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MEDICAMENTOS

Frente Amplio denuncia baja en 16 fármacos considerados fundamentales para la población

La discusión sobre medicamentos se reabrió tras un pedido de acceso a la información pública de legisladores del FA sobre una lista de 32 fármacos, de los que la mitad se compraron menos unidades.

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Edificio Libertad. Sede de ASSE.
Edificio Libertad. Sede de ASSE.
Foto: Fernando Ponzetto

Las compras de medicamentos y el gasto para financiarlos continúan en debate. La discusión se reabrió ahora tras un pedido de acceso a la información pública realizado por legisladores del Frente Amplio (FA) sobre una lista de 32 fármacos considerados fundamentales en la salud de la población.

En mayo los legisladores del FA le solicitaron a ASSE la cantidad de compras, stock, gasto y consumo de esa lista.

A partir de esos datos, concluyeron que en 16 medicamentos se compraron menos unidades, en siete las adquisiciones fueron estables y en nueve hubo una suba, de acuerdo al material al que accedió El País.

La comparación se realizó a partir del promedio de compras del período 2018-2019 con el de 2020-2021, ajustado por cantidad de usuarios.

De acuerdo al análisis de la oposición, con mayor cantidad de usuarios en ASSE -de casi a un millón y medio, a diciembre de 2021-, el gasto en esta lista fue prácticamente el mismo: más de $ 639 millones en el promedio de 2018-2019 y más de $ 644 millones en el de 2020-2021, a precios ajustados por IPC y por el número de usuarios.

El aumento del precio de los medicamentos, más allá de la inflación, no fue incluido en este análisis.

Desde el prestador estatal plantean que la estadística de usuarios no permite sacar esas conclusiones, porque hay convenios, sobre todo en el interior, en el que las personas acceden a servicios de ASSE y de los privados, y porque el número mayor de usuarios no necesariamente implica un aumento del servicio.

“No hay una relación directa entre el número de usuarios, las consultas y las recetas registradas en ASSE. Aumentaron los usuarios, pero el número de consultas y recetas no aumentó”, sostuvo Juan Behrend, gerente administrativo de ASSE.

De acuerdo a los datos de la administración, entre 2018 y 2021 -con una baja en 2020 por la pandemia- las consultas anuales ambulatorias en policlínica promediaron los cinco millones y las recetas (también con una baja en 2020) promediaron los 18 millones por año.

La lista de fármacos

La lista pedida por el FA incluye fármacos que apuntan a la prevención y tratamiento de las principales enfermedades de la población: hipertensión arterial, diabetes, colesterol, enfermedades cardiovasculares, alergias y salud mental.

En el pedido de acceso solicitaron información sobre estos fármacos en los últimos cuatro años, los últimos dos del FA en el gobierno (2018 y 2019) y los primeros de la coalición (2021 y 2021), “con el objetivo de analizar el impacto del recorte presupuestal en el rubro medicamentos que alcanzó un 37% en los dos últimos años”, dijo Federico Preve, neurólogo, de la agrupación frenteamplista Magnolia, que realizó el pedido junto a legisladores del MPP y Fuerza Renovadora.

Preve contó que su preocupación por el acceso a la medicación comenzó a finales del año pasado con dos pacientes que tuvieron crisis severas y que no habían accedido a los fármacos que les correspondía.

“Son situaciones, algunas más dramáticas, otras menos, que vemos quienes asistimos a los usuarios de ASSE, porque la medicación no siempre llega. No se puede cortar gasto en salud”, concluyó.

Medicamentos. Foto: Francisco Flores.

Tras un primer pedido de información que no se contestó, Preve y el senador Charles Carrera llevaron la solicitud a la Justicia. Luego de varias instancias finalmente condenó que se entregara la totalidad de la información pedida, de acuerdo a la sentencia del 8 de setiembre del juez Dardo Martínez.

El presupuesto para medicamentos ha estado en discusión durante la Rendición de Cuentas.

Desde ASSE, Behrend rechazó la cifra manejada por el FA. Sostuvo que el cálculo de la coalición de izquierda -lo explicó en el Parlamento- no incluye el financiamiento para gastos de covid y el modo en que ASSE utilizó estos recursos.

“Utilizamos nuestro financiamiento para gastos habituales de ASSE en covid. Después de mediados de 2021 el Ministerio de Economía lo reembolsó para nuestro propio gasto”, dijo a El País.

De acuerdo al gerente, en 2020 hubo un aumento de gasto de medicamentos de ASSE (sin incluir covid) que no llegó al 1% respecto al año anterior y en 2021 este subió a 14,5%.

Presión arterial

En la lista de medicamentos pedida por los legisladores del Frente Amplio, la compra de cantidad de unidades que más cayó fue la de enalapril (8 millones menos), una medicación para la presión arterial. En el mismo período también bajó el gasto de esta droga, 28%, ajustado por IPC.

En el cálculo general para este tipo de fármacos -se consultó por las drogas de mayor uso para la presión arterial- la compra bajó 11%.

¿Por qué la baja? Sin calcular el porcentaje de la disminución, Behrend sostuvo que en parte hubo una sustitución por otro medicamento -losartan-, pero que, sobre todo, bajaron las consultas ambulatorias para ese medicamento.

“Si no hay consulta, no hay receta, y si no hay receta, el medicamento no se compra”, dijo el jerarca.

Sin embargo, de acuerdo a los cálculos del FA en base al pedido, el consumo de esta medicación fue mayor en el período 2020-2021 en relación a 2019, y el consumo de losartan fue “ínfimo” en relación al enalapril.

En el otro extremo, la compra de unidades que más subió fue la de paracetamol, 32%, asociada al tratamiento de los síntomas del covid-19 durante la pandemia.

También aumentó el gasto en este medicamento, 49,7%, comparado con el promedio del período anterior y también ajustado por IPC.

Salud mental

Otro dato que resulta notorio es el aumento de compras de medicamentos de salud mental, 15%, que coincide con una suba en el gasto de 14%.

Desde ASSE se argumentó que esta suba responde a un aumento en el número de cobertura de 467 horas semanales más de psiquiatría en salud mental en policlínicas, que equivale a atender a 6.000 pacientes más por mes.

“Había una necesidad y sigue habiendo. La demanda sigue siendo alta”, concluyó el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani.

Entre estos medicamentos, la compra de aprazolan, una benzodiazepina que se utiliza para los trastornos de ansiedad y pánico, subió 24%.

El antidepresivo sertralina, 18%, y la quetiapina, que es un antipsicótico, 6%. Este último es el que más se compró dentro de la lista de medicamentos de salud mental incluidos en esta lista consultada. En los casos como el losartan, para la presión arterial, y la loratadina, un antialérgico, se compraron cantidades similares y se pagó 12% menos.

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