Redacción El País
Después de que la Asociación de Funcionarios del Sodre acusara despidos injustificados —algunos incluso por ser “parte de persecución laboral”—, se superó el preconflicto tras negociaciones con la institución, en tripartitas con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de intermediario. Las desvinculaciones de los tres bailarines quedaron firmes y trabajan en la contratación de un coach para recomponer el vínculo entre las autoridades y los bailarines.
Todo comenzó cuando la Asociación de Funcionarios del Sodre calificó de “injustificados” los despidos que se habían hecho, y argumentó que “algunos fueron sin previo aviso y otros persecución laboral” donde se tomaron “represalias personales disfrazadas de criterios artísticos”. También denunció haber “tolerado reiteradas faltas de respeto” hacia su “trabajo e integridad como personas por parte de la dirección”.
Y añadió: “Sentimos la falta de apoyo e indiferencia ante situaciones de acoso por parte de maestros invitados e integrantes del equipo artístico”.
A través del comunicado, la Asociación de Funcionarios del Sodre informó a mediados de octubre que estaba en preconflicto. Ahora se levantó, indicó su presidente Alejandro Fuksbrauner, y añadió que una de las cuestiones que se trató en las reuniones tripartitas fue “arreglar el ámbito laboral”. En ese sentido, explicó que en el Sodre se “rompió el relacionamiento entre dirección y bailarines”, por lo que acordaron contratar un coach para el mejoramiento del vínculo.
También elaboran un protocolo para la evaluación de los bailarines debido a que el vigente es de 1961 y hay que actualizarlo, señaló Fuksbrauner. Ahora la tripartita entró en receso mientras comienzan a trabajar en cuáles pueden ser los nuevos mecanismos.
Después de que el sindicato publicara el comunicado, el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, indicó a El País que no hubo despidos. Lo que se decidió —argumentó— es la no renovación de contratos que van a finalizar a fin de año.
Ante la consulta sobre los casos de acoso que mencionó la asociación, Da Silveira respondió: "Esto sale casualmente en el momento en que se anuncia la no renovación de estos contratos. Aquí estamos simplemente ante una reacción corporativa del grupo que no quiere que la dirección artística del Ballet haga una de las cosas más importantes que tiene que hacer, que es seleccionar a sus bailarines y decidir cuándo es el momento de cambiar a algunos".
"Si nosotros aceptáramos el punto de vista del sindicato, entonces empujaríamos al Ballet Nacional a una decadencia", añadió.