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El INAU denunció a cinco ONG por faltante “de cientos de millones de pesos”

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Pablo Abdala. Foto: Estefanía Leal.
Nota a Pablo Abdala, abogado y politico uruguayo, Presidente del INAU, Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, en su oficina, Montevideo ND 20220624, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

ENTREVISTA A PABLO ABDALA

El jerarca recuerda que, en 2020, el Directorio del organismo denunció a organizaciones sociales que no solo “incumplieron sus obligaciones”, sino que además “encontramos faltantes” de recursos.

Pablo Abdala habla con tranquilidad sobre los episodios de violencia más crueles de nuestra sociedad, esos que involucran a las personas más indefensas del sistema: niños y adolescentes. Sin embargo, su visión es optimista. Si bien reconoce que el problema de la violencia que se ejerce contra menores es de gravedad, cree que Uruguay va en el camino correcto tanto para prevenir como para atacar estas “situaciones abyectas”, tal como él las define.

-¿Cuál era la situación de las dos adolescentes institucionalizadas que fueron explotadas sexualmente en San José?

-Las adolescentes parece que fueron víctimas de una red de explotación. La investigación ya tenía más de un año y medio aproximadamente y en función de indicios y sospechas, que no estaban del todo confirmadas, eventualmente esa preocupación se dio a conocer a la Justicia, tanto al fiscal como a la jueza departamental. Desde ese entonces hay una actuación conjunta con el INAU que el fin de semana pasado tuvo una circunstancia disruptiva.

-¿Qué provocó que las menores denunciaran?

-Las dos adolescentes tuvieron una salida no autorizada y después los hechos indicaron muy claramente que estaban siendo explotadas y agredidas. Una de ellas fue la que se presentó nuevamente al hogar y por la crisis que estaba atravesando, se abrió emocionalmente. Dio toda la información y por lo tanto aportó datos relevantes que después desencadenó en lo que todos conocemos. Estos casos se dan en el contexto de una situación que a todos nos debería preocupar, que es la violencia en sus más diversas formas que se ejerce contra niños y adolescentes.

-¿Los hogares deberían tener un mayor control con respecto a las salidas?

-Probablemente. Yo no voy a postular, y menos en un contexto de estas características, que todo lo que se hace, se hace bien y que no hay nada para mejorar. El sistema INAU es muy grande, compuesto por 142 centros de 24 horas a lo largo y ancho del país y permanentemente tenemos que revisar procedimientos y hacer autocríticas. También es verdad que en términos generales los equipos de territorio y los equipos de educadores, asistentes sociales y psicólogos, trabajan con una gran vocación y con un gran sentido de responsabilidad.

-¿Hay algún proyecto en relación a la explotación sexual?

-Sí, tenemos un proyecto que espera la aprobación del Directorio y que busca crear un hogar de breve estadía para adolescentes que fueron víctimas de explotación sexual. Es una carencia que tiene el sistema y que nosotros queremos compensar. Creemos que no es bueno que en esa etapa inmediatamente posterior a los hechos, las víctimas ingresen a una residencia con otras adolescentes que están en otra situación o en otra realidad. Después que se supere esa etapa inicial, los adolescentes puedan ser vinculadas con una Familia Amiga o eventualmente volver con un algún referente afectivo.

-¿Organizaciones como Gurises Unidos o El Paso, que se dedican a proteger a menores que fueron víctimas de abuso y explotación sexual de menores, trabajan en conjunto con el INAU?

-Sí, no solo trabajamos en conjunto, sino que son organizaciones que tienen convenios con INAU desde hace mucho tiempo. Sin embargo, iniciamos un proceso de revisión de estas dos asociaciones civiles con el propósito de rescindirlos y hacer un nuevo llamado para licitación. Esto no se decide porque haya insatisfacción con el trabajo de El Paso o de Gurises Unidos, sino porque aspiramos a tener contraprestaciones más intensas y más profundas de las que estamos recibiendo en la actualidad.

-¿La asociación del INAU con organizaciones sin fines de lucro es favorable?

-Sí, ha sido exitosa a lo largo de las décadas. De todas formas, eso no quiere decir que no haya excepciones. Nosotros hemos auditado varios proyectos y hemos tenido situaciones particulares que nos han conducido a rescindir convenios y a formular denuncias penales. En 2020, cuando se hicieron las primeras auditorías, hicimos cinco denuncias con relación a cinco organizaciones sociales que no solo incumplieron sus obligaciones, sino que además encontramos faltantes de recursos, partidas que no fueron rendidas adecuadamente y todo eso hoy está en conocimiento de la Justicia. Estamos hablando de faltantes de cientos de millones de pesos que nunca fueron rendidos.

-¿Cuáles son esas organizaciones?

-Centro de Participación Popular (CPP), Centro Asistencial Materno Infantil Chuy (CAMI), Fundación IMCOS (Aldea de la Bondad), Gianella por la Vida, y Servicios y Acciones por la Infancia (SAI). Reitero que, siendo situaciones graves y relevantes, no dejan de ser casos excepcionales.

-¿Cuánto dinero le otorga el INAU a cada ONG?

-El INAU tiene un presupuesto en el entorno de 400 millones de dólares, es el quinto presupuesto nacional. Está solo por debajo de la ANEP, del Ministerio del Interior, de ASSE y de la Universidad de la República. Y de ese presupuesto el 50% se dedica al rubro transferencias que es el que financia los convenios con la sociedad civil. Nosotros administramos más de 900 convenios, allí entran los 460 CAIF, los 170 clubes del niño y los 130 centros juveniles, entre otros convenios.

-¿Cuántos niños forman parte del sistema de protección del INAU?

-7.500 niños y adolescentes, de los cuales 3.100 están viviendo en hogares y el resto están en contexto. Este segundo grupo está bajo seguimiento del INAU, por orden del juez, a causa de violencia, de debilidades en lo económico o por situaciones de consumo problemático. Muchas veces ocurre que están con la familia un período y otro período ingresan a los centros 24 horas.

Pablo Abdala. Foto: Estefanía Leal.
Pablo Abdala. Foto: Estefanía Leal.

-¿Con qué situación del INAU se encontró cuando asumió el cargo en 2020?

-Encontré fortalezas y debilidades. Yo siempre digo que la mayor fortaleza que había entonces, y que probablemente siga habiendo hoy, es el sentido de compromiso de los trabajadores. Me parece que Uruguay es un país donde la infancia y la adolescencia históricamente ha tenido una centralidad importante. Por otro lado, por supuesto que encontré debilidades desde el punto de vista de los procesos administrativos, desde el punto de vista del régimen de las adopciones y notoriamente en el contralor del cumplimiento de los convenios con las ONG.

-¿Cómo reparó estas irregularidades?

-Creamos una unidad de contralor financiero y contable para esos 900 convenios y esto ha sido un enorme acierto. Por supuesto no me afilio a la tesis refundacional. El INAU es una institución con muchas capacidades y con muchos activos que vienen de la historia, y seguramente los gobiernos del Frente Amplio mejoraron muchas cosas.

-Somos el país con la mayor tasa de niños institucionalizados de la región, seguido de Haití y Surinam, ¿qué piensa del proyecto de ley de la colación que busca promover la “desinternación”?

-Estuve reunido con la senadora Carmen Sanguinetti y su propuesta me parece una excelente idea y creo que es oportuno que el tema tome estado parlamentario. Puede enriquecernos para establecer instancias o alternativas preventivas, que eventualmente puedan contener la necesidad de internar y, al mismo tiempo, estrategias para que la internación sea el último recurso. En promedio, los niños uruguayos permanecen en el sistema de protección durante 52 meses.

-¿Qué es lo que debería mejorar del sistema uruguayo?

-Para prevenir la internación y para desinternar con más eficacia necesitamos un INAU fuerte y necesitamos centros de tiempo parcial con más presencia en el territorio. Yo considero que hoy tenemos un INAU más fuerte, más vigoroso y más expandido en el territorio, que el que teníamos hace dos años. Han aumentado la cantidad de centros (se abrieron 21 CAIF en lo que va del año) y en que haya más cupos de atención en ellos. Estas instituciones son fundamentales porque ayudan a fortalecer a las familias.

-¿Cómo se enfrenta el INAU a los 7.035 casos de violencia infantil en 2021?

-Estamos frente a un problema que se agrava, pero al mismo tiempo lo conocemos mejor y venimos mejorando la respuesta, por ejemplo con la creación del Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV). Estas cosas pasan porque la institución familiar obviamente hoy es más débil que antes.

-¿Cómo está funcionando el sistema de acogida?

-En 2021 hubo 330 familias que se incorporaron al sistema de Familia Amiga y 550 niños y adolescentes que integran este sistema. En el global estamos hablando de 1.200 familias de acogida que atienden a unos 2.400 niños, o sea, en esto también ha habido un crecimiento que me parece muy saludable bajo una perspectiva de definir a los niños como sujetos de derecho.

-¿Se han conocido casos donde el niño o adolescente no recibe un buen trato?

-Son excepciones a la regla, pero no quiere decir que no importe y por supuesto que actuamos. Las Familias Amigas cuando se constituyen pasan por un proceso de valoración, lo cual acota el margen de error, pero no lo elimina. Nos hemos enfrentado a situaciones de malos tratos o que eventualmente puedan significar un riesgo o una vulneración para el niño, niña o adolescente.

-¿Qué se le otorga al INAU en esta rendición de cuentas?

-El INAU ha sido privilegiado en términos de la contemplación presupuestal que recibimos, así que creo que tiene los recursos que necesita. En el año 2020 se definió un incremento presupuestal del 16% y en el año 2021, en la rendición de cuentas recibimos el refuerzo presupuestal de la primera infancia.

Hubo 95 adopciones este año

-¿Cuántas adopciones se efectivizaron en este 2022?

-Ya hemos alcanzado las 95 integraciones y esto me parece que habla claramente de que hay un camino que se ha iniciado.

-¿Es gracias a los cambios que introdujo la LUC?

-Los cambios legales de los artículos 403, 404, 405 y 406, que fueron introducidos en la LUC, hoy arrojan un resultado que es indesmentible. El año pasado se concretaron 125 integraciones, que fue el registro más alto de los últimos 20 años. Procesos que antes demoraban tres o cuatro años, ahora se cumplen en el plazo de 18 meses.

-¿En ese crecimiento incide que el juez ahora tiene la potestad de establecer una adopción de un niño o de un adolescente?

Eso sin duda ayudó, pero no en la medida en que se postuló. De las 125 adopciones de 2021, 19 se dieron bajo la aplicación de esos artículos. Yo creo que los hechos también han demostrado que muchos de los argumentos que se utilizaron en la campaña del referéndum no estaban alineados con la realidad. Sobre todo cuando se decía que los jueces tomarían decisiones en forma discrecional y en un proceso acelerado. Nada de eso aconteció.

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