El caso de Nancy, una mujer de Maldonado que puso a la venta su riñón en Internet por necesidad económica, disparó diversas reacciones: deseos de imitarla, campaña de ayuda, intentos para que desista y críticas a la mercantilización de órganos.
Nancy, quien habló con El País pero se negó a que se publicara su apellido, aseguró que sigue adelante con su idea de comercializar uno de sus riñones para intentar salir de una difícil situación económica. Es consciente de que esa práctica está prohibida en Uruguay y puede ser sometida a proceso judicial si concreta la iniciativa.
El artículo 14 de la ley 14.005 establece que "el que por ceder un órgano o un tejido" recibiere "por sí mismo o por un tercero, dinero u otro provecho o aceptara su promesa, será castigado con la pena de seis meses de prisión a cuatro años de penitenciaría". Agrega que "con la misma pena será castigado el que pagare en dinero o diere otro provecho por efectuar algunas de las operaciones descriptas precedentemente".
"Entre lo que aparentemente es un delito en el que no se perjudica a nadie -lo hago con algo que es de mi propiedad- y cometer un delito que perjudique a otro, como vender pasta base o robar cajeros automáticos, prefiero el que cause menos males", afirmó.
"Si vendo uno de mis riñones no perjudico a nadie. Ayudo a salvar a una persona a cambio de poder tener una vida. Es mejor que venda uno de mis órganos y no que me mate. Esta vida no la aguanto más", sostuvo, al dejar en claro que en más de una oportunidad pensó en suicidarse.
Nancy dijo que no "aguanta más" sufrir "en cuotas", perder todo lo que tiene y ver qué mal la pasa su pequeña hija. Sostuvo que prefiere sufrir "de una sola vez y continuar con una vida sana".
La mujer dijo que en las últimas horas solamente recibió llamados de medios de prensa y de personas curiosas por la situación que atraviesa, pero ninguno interesado en adquirirle el órgano de su cuerpo que ofrece en venta.
Otro vendedor. El caso de Nancy hizo que un montevideano de 67 años pensara también en vender su riñón. El hombre llamó a El País y dijo que prefiere mantener el anonimato. Contó que está jubilado y que quiere el dinero para hacer un viaje a España antes de morirse.
Ante estos casos, la directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante, Inés Alvarez, dijo que se intenta "llegar a la persona" con un equipo de psicólogos de la institución. Ellos tratan de ubicar a quien quiere vender su órgano y le informan del "error en el que incurre". "Se les explica que pueden tener una sanción penal", afirmó Álvarez ayer a Observa.
La jerarca dijo que este tipo de casos son generalmente de personas de contextos sociales críticos, que están en situaciones desesperadas, y no cuentan con la información suficiente como para saber que están incurriendo en un delito. Agregó que en la enorme mayoría de los casos se logra convencerlos.
En Maldonado, en tanto, desde los estrados judiciales se entiende que el anuncio publicado por la mujer en una página de avisos de Internet puede configurarse como un acto preparatorio de un presunto comportamiento ilícito de difícil prosecución. La justicia penal actuará si se comprueba la transacción entre dos personas por un caso de este tipo, señalaron las fuentes a El País.
Buenos Aires ayuda. El caso cruzó la frontera. En Buenos Aires, la Red Solidaria inició una campaña "de ayuda" a Nancy y pidió alimentos, ropa de abrigo y medicamentos. El comunicado dice que la legislación de Uruguay y de Argentina "prohibe la venta de órganos, ya que promueve el mercado negro e incrementa las sospechas que hacen que disminuya el número de donantes".
Sin "mercado negro". Javier Erlichman, secretario de la Asociación de Trasplantados de Uruguay, dijo desconocer otros casos de ventas de órganos de uruguayos por la red. Añadió que por más que la mujer quiera comercializar su riñón, eso en la práctica no es posible ya que hay que tener toda una infraestructura para realizar un trasplante: CTI, sala de operaciones y profesionales.
Según Nelson Dibello, nefrólogo y jefe de servicio del Hospital Evangélico, un trasplante ilegal no es posible: "¿Cómo se va a poder hacer a escondidas cuando hay involucrados por lo menos 100 profesionales en cada trasplante?", dijo.
Erlichman fue enfático al señalar que no está de acuerdo con "la venta de órganos". Por otra parte, señaló que "lamentablemente" en Uruguay no se puede donar en vida un órgano si no se es familiar del receptor. Actualmente hay 377 personas a la espera de un riñón, indicó.
Miguel Sluckis, presidente de la Asociación de Trasplantados de Uruguay, dijo desconocer otros casos de venta de órganos por Internet en Uruguay, aunque sí sabe de otros países. "No hay un mercado negro porque es un país chico, se requiere una cantidad importante de especialistas y la compatibilidad", dijo a El País.
Sluckis añadió que "la mercantilización debe ser lo peor que existe". Además, dijo que Uruguay tiene "un sistema único en el mundo", por el cual el Fondo Nacional de Recursos financia los trasplantes de quien lo necesite.
Desde la Fundación Renal del Uruguay, su presidente Mauricio Zavalla dijo que en México, el gobierno optó por eliminar de Internet un aviso donde una persona vendía un riñón. Enfatizó que aquí la práctica no está permitida y que sería imposible concretarla por la cantidad de personas que se necesitan para el procedimiento y por el seguimiento necesario del paciente.
Campañas. En Uruguay hay numerosas iniciativas para fomentar la donación de órganos. Mundialmente se destaca la transparencia del sistema local.
Las cifras
592.000 es el número de donantes positivos que había en Uruguay a finales del 2006, según el Instituto de Donación y Trasplante.
377 es la cantidad de personas que están en lista de espera en Uruguay para recibir un trasplante de riñón.
Pasos para hacer un trasplante y dónde donar
Toda persona mayor de edad puede manifestar su deseo de ser donante de órganos cuando muera. También puede señalar su voluntad de no serlo.
El consentimiento o la negativa es recabado al momento de afiliarse a una institución médica, al gestionar el carné de asistencia o de salud o al alta de internación.
Ante la muerte (muerte cerebral certificada por dos médicos) de un donante la institución de asistencia médica avisa de la muerte al Instituto Nacional de Donación y Trasplantes (INDT).
El INDT consulta en la base de datos para verificar si la persona era donante. Si es donante un médico intensivista y una psicóloga del INDT se trasladan al centro asistencial para hablar con la familia del fallecido. Se estudian compatibiliades y cuando se obtienen los perfiles genéticos más parecidos, se le asigna en una lista cada órgano a los receptores.
La donación en vida se puede hacer sólo cuando el donante y el receptor sean "parientes por consanguinidad o afinidad en línea recta o en la colateral hasta el cuarto grado, o cónyuge con una antigüedad de dos años, o mantengan un concubinato estable". Para ser donante puede escribir a: indt@hc.edu.uy
Caso de tráfico en el año 90
En la década de 1990 fue desbaratada una organización que traficaba órganos desde Uruguay hacia Brasil. La banda fue descubierta por un equipo en el que participaba el ex oficial, Washington De María, que luego fue procesado por tres homicidios como co autor.
La oferta de órganos en Internet es bastante común en otros países. Sin embargo, si se busca en Google por venta de órganos en Uruguay, sólo aparece el caso de la mujer de Maldonado, dispuesta a vender un riñón.
En la web aparecen ofrecimientos de peruanos, mexicanos y españoles que venden no sólo riñones sino médula ósea y tejido de hígado.