INFORME
Se perdieron 413.462 jornadas laborales y estuvieron involucrados 573.576 trabajadores, según indica un informe de la Universidad Católica de Uruguay.
La conflictividad laboral aumentó 45% en el primer semestre del año en comparación al mismo periodo de 2021. Se perdieron 413.462 jornadas laborables y estuvieron involucrados 573.576 trabajadores, según indica un informe de la Universidad Católica de Uruguay (UCU) divulgado ayer.
De los 61 conflictos con interrupción de las actividades que hubo, uno fue el paro general que se realizó el 8 de marzo en el marco del referéndum contra 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC).
En otros cuatro hubo ocupaciones en los lugares de trabajo: “en febrero la sede central de UTU por elección de horas, en mayo en el liceo Dámaso en el marco de un paro en rechazo a la reforma educativa y en la planta de La Tablada por el conflicto en Riogas donde se ocupó distintos días y en junio en la UTU del Cerro en el marco de un paro de 24 horas por agresión a profesora”.
En el informe se destaca que en marzo hubo un “aumento importante de la conflictividad global debido al paro general” y en junio un “importante” crecimiento de la conflictividad sectorial.
La construcción fue la rama con mayor conflictividad en el semestre. Representó el 43% del total y es que, al paro que se realizó en junio, se sumaron cuatro paros por fallecimientos en accidentes de trabajo, dice el informe. Le siguieron la educación (21%), la administración pública (12%) y la industria manufacturera (10%).
“Los reclamos por salarios explicaron el 40% de la conflictividad sectorial. Pero en cifras similares se ubicaron los conflictos por mejores condiciones de trabajo (36%)”, indica el informe, y aclara que en la “última causa se suman los conflictos de la construcción por fallecimientos que son automático”.
Estos paros tienen una “alta adhesión” y, según el informe, eso explica su “alto impacto en las estadísticas”, agrega.