El Centro Nacional de Quemados (Cenaque) incorporó este mes un micro expansor de piel. En pocos términos, permite a pacientes con las peores quemaduras, obtener más cobertura con menos piel, entre otros beneficios.
Así lo explicó a El País el catedrático grado 5 de Cirugía Plástica y codirector del Cenaque, Óscar Jacobo: “Se saca un cuadradito de piel de 4 centímetros. Con ello, se hacen cuadraditos de 3 milímetros por 3 milímetros, que se expanden. Esos casi 200 cuadraditos se van expandiendo (1.4, 1.6, 1.9), y así se van cubriendo zonas afectadas”.
Con este equipo “Meek” ya se operó hace dos semanas, con un instructor chileno, a una paciente, que arrojó resultado satisfactorio, acotó.
“Con mucho menos área dadora (piel sana), se logra cubrir todo el porcentaje de quemadura”, así como también -subrayó Jacobo- “se acorta el número de cirugías, el tiempo de internación y mejora la sobrevida”.
La novedad fue anunciada el martes en un evento del Cenaque por cumplirse un año desde que el MSP lo declaró centro de referencia nacional para el tratamiento de quemados adultos graves.
Asistieron, entre otras autoridades, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, el decano de Medicina, Arturo Briva, y el director del Clínicas, Álvaro Villar, que además trabajaron antes en Cenaque.
Ubicado en el piso 13 del Hospital de Clínicas, este Instituto de Medicina Altamente Especializada fue inaugurado en febrero de 1995, y atendió ese junio al primer paciente, de un total de 3.797 (63% hombres) hasta el 11 de marzo, la mayoría debido a accidentes domésticos (2.126).
El Cenaque, que suele ser nombrado cuando trasladan presos quemados graves, entre otras causas, presenta una particularidad bien uruguaya.
Los 257 funcionarios (25 médicos, 125 enfermeros, entre otros) atienden a los pacientes provenientes de los hospitales públicos, así como de los sanatorios más costosos del país, en sus 14 camas (seis de CTI y ocho de cuidados intermedios). El 61,8% (2.348) eran usuarios de la Administración de los Servicios de Salud del Estado.
Con cinco camas cada millón de adultos, en promedio ingresan 11 pacientes al mes, están internados 22 días y se realizan varias operaciones.
Financiado por el Fondo Nacional de Recursos, el centro atiende a grandes quemados. Estos son aquellos con 20% o más del cuerpo quemado, o quienes hayan aspirado gases de la combustión.
De un total de 3.800 pacientes, 802 murieron: 217 antes de las 48 horas -considerados insalvables- y 585 luego de ese tiempo, según datos a los que accedió El País.
Después de los accidentes laborales (330), los casos de autoeliminación (313) no son lejanos. Pero además de las heridas, también impacta la “juventud” de los pacientes.
La edad promedio de los ingresos, en total, es 38 años. Los afectados por accidentes domésticos promedian los 50 años y los de autoeliminación 42 años. En ningún caso, el promedio supera los 50 años.
Ingresar al Cenaque exige usar tapabocas y cubrirse la cabeza, el torso y los pies con protección descartable. El primer paso (balneoterapia) supone monitorear al usuario y lavarlo en una tina gigante.
Tras la medicación para estabilizar el shock que generan las graves quemaduras, luego vienen las operaciones, curaciones y la estadía en una zona de estricto control.