Redacción El País
Este martes 15 de abril se cumplen 9 años del tornado en la ciudad de Dolores, en el departamento de Soriano, "uno de los desastres súbitos más severos de la historia del Uruguay", recuerda el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).
Este fatídico episodio "evidenció la necesidad de respuestas coordinadas ante emergencias y la importancia de la fase de recuperación y la resiliencia de las comunidades", recordó el Sinae.

Tornado en Dolores: lo que pasó ese día
El 15 de abril de 2016 un tornado azotó la ciudad de Dolores con vientos que alcanzaron entre 250 y 330 kilómetros por hora. Diez personas murieron: cinco a causa del tornado y otras cinco por las inundaciones generadas por el fenómeno.
"El tornado dejó un saldo devastador: 1,643 padrones resultaron afectados, de los cuales 251 sufrieron pérdidas totales, 521 daños mayores y 871 daños menores. En total, 163 locales comerciales en 67 manzanas se vieron impactados. El 48% de ellos fueron destruidos, el 18% dañados y el 34% presentó alguna afectación", recordó el Sistema Nacional de Emergencias. Además, 12,470 personas fueron desplazadas.



En 2023, para un especial elaborado por El País, el director del Hospital de Dolores, Gerardo Mezquida, detallaba que hubo “gente que quedó muy mal psicológicamente” a raíz del evento meteorológico. Sin embargo, a nivel de salud no existe ningún estudio que haya analizado las consecuencias del desastre natural, como datos en cuanto al incremento de asistencia psicológica o psiquiátrica. Ni siquiera se tienen contabilizados los heridos que fallecieron meses o años después a causa de las complicaciones que les provocaron las lesiones por el tornado.
La respuesta ante la emergencia
A través de un comunicado, Sinae apuntó que "en Uruguay, como ocurre en otros países, la evolución de la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD) ha estado marcada por la ocurrencia de eventos extremos que han puesto de manifiesto las carencias institucionales y la necesidad de avanzar en esa dirección".
Entre esos eventos fatales se recordó el incendio que afectó el Palacio de la Luz, en 1993, o el ciclón extratropical de agosto de 2005.
Ante la necesidad de mejores mecanismos de respuesta ante emergencia, fue que se creó la Junta Nacional de Emergencias y Reducción de Riesgos (JNERR), un ámbito de coordinación del Poder Ejecutivo para definir políticas públicas de reducción de riesgos y atención a emergencias y desastres.
