Cinco meses en un limbo: empleado de la IMM no pudo cobrar el sueldo ni marcar tarjeta

INTENDENCIA DE MONTEVIDEO

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En el libro u201cEl Procesou201d de Franz Kafka, el protagonista José K. es detenido una mañana sin conocer la razón. Enfrenta una verdadera pesadilla judicial y muere sin ser absuelto. Un contador de la Intendencia de Montevideo, Gustavo G., padeció una tortura similar pero administrativa durante cinco meses.

En 2018 fue destinado a trabajar a la Junta Departamental tras un acuerdo entre el entonces intendente de Montevideo, Daniel Martínez y el edil Roberto Gossi*, electo por el Partido de la Gente.

Ambos dirigentes políticos se solidarizaron por la situación que enfrentaba el contador en su repartición de la IMM. El jefe del profesional lo perseguía casi a diario desde por lo menos 2017.

Luego del traslado provisional, el jefe del contador pidió a la IMM que regularice la situación del contador Gustavo G. y ello derivó en un erróneo pase en comisión a la Junta Departamental, pese a que ningún edil había solicitado el trámite, requisito clave para que éste se efectivice.

A partir de ahí el contador quedó en una especie de purgatorio administrativo. No pudo marcar las asistencias entre el 24 de diciembre de 2018 hasta el 14 de mayo de 2019, porque el sistema informático de la Intendencia no le reconocía sus huellas dactilares.

Cuando fue a cobrar el sueldo correspondiente a mayo de 2019, percibió apenas unos pesos. Se le descontaron todas las partidas y beneficios salariales desde julio de 2018 hasta mayo de 2019.

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En las conversaciones que el contador Gustavo G. mantuvo con técnicos del Servicio de Salud Ocupacional de la IMM, explicó todo lo que estaba sufriendo desde diciembre de 2017 en un servicio municipal y u201clo mal que se sentíau201d por el maltrato que recibía por parte del jerarca de esa oficina.

El contador Gustavo G. también informó que el jefe de su sección le retiró, sin previo aviso y sin notificación alguna, la extensión horaria que tenía desde hace más de 20 años.

El 16 de julio de 2018, se concretó el acuerdo entre el entonces intendente Martínez, el edil Gossi y el contador Gustavo G. Posteriormente, el edil le envió una carta al jerarca de la unidad donde trabajaba Gustavo G. comunicando que éste iba a desempeñar tareas de elaboración de informes y gráficas sobre evaluación y gestión del Fondo Capital, con vista a la publicación de un informe sobre el mismo, u201cde acuerdo a lo conversado con el intendenteu201d.

La misiva agregó que el nuevo lugar de trabajo del contador Gustavo G. sería en la secretaría del edil Gossi en la Junta Departamental de Montevideo, en el horario de lunes a viernes, de 14:00 a 18:00 horas, según documentos a los que accedió El País.

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Quince días más tarde, el propio contador informó por carta al jerarca de su repartición que iba a trabajar en la evaluación del Fondo Capital y le solicitó el traslado temporal a partir del 17 de julio de 2018 a la Junta de Montevideo.

A partir de ese día, el contador comenzó a trabajar en la Junta y marcaba sus entradas y salidas en los relojes de la Intendencia capitalina.

En la IMM, el jerarca del contador Gustavo G. continuaba controlando sus ingresos y egresos.

Y no bastándole el destrato que le había hecho en el pasado, armó una jugada administrativa para sacarlo de encima que terminó en un pase irregular en comisión a la Junta.

No le importó que en el acuerdo con Gossi y el contador Gustavo G. había participado el propio intendente.

El error kafkiano se desató el 26 de diciembre de 2018 a instancias del jerarca. La Intendencia de Montevideo comunicó a la Junta Departamental que resolvió autorizar el pase en comisión del contador desde el 17 de julio de 2018.

La resolución municipal incurrió en una burda equivocación administrativa: en el Visto y en el Resultando se señala que en las actuaciones promovidas por la Junta Departamental se solicitó u201cel pase en comisión del funcionario contador Gustavo G".

Al enterarse de que un funcionario municipal pasaba a cumplir tareas en la Junta, el propio cuerpo deliberativo interpeló al edil Gossi por no haber cumplido con las etapas previstas para un pase en comisión. El edil Gossi replicó que no había pedido el pase en comisión de ningún funcionario.

Gossi y el contador se reunieron con el director de Gestión Humana de la IMM, Eduardo Brenta, y le informaron sobre la existencia de un error en la resolución que autorizaba el pase en comisión.

En lugar de enmendar la equivocación, la Intendencia aumentó un grado más la pesadilla kafkiana que sufría el profesional. El 14 de enero de 2019, la comuna resolvió dejar sin efecto el pase en comisión que nadie había pedido formalmente en lugar de anular dicho acto jurídico. El contador considera que, al no haberse anulado la resolución, no podrá recuperar las partidas perdidas. Por ello acudió a un abogado para se le indemnice por el gran perjuicio económico sufrido.

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* Aclaración: en una primera versión de esta nota se indicó que el edil Roberto Gossi estaba actualmente vinculado al Frente Amplio, cuando en realidad nunca estuvo vinculado a ese partido político. A nuestros lectores y a los involucrados las disculpas del caso.