Redacción El País
Aclaración: en una primera instancia se informó que los ministerios de Turismo y Educación y Cultura, la Intendencia de Montevideo y Antel apoyaban este evento, como estaba consignado en la página oficial del festival. Sin embargo, las cuatro instituciones remarcaron a El País que no respaldan esta iniciativa y que se utilizaron sus logos sin su consentimiento. A los involucrados, las disculpas del caso.
"La única relación de Antel con el evento señalado, es que arrendó la locación en las condiciones y precios de costumbre", informaron desde el organismo a El País. Antel aclaró que "ni auspicia, ni participa de la organización y/o realización del evento".
El domingo 3 de marzo se realizará en la Torre de Antel el Yoga Fest, un evento que contará con actividades a cargo de un instructor rumano de la Academia de Yoga Ananda, una institución que supo ocupar titulares de prensa por su relación con una presunta trama de violación, trata de personas y secuestro.
De hecho, el guía espiritual de Ananda, Gregorian Bivolaru, un hombre también rumano, fue detenido en noviembre por la Policía de Francia.
En la página web del evento (yogafestuy.com) se consigna el apoyo al festival de parte del Ministerio de Educación y Cultura, el Ministerio de Turismo, Uruguay Natural y la comuna capitalina. Sin embargo, todos los entes informaron que no dieron ningún tipo de respaldo a esta iniciativa.
La entrada anticipada cuesta $ 100 y los organizadores, que desplegarán 44 stands, esperan más de 2.000 participantes.
De 13 a 14 horas, se propone una meditación que guiará el rumano y que lleva por nombre “Descubre tus potenciales latentes”, la que invita a explorar “las profundidades de tu ser interior” y despertar “las posibilidades que aguardan tu reconocimiento”.
Entre las 22 actividades del festival, hay otras dos a cargo de la Academia de Yoga Ananda: a las 15 horas habrá una “sesión guiada de práctica de posturas corporales en pares (asanas) específicamente estructuradas para descubrir nuevas cimas de armonía, amor y conocimiento de sí”, y a las 20 horas se propone “Meditación en espiral Yang”, lo que se presenta como un “método único de meditación en grupo donde los participantes forman una espiral ininterrumpida para elevar la conciencia colectiva”.
En la página web de la academia, en la sección “Sobre nosotros”, se destaca que “el profesor de yoga Gregorian Bivolaru es el fundador y mentor espiritual de la Escuela Esotérica de Yoga Integral M.I.S.A. de Rumania, autor del curso de Yoga Esotérico Integral, coautor del curso de Tantra Yoga Esotérico ofrecido por la Federación de Yoga Atman, y autor de numerosos libros y publicaciones espirituales”. Además, se asegura que “para cientos de miles de personas que han descubierto la espiritualidad y enriquecido sus vidas siguiendo sus enseñanzas y consejos, es un ser excepcional, un auténtico guía espiritual, que ha ayudado a la transformación profunda de su vida de forma positiva”.
La Policía de Francia tiene otra visión sobre la trayectoria de Bivolaru, que era buscado por Europol hace siete años y ya había estado preso en Rumania por haber abusado sexualmente de una menor de edad. La operación que lo detuvo en noviembre movilizó a 175 policías franceses y permitió la liberación de 26 mujeres que fueron encontradas junto a Bivolaru en condiciones de higiene “deplorables”, según informó AFP.
Defensa
El profesor coordinador principal de la Academia Ananda, de nacional rumana, es ciudadano uruguayo desde hace mas de 14 años, según la web institucional y fue investigado por Fiscalía en Uruguay, pero la causa se archivó por falta de pruebas de delitos.
Tras tres denuncias contra la Academia Ananda, la fiscal Sabrina Flores pidió formalizar la investigación en su contra en 2018, bajo el argumento que “en ese pseudo retiro espiritual” al que llevarían a una joven uruguaya a Rumania “se realizarían filmaciones pornográficas, las que reportarían un ingreso económico para la secta, siendo algunas de ellas utilizadas en el circuito del cine pornográfico”.
Diego Camaño, abogado defensor del rumano indagado en Uruguay, celebró el archivo de la causa y dijo entonces que su cliente “no tiene nada que ver” con Bivolaru y, si bien él fue quien le firmó el certificado de instructor, “jamás se conocieron”.
“Sí hubo personas que viajaron a Rumania desde Uruguay. Es totalmente habitual en la práctica del yoga realizar actividades. Y si practicaban orgías, ¿cuál es el tema delictivo?”, se preguntó el abogado en 2019.