FLORIDA
Hay un proyecto del Banco de Previsión Social para el pueblo Independencia, en Florida. Serán 19 casas a US$ 65.000 cada una.
El Complejo Habitacional “Independencia”, ubicado en el pueblo homónimo de Florida, es hoy un caserío derruido. Durante 10 años, el Banco de Previsión Social (BPS) gastó en ese complejo una cifra mensual en seguridad que hoy ronda el millón de dólares, afirma a El País Daniel Graffigna, director del organismo previsional.
La explicación del problema es sencilla. Administraciones anteriores del BPS no encontraron una empresa que lo demoliera y ello generó un “goteo” mensual de las arcas de la institución de unos $ 200.000 desde 2011. Esa suma se ha destinado a pagar custodias para evitar ocupaciones de intrusos en las casas abandonadas del complejo habitacional.
En el complejo hay 19 núcleos básicos evolutivos, un sistema de construcción donde la vivienda se mejora con el correr del tiempo. Es decir, se le suman dormitorios u otras habitaciones a ese núcleo básico.
Como las casas del complejo “Independencia” tenían problemas edilicios o fueron construidos con materiales supuestamente cancerígenos (techos de zinc y chapas de Dolmenit), sus ocupantes fueron reubicados por el BPS en otras viviendas.
Según Graffigna, el Banco de Previsión tiene hoy un proyecto para el CH “Independencia”: será demolido y en el lugar se edificarán 19 viviendas.
El Ministerio de Vivienda se encargará de las construcciones a un costo total de US$ 1.200.000. Se estima que cada una de las viviendas, de buena calidad constructiva, rondará los US$ 65.000. Cuando se termine la obra, dicha cartera pasará el dominio del complejo al BPS y este se encargará de su administración y el mantenimiento.
El futuro complejo habitacional “Independencia” fue diseñado por el estudio Guevara Schwedt. En tanto, la empresa que ganó la licitación para construir la obra es Fabra S.A.
“En administraciones anteriores el BPS demoró 10 años insólitamente en tomar una decisión sobre ese complejo. A mi juicio hubo ahí un problema claro de gestión. Se trasladó esa inversión en seguridad durante esa década. Daría para construir algunas viviendas”, dijo el director nacionalista.
El CH “Independencia” no es el único complejo abandonado del BPS. Existe una situación similar en Sarandí Grande (Florida), aunque allí el organismo previsional no tiene que gastar en custodias.
Ese complejo está habitado en parte y ello evita el ingreso de “ocupas”. El resto de las casas están tapiadas.
Según Graffigna, en otros departamentos también hay viviendas del BPS abandonadas o con intrusos.
En Maldonado hay otro complejo habitacional del BPS lleno de ocupantes. Fue construido hace muchos años. En algunos casos, esos complejos con intrusos fueron transferidos por el BPS al Ministerio de Vivienda.
Sobredemanda.
Hace nueve meses, cuando ingresó como integrante del Directorio del BPS, la primera pregunta que hizo Graffigna fue cuántas viviendas tenía la institución. La respuesta de asesores técnicos le llegó poco después: el BPS posee 6.500 casas en 240 complejos en todo el país.
En forma paralela, hay una lista de espera de 6.400 personas que aspiran a tener una vivienda proporcionada por el Banco. Los equipos técnicos del organismo les hicieron los estudios económicos y sociales e informaron a las autoridades que esas personas cumplían con las condiciones para recibir una vivienda social del BPS. Pero el organismo carece de casas disponibles.
Una de las principales condiciones que deben cumplir esos aspirantes a viviendas del BPS es percibir ingresos menores a 12 Unidades Reajustables ($ 15.120). “Esas personas tienen derecho a tener una vivienda. Sin embargo, el banco no puede dar respuestas porque en los últimos años se construyó muy por debajo de la demanda”, dice el jerarca.
Según datos recibidos por el directorio del BPS, en el pasado reciente se edificó un promedio de unas 120 viviendas por año, lo cual generó una demanda insatisfecha.
600 casas vacías o con intrusos
En una recorrida realizada en los primeros días de agosto del año pasado por Maldonado, el director del BPS, Daniel Graffigna, dijo que el organismo tiene unas 6.500 viviendas en todo el país, pero el 10% están vacías u ocupadas por intrusos. “Creo que ahí tenemos un problema de gestión que lo tenemos que solucionar a corto o mediano plazo”, advirtió.
Para superar el desfasaje entre la oferta y la demanda de viviendas por parte de pasivos que perciben jubilaciones muy bajas, el Banco de Previsión Social (BPS) apelará al mecanismo del subsidio de alquiler.
Esa es una de las prestaciones de la institución para personas carenciadas. El plan busca brindar una solución habitacional a jubilados y jubiladas que se enfrentan situaciones de desalojos o lanzamientos de las viviendas que ocupan en carácter de arrendatarios o arrendatarias, y perciben una jubilación inferior a los $ 15.000.
El BPS paga alquileres para esas personas por sumas que no superen las 18 Unidades Reajustables ($ 22.680). En este momento, el organismo abona 1.100 subsidios de alquiler, de los cuales el 62% de ellos son en Montevideo y un 38% en el interior. Otras opciones que maneja el BPS para mejorar su stock de casas es concretar acuerdos con Mevir y con la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND). De esa forma, el organismo previsional podrá dar viviendas a corto plazo a jubilados con ingresos bajos que viven en zonas rurales y en cascos urbanos de todo el país.