Redacción El País
La presidenta de Ancap, Cecilia San Román, informó que este sábado se retomarán las tareas de reparación de una fisura en la boya petrolera de José Ignacio que obligó a que el pasado domingo dejase de trabajar la refinería de La Teja.
En la reparación trabajarán tres buzos de Ancap y 14 de la Armada Nacional que están dando apoyo a la empresa estatal porque, según dijo San Román a Subrayado (Canal 10), "se trata de una renovación bastante innovadora" y nunca antes Ancap había tenido que trabajar en esta pieza.
El problema comenzó el 3 de agosto, cuando se detectó una leve fuga de petróleo en la boya durante las maniobras de inicio de bombeo, lo que impidió continuar con la descarga de crudo. Desde entonces, técnicos y buzos de Ancap realizaron inspecciones diarias para localizar la falla.
Finalmente, la zona a reparar fue identificada en el PLEM (PipeLine End Manifold), una estructura submarina ubicada a 20 metros de profundidad que conecta los manguerotes de la boya con el ducto que transporta el crudo hacia la planta.
La empresa había informado el pasado domingo que el abastecimiento de combustibles a la población está garantizado, gracias a inventarios disponibles y a la importación de producto refinado para su distribución en el país. Entre el 3 de agosto, cuando se produjo la rotura, y el domingo pasado Ancap procesó el crudo que estaba en stock en los tanques de José Ignacio hasta que esas existencias se agotaron.
Un día después, el gerente general de la empresa pública, Nicolás Spinelli, informó en conferencia de prensa que la situación genera a Ancap un perjuicio diario de entre US$ 400.000 y US$ 500.000 que es el denominado "margen de refinación" de la Teja. Una vez que la rotura se arregle, será necesario hacer una serie de pruebas para determinar si la reparación es efectiva.
San Román explicó este viernes que desde Ancap tienen la esperanza de que el tema "pueda quedar resuelto en la próxima semana" pero que depende de la situación climática, que fue lo que en principio demoró las tareas.
"El suministro está asegurado y es nuestra obligación hacer ese abastecimiento. En el precio (de los combustibles) no debe haber ningún reflejo, eso tiene que ser después absorbido o manejado por la empresa dentro de sus costos. Si llegara a ser una situación mucho más compleja tendríamos que evaluarlo, pero en este momento entendemos que lo tenemos bajo control", afirmó San Román y sostuvo que una vez "cumplida toda esta actuación" la empresa rendirá cuentas de cuáles fueron los costos de reparación.