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Se retomarán las cirugías y otros estudios reprogramados a partir del 18 de mayo

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Las cirugías con despertar operatorios son cada vez más frecuentes en Uruguay

NUEVO PROTOCOLO 

"Es un protocolo de implementación paulatina, progresiva y sujeto a un monitoreo", dijo el presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa), Luis González Machado.

Luis González Machado, presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa), del Ministerio de Salud Pública (MSP), dijo que comenzarán a realizarse a partir del lunes 18 de mayo las cirugías y otras intervenciones que habían sido reprogramadas por la emergencia sanitaria a raíz del COVID-19, que comenzó el 13 de marzo. Además, el protocolo contiene indicaciones para las intervenciones de emergencia y urgencia en los centros de salud de todo el país.

Machado dijo el martes en entrevista con el programa Codo a codo, de Radio Uruguay, que el nuevo protocolo establece pautas para "tres niveles": emergencia, urgencia y coordinación priorizada.

Para el caso de las indicaciones para cirugías en los dos primeros niveles -emergencia y urgencia- "ya se venían haciendo, pero ahora queda protocolizado" el procedimiento.

En tanto, consideró que "lo más importante" de este acuerdo alcanzado son las cirugías de "coordinación priorizada". Esto se traduce en que se "seleccionan aquellos casos que se consideran que son los más relevantes, y a los cuales se va a comenzar a coordinar para operar".

Machado también puntualizó sobre este protocolo que sera "evaluado y revisado cada 15 días", y que "su aplicación puede ser suspendida en cualquier momento, en función de la no deseada evolución ascendente del número de casos" de coronavirus.

"Es un protocolo de implementación paulatina, progresiva y sujeto a un monitoreo", subrayó.

Como a partir del 13 de marzo comenzó la emergencia sanitaria se "facultó" a las instituciones a hacer una "reprogramación" de las cirugías y "mantener fundamentalmente el foco en la urgencia, en la emergencia y algunos pacientes como los oncológicos".

Sin embargo, Machado contó que producto de esta decisión "el 60,70% de los pacientes que estaban coordinados (al 13 de marzo) para ser intervenidos no fueron intervenidos".

Ahora, la Junasa llamó a los directores técnicos de todos los centros de salud a que "revalúen" a esos pacientes, y que "prioricen" a aquellos que "tienen patologías que pueden evolucionar negativamente, pueden progresar en caso de ser una enfermedad evolutiva, pueden complicarse, o pueden requerir una intervención de urgencia".

Con estos pacientes, las instituciones "deben iniciar" la coordinación de los pacientes "fijándole fecha para operación a partir del 18 de mayo, es la fecha en que comenzaría estas cirugías coordinadas, siempre y cuando, poniendo como condición que se mantenga en cada hospital una reserva de camas que se sugiere que sea del 40% de las camas de internación y de CTI, pero en ningún caso menos de un 25%. Es decir que siempre va a haber una reserva, un colchón de camas por un eventual rebrote de la enfermedad".

El presidente de la Junasa puntualizó que se retomarán también a partir del 18 de mayo no solo las cirugías programadas sino los "procedimientos intervencionistas", y puso como ejemplos las endoscopías, los estudios radiológicos con contraste o "alguna maniobra invasiva, que sin ser una intervención quirúrgica también estaban suspendidas".

Machado contó que muchos usuarios de la salud reclaman por las consultas "a través de mecanismos de telemedicina". Además, contó  con respecto a las cirugías que estaban reprogramadas que "en alguna evaluación que ya se ha hecho en alguna institución, sondeando para ver cómo era el resultado se da un fenómeno bastante interesante: pacientes que tenían coordinación para ser operados en marzo, abril, ahora son llamados y dicen 'prefiero esperar'".

En caso de que el paciente esté de acuerdo con realizarse la intervención quirúrgica será sometido a "una serie de exigencias", según establece el protocolo. Por un lado, se le va a realizar "un triage estructurado COVID-19", que es una "encuesta sistematizada, con una serie de ítems, de puntajes, y que en función del resultado de esa encuesta el profesional actuante va a descartar la existencia de síntomas, de contacto, de noción epidemiológica, que va a prácticamente descartar que ese paciente pueda ser un portador de COVID-19".

En tanto, si se descarta esa posibilidad, se le fijará la fecha de intervención a partir del 18 de mayo, y "en ese momento el paciente tiene que asumir el compromiso de mantener a partir de ese momento un aislamiento domiciliario, obligatorio por 10 días".

Cuando se superen los 10 días, el "anestesista, o alguien designado por el anestesista" le hará al paciente una nueva entrevista que dijo, podrá ser a domicilio o vía telemedicina, "se vuelve a realizar el triage", y si allí "no se confirma ningún elemento de sospecha, se ratifica la intervención por lo menos 72 horas después de ese segundo triage".

De esta manera, Machado indicó que "el paciente quedaría en condiciones de ser operado a los 14 días de la primera entrevista".

En tanto, si en estos diagnósticos surge "un mínimo elemento de sospecha de que pueda haber habido una manifestación de un paciente que era un portador asintomático o presintomático hace 10 días, se hace el estudio por hisopado y por PCR, y se dilata la intervención hasta tener el resultado. Si el resultado es negativo se opera, si el resultado es positivo sale de la coordinación y comienza a tratarse como un enfermo de COVID-19".

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