TRÁNSITO
En la capital hubo en el primer trimestre del 2021 un siniestro de tránsito cada hora y media, según datos de la Unidad Nacional de Seguridad Vial.
Jueves 27 de enero a las 20 horas. Dos vehículos colisionan en la esquina de Garibaldi y José L. Terra. Hay heridos leves. Tres días después, en la misma esquina, pero a las 14 horas ocurre otro accidentesimilar. Y otro el 5 de febrero a las 10 de la mañana. Y otro en la tarde del 12 de febrero, y otro en la mañana del 17 de febrero, y otro…
En la esquina de Garibaldi y Terra hay semáforos, la avenida tiene las líneas de división de los sentidos bien delimitada, y la calle perpendicular solo corre hacia el norte. Pero nada de eso pudo evitar que en los tres primeros meses del año haya sido la intersección de Montevideo con más accidentes de tránsito.

Agustín Duarte, uno de los comerciantes de la zona, no le encuentra explicación. “Cada tanto estoy dentro del local y escucho un piñazo (como se le dice en la jerga a esos golpes suaves entre vehículos)”, cuenta. Son choques “leves”, sin lesionados graves o fallecidos. Pero siniestros al fin.
Garibaldi es una de las avenidas que fueron repavimentadas hace poco. Y si bien las calles en buen estado deberían disminuir los movimientos bruscos y, por consiguiente, reducir los choques, Duarte explica que “hay quienes se confían que el pavimento parece una mesa de billar y corren”.
Entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este año, el período más actualizado del que la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) dispone de datos púbicos, a lo largo de Garibaldi hubo al menos 18 siniestros. Eso no cuenta aquellos accidentes que pudieron darse en alguna de las bocacalles, a escasos metros de la avenida.
Una mujer de 66 años que caminaba por la avenida a la altura de la intersección con la calle Pando fue embestida antes del mediodía del sábado 11 de marzo. Falleció poco después en el centro asistencial. Un niño de dos años, también peatón, fue herido sin gravedad.
Garibaldi no es, sin embargo, una vía rápida. Los sensores de la Intendencia de Montevideo indican que en la esquina de Amézaga los vehículos superan, en promedio, los 40 kilómetros por hora, pero a la altura de Centenario la velocidad promedio se reduce a 33 kilómetros en la hora, y en Urquiza o Monte Caseros baja cercano a los 26.
Distinto es lo que ocurre donde José Batlle y Ordóñez -o Propios para aquellos más añosos- se cruza con José Pedro Varela. Los radares revelan que en algunas horas el promedio de velocidad supera los 56 kilómetros en la hora. Es allí, en esa esquina, el segundo punto de la capital con más accidentes en el primer trimestre del año.
Uno de los seis accidentes en esa intersección -en la noche del 3 de marzo- fue grave. También allí hubo una caída y un vehículo atropelló a un peatón -a quien hirió de manera leve-, según la Unasev.
El boulevard Batlle y Ordóñez fue la tercera senda vehicular con más siniestros en el trimestre. A lo largo de su pavimento se registraron 41 accidentes en 89 días. La vía con más siniestros de la capital fue, en el mismo período, avenida Italia (52), y le siguió boulevard Artigas (47). No es extraño, dado que se tratan de las arterias de la ciudad con más extensión y con más carga vehicular.
A toda hora
Los accidentes de tránsito en Montevideo son más frecuentes entre semana y en la tarde, cuando se acerca la hora en que la mayoría de trabajadores ponen punto final a su jornada laboral. Pero los registros oficiales muestran que, más allá de frecuencias, los siniestros no conocen horario.
La circunvalación de la Plaza del Ejército, donde la avenida General Flores se funde con el boulevard Batlle y Ordóñez en forma de circunferencia, es el ejemplo paradigmático de la ciudad en que los accidentes se dan con tanta frecuencia que no importa en qué posición esté la aguja del reloj. El año pasado hubo allí al menos 17 accidentes (o, lo que es lo mismo, un accidente cada 21 días). Y los hubo a las siete de la mañana, o a las siete de la tarde. Al mediodía, en la madrugada o a la hora de la siesta.
En la madrugada son un poco más recurrentes los accidentes graves. El año pasado, por ejemplo, entre la quinta y la séptima parte de los siniestros acontecidos entre las doce de la noche y las cinco de la mañana dejaban heridos graves. Puede que sean los excesos de la noche (no solo de velocidad) o la baja visión por la escasa luminosidad. Distinto es lo que ocurre con los accidentes fatales: esos no tienen una hora de mayor frecuencia, pero sí se concentran en las vías rápidas como las rutas que salen de Montevideo o las ramblas.
En este sentido, los 18 accidentes fatales contabilizados desde enero a marzo representan el 1% de los siniestros del trimestre, al que debe sumarse un 10% de choques con heridos graves que no llegan a fallecer.
En el primer trimestre de este año hubo en Montevideo más accidentes de tránsito (un 18% más) que en el mismo período del año pasado, cuando Uruguay estaba ingresando en la ola de contagios de la variante P1 y la movilidad estaba reducida. Pero hubo casi la misma cantidad que de enero a marzo de 2020 (el latiguillo “quédate en casa” recién se impuso en la segunda quincena de marzo), y menos siniestros que en ese periodo de 2019. Por lo cual, el tiempo transcurrido permite decir poco, salvo que la vuelta a la normalidad trajo también el incremento de los accidentes.
Las estadísticas históricas de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) muestran que en noviembre y diciembre hay un aumento del promedio de accidentes diarios. Es una característica común a las muertes por causas violentas más allá de los accidentes (los suicidios también crecen hacia fin de año y a veces pasa lo mismo con los homicidios).
La Unasev informó que a escala país -más allá del foco de la capital- el año pasado murieron 434 personas en siniestros tránsito, lo que significó una suba de 11% frente a 2020 y de 2,8% frente a 2019.
A raíz de esta evidencia, las autoridades de Unasev firmaron esta semana un acuerdo con Mevir para la mejora de la seguridad vial en zonas rurales, y concretaron el trabajo conjunto con la Facultad de Medicina.