70.000 AGENDADOS

En Uruguay hay más de 70.000 niños menores de 12 años registrados para que les sean administradas las vacunas contra el covid-19. A partir de hoy, y en el correr de los próximos días, los adultos responsables de esos menores irán recibiendo el día, hora y en qué vacunatorio les será dada la primera dosis.

Las dosis pediátricas del laboratorio Pfizer -que tienen un tercio del suero que reciben los adultos- ya están en el país, y el miércoles próximo empezarán a ser administradas.

En un comienzo se preveía un ritmo de vacunación de entre 1.500 y 2.000 niños por día, dijo la profesora de Pediatría María Catalina Pírez, quien preside la Lucha Antituberculosa, responsable de la distribución y el control de las vacunas en el país. Pero “dada la capacidad del sistema, la situación epidemiológica y el amplio interés de los padres, es posible que se supere esa cifra de turnos diarios”.

En este sentido, el ministro interino de Salud, José Luis Satdjian, dijo a El País que el algoritmo de designación de horas y días será por orden de inscripción y no escalonado por grupos de riesgo, como había recomendado la comisión asesora de vacunas cuando dio su visto bueno para avanzar en la inoculación a niños.

Según las proyecciones que había realizado el Instituto Nacional de Estadísticas -en base al último censo poblacional y la posterior revisión de 2013-, a mitad de 2021 se contabilizarían en Uruguay unos 323.185 niños de entre cinco y 11 años. Por lo cual, cerca de la cuarta parte (21,6%) se agendó para recibir la vacuna. El cálculo es un aproximado, dado que por la baja natalidad de la última década es de esperar que el universo de niños sea hoy día un poco menos que el de la estimación.

Pírez, que hace varias décadas trabaja con la vacunación infantil, reconoció que “es normal que muchos padres esperen para agendar a sus niños, más ahora en que coinciden períodos de vacaciones, de muchos casos contagiados en las familias y las clásicas dudas que pueden tener algunos”.

No obstante, la nueva evidencia que llega de los países en que ya se está vacunando a niños “es muy alentadora”, dijo la catedrática de Pediatría.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (conocidos por su sigla CDC) informaron que antes de fin de año se llevaban administradas en ese país más de 8.700.000 dosis a menores de doce años. Se reportaron solo 4.249 efectos adversos (0,05% de las dosis dadas). Y casi la totalidad de esos efectos (más del 97%) habían sido tan leves como un simple dolor en el brazo o un poco de fiebre pasajera. Como sucede con la población adulta, esos efectos adversos son más frecuentes tras la segunda dosis.

La contundencia del funcionamiento de las vacunas en la vida real -por fuera del ensayo clínico que había abordado a poco más de 3.000 niños-, señaló Pírez, irá convenciendo a los padres dubitativos. Sin embargo, recomendó que las familias “no se dejen estar” porque cuanto antes se vacune a los niños, más chances hay de llegar completamente inmunizados al inicio de clases.

El Ministerio de Salud Pública estableció que entre la primera y la segunda dosis pediátrica haya una distancia de seis semanas. Como el año lectivo comienza el lunes 7 de marzo -tras la semana de Carnaval- la ventana del verano daría tiempo suficiente para que la mayoría del público objetivo iniciase los cursos con ambas dosis ya administradas.

A diferencia de la logística de vacunación de adolescentes y adultos contra la infección que causa el nuevo coronavirus, la marcha vacunal de los niños de entre cinco y 11 años será más parecida al sistema básico de vacunación. Los 71 vacunatorios pediátricos habilitados están casi todos instalados en los propios prestadores de salud, y el Hospital Pereira Rossell será la referencia, teniendo capacidad para vacunar “a más de 200” niños por jornada, según dijo la directora general del centro de salud, Victoria Lafluf.

A las tres de la tarde de hoy, la Lucha Antituberculosa capacitará de manera online a los vacunadores. El encuentro consiste en una actualización sobre las particularidades de las dosis pediátricas. Solo eso, porque los vacunadores ya son expertos y han trabajado con las vacunas de ARN mensajero para la población adulta. Ahora, lo que cambia, es que de cada vial se obtienen diez dosis y que son viales diferentes (incluso en el color de la etiqueta) a los destinados a adultos.

De todas formas, como en Uruguay están diferenciados los vacunatorios de niños y de adultos, no se corre el riesgo de entreverar unas dosis con otra.

A la hora de la cita vacunal, los menores deberán ir acompañados por un adulto: puede ser el padre, la madre, un tutor o adulto responsable, quien firmará el acuerdo de vacunación voluntaria y gratuita.

Como ocurre con la población adulta, la vacunación contra el covid-19 no es obligatoria (sí recomendada), pero en el caso de los niños los pediatras insisten en este punto para que no se prohíba el ingreso de los menores a actividades infantiles y pedagógicas.