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Una alegría que se festeja toda la vida

Día del Abuelo. Aunque en Uruguay no es muy celebrado, abuelos famosos o con nietos reconocidos se animaron a contar sus vivencias Todos coinciden en que la experiencia les cambió la vida

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DÉBORAH FRIEDMANN Y ANA PAIS

Si bien el Día del Abuelo que se festeja hoy no es una fecha muy celebrada entre los uruguayos, a abuelos reconocidos o anónimos con nietos famosos les divierte la idea de contar cómo es desempeñar esa importante y gratificante tarea.

"¡Fue tan lindo el gol! Me encantó porque también dio pruebas de que, aunque lo dejaron un rato sentadito, lo aceptó con alegría y cuando entró mostró en pocos minutos que es capaz", dice la abuela de Sebastián "Loco" Abreu sobre el gol de su nieto en el partido de Uruguay contra Perú del martes pasado.

La señora de 87 años, a la que todos llaman "Chiquichí", intenta no perderse partidos del actual jugador de River Plate argentino. "Estoy muy orgullosa de que esté dando un ejemplo a toda la juventud para decirle `no` a las drogas y al alcohol", cuenta, aunque hace poco le llamó la atención a Abreu porque lo había escuchado decir muchas malas palabras por televisión. "Lo que pasa es que el ambiente te absorbe", le respondió él.

Pocha está menos acostumbrada a tener a sus nietos lejos. El menor de los dos que juegan al fútbol, Robert Flores, se fue hace una semana a jugar al Villareal de España.

"Son sentimientos encontrados: por un lado te da satisfacción porque trabajó mucho para eso, pero por otro te están sacando algo", dice.

La abuela cuenta que hace mucho tiempo que no va "a la cancha, desde que Peñarol empató con River", que en términos no futbolísticos quiere decir desde el 23 de febrero. Igual mira a Robert y Darío por televisión, pero aclara que ya no se pone tensa con los partidos. "Sólo paso los nervios lógicos del momento", afirma.

"En esta familia es difícil que no les guste el deporte", afirma Ricardo Piñeyrúa sobre sus cuatro nietos. El más grande tiene 6 años, juega al fútbol en el club Maeso y "estamos tratando de convencerlo para que sea de Defensor", cuenta. Con 4 años, "a los mellizos (hijos del conductor Jorge Piñeyrúa, "el Piñe") también les gusta jugar, pero todavía se aburren si van a la cancha".

"Siempre digo que los nietos fueron lo más lindo que me pasó en la vida desde el punto de vista afectivo. A partir de que nació el primero, cuando tenía 49 años, cambió mi percepción de las cosas, me hicieron ver la vida de nuevo", dice el periodista deportivo.

De todos modos, se define como un abuelo severo al momento de poner límites, pero más flexible de lo que era con sus hijos: "Era muy intransigente como padre, por ejemplo, con que no se podían levantar de la mesa ni ver la tele hasta que terminaran de comer. Hoy veo que no son tan importantes y pienso que también forma parte de su crecimiento".

Roy Berocay también fue abuelo desde muy joven. "Me agarró en plena actividad profesional, es un vínculo distinto porque no tenés todo el tiempo para ellos", explica el escritor y músico.

Hoy tiene seis nietos de edades entre 4 y 13 años, con los que disfruta de charlar y divertirse. "Como abuelo tenés la ventaja de que podés embromar con ellos y cuando se portan mal se los devolvés a los padres", dice.

Cuando en 1994 escribió El abuelo más loco del mundo, Berocay se inspiró en su propio abuelo y en su suegro. Varios años después, él también tiene algo de ese personaje poco convencional: "Todos mis nietos me fueron a ver tocar (con La Conjura), cantan, saltan y gritan. Es una situación bastante insólita porque tocás en una banda de rocanrol y adelante hay un grupo de gurises agitando que son tus nietos".

"LOLÓ" Y "LALO". Al precandidato presidencial colorado y diputado José Amorín Batlle le gusta compartir "todo" con su nieta María Clarita, que cumplirá dos años en agosto. Es hija de su primogénito, José Ignacio y de Verónica Lazarte.

"Cuando está Clarita en casa se reúne todo el mundo alrededor de ella. Es el centro de atención de toda la casa", cuenta. También sus sobrinos "aprovechan para jugar con el `juguete` nuevo".

A Amorín, Clarita no le dice abuelo ni José. Le inventó un nombre. Para ella es "Loló", dice orgulloso. "Me gusta jugar con ella. Se me tira arriba, bailo y se mata de risa", señala.

María Julia Pou, quien fue primera dama y senadora nacionalista, festejará hoy el Día del Abuelo con sus tres nietos, los mellizos Luis Alberto y Violeta, y con Manuel, hijos de Luis Alberto Lacalle Pou y de Loli Ponce de León.

"Mis nietos me cambiaron muchísimo la vida. Me abrieron una puerta distinta del corazón que no sabía que la tenía", señala. En especial, disfruta de "enseñarles cosas", de "mostrarles el mundo".

Por estos días los mellizos, que cumplirán 4 años el 8 de agosto, comenzaron a preguntar qué es leer.

"Es una maravilla. Son cosas que les enseñaba a mis chicos", dice Pou. También le encanta que le digan que la quieren "mucho, mucho".

Los momentos compartidos por Julia con sus nietos son muchos y las anécdotas también. En especial recuerda una de la última Navidad, cuando fue a hacer con ellos el pesebre. "Tenemos un niño Jesús bastante antiguo. El mellizo me pregunta: `¿quién es la madre de este niño?`. Entonces yo le explico y él me contesta: `Se ve que no se ocupa mucho de él, no tienen sábanas ni frazada`", cuenta entre risas.

A Eduardo "Lalo" Fernández, secretario general del Partido Socialista, sus cuatro nietos Patricio (11), Lorenzo (4), Valentino (2) y Nazareno (un mes y medio) le cambiaron "mucho la vida". "Uno se engancha con los nietos de otra forma. Los hijos son la referencia y la responsabilidad directa como padre. El abuelo es una cuestión que tiene más flexibilidad, es aquella referencia que el niño tiene para sentir otro tipo de cariño", comenta.

A Fernández le gusta el cariño que recibe de sus nietos, pasear con ellos y visitarlos. Escuchar que le dicen "abuelo Lalo" ya es un regalo: lo hace sentir "muy bien".

Un país que era de nietos y ahora es de abuelos

Uruguay pasó de ser un país de nietos a convertirse en un país de abuelos. En 1908 los preescolares superaban ampliamente a los ancianos. En promedio, cada "abuelo" de 65 años y más tenía siete nietos. "Este valor es reflejo de una alta natalidad, con una fecundidad de cinco hijos por mujer, producto de tasas de mortalidad en las edades jóvenes y por ende pocas personas llegando a la tercera edad", señaló Américo Migliónico en su trabajo La salud uruguaya en el siglo XX. La mortalidad: cambios, impacto, perspectivas.

En 1950, la situación cambió producto de una gran caída en la fecundidad a casi a la mitad y una disminución de la mortalidad. Para 1970 las ancianas superaban a las niñas, indicó. "En 1990 en los dos sexos es mayor el número de `abuelos` que el de `nietos` y para el año 2.000 hay dos `abuelas` para cada `nieta`", afirmó.

Dentro de una misma ciudad hay, según Migliónico, situaciones diversas. En Montevideo, según datos del censo de 1996 existen barrios donde hay tres niños por cada adulto mayor y otros en los que cada nieto "tiene" tres abuelos.

Hay un cambio "en la estructura de edades, con el continuo envejecimiento de la población. De ser una sociedad de "nietos" (menores de 5 años) a comienzos de siglo, se pasa al final de siglo, a una predominancia de "abuelos", especialmente en el sexo femenino", concluyó.

CELEBRACIÓN. A nivel oficial la conmemoración central del Día del Adulto Mayor se realizará hoy a la hora 10 y 30 en el Hospital Geriátrico Dr. Luis Piñeyro del Campo.

El ministro interino de Salud, Miguel Fernández Galeano, encabezará la ceremonia donde quedarán habilitadas obras edilicias y una huerta terapéutica.

También desarrollarán actividades culturales y recreativas, con grupos musicales.

En San José, el Hogar de Ancianos también realizará un festejo. A la hora 11 comenzarán los actos con un homenaje al prócer en el Monumento de "Artigas en la Ancianidad", obra de Hugo Nantes, que se emplaza en el propio Hogar. Para las 12 horas se anunció un almuerzo compartido. A partir de las 15 horas habrá un espectáculo artístico, con actuación de músicos y conjuntos de danzas.

En Rivera, en tanto, la Oficina del Adulto Mayor organiza para hoy a las 16 y 30 horas una actividad en el Teatro Municipal. Allí se presentarán Nario Recoba y el Grupo Ventarrón. La entrada es libre y se sortearán premios.

Hoy, además, comenzarán a recibir aspirantes jubilados y pensionistas para operarse gratuitamente de cataratas en el Hospital de Ojos que funciona en el Hospital Saint Bois. Se prevé que se beneficien más de 500.000 adultos mayores.

Cuatro formas distintas de cumplir con el rol de Abuelo

1 Ricardo Piñeyrúa - Periodista

Todos los veranos, Ricardo "Profe" Piñeyrúa reúne con su mujer a sus dos hijos, Jorge y Verónica, y a sus cuatro nietos en su casa del balneario San Francisco, Piriápolis. "Trato de verlos todo el tiempo posible, los llevo a comer a lugares con pelotero, al fútbol...". Pero no siempre le resulta fácil tenerlos, ya que ambos hijos están separados y las coordinaciones exigen mayor antelación.

2 Eduardo Fernández - dirigente político

Los cuatro nietos que "Lalo" Fernández tiene de su hija Carolina (en la foto están Patricio, Lorenzo y Valentino; falta Nazareno, de 1 mes y medio) le cambiaron la vida. A diferencia del rol de padre, el de abuelo le permitió ser más flexible. El sólo escuchar que le dicen "abuelo" ya le da una alegría. La cara de satisfacción de los nietos cuando les lleva algún regalito también es de los momentos que más disfruta.

3 Sebastián "Loco" Abreu - Futbolista

Esté jugando en Argentina, Brasil, España o México, la abuela de Sebastián Abreu intenta llamarlo todas las noches desde Minas. En la foto, el "Loco" está con su madre, María, y con su abuela, a quien todos llaman "Chiquichí". Si bien el jugador tiene un museo en su nombre, la abuela tiene el propio: dice que reunió tantas fotos que ya "no le da el bolsillo para los portarretratos".

4 José Amorín Batlle - político y abogado

María Clarita, que cumple dos años en agosto, es la primer nieta de los Amorín y los Lasarte. Su nacimiento fue "todo un cambio" para ambas familias, cuenta su orgulloso abuelo. Clarita es además el centro de atención en las reuniones familiares. Amorín disfruta particularmente de jugar con su nieta, que se ríe mucho si él le "baila" y también de que le haya puesto un nombre: lo llama "Loló".

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