

Los huecos o desgarros retinales también pueden resultar a partir del adelgazamiento de la retina en la edad avanzada o de otras enfermedades del ojo. Una vez que la retina se desgarra, el fluido vítreo puede filtrarse detrás de ella y empujarla lejos de la pared del ojo.

La cifra

18 De cada 100.000 personas a nivel mundial sufren desprendimiento de la retina.

LAS CLAVES

Accidentes de la retina

Dos accidentes retinianos: la oclusión de la vena retiniana y el desprendimiento de retina, pueden poner en riesgo la visión. Ocurren a cualquier edad, pero ambos son más comunes entre personas de edad avanzada.

Oclusión de la vena retiniana

La oclusión de la vena que irriga sangre a la retina ocurre en una o dos personas de cada 100 mayores de 40 años, en general debido a un coágulo y arterosclerosis, endurecimiento de arterias retinianas que ejerce presión sobre una vena retiniana.

Factores de mayor riesgo

La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para la oclusión pero también se asocia con diabetes, elevados lípidos en la sangre, tabaquismo, enfermedad renal y glaucoma. Los pacientes presentan una pérdida repentina de visión, sin dolor, en un ojo.

Tratamiento si se desprende

El desprendimiento de retina puede tratarse con un tratamiento conocido como retinopexia neumática. Una burbuja es inyectada en la cavidad vítrea. A medida que el gas se expande, presiona a la retina contra la pared del ojo y cierra la ruptura.

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