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Rocha no duerme y crecen las denuncias

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Foto: Ricardo Figueredo

VERANO 2018

La Paloma, La Pedrera y Punta del Diablo suman quejas de vecinos; afirman que no pueden descansar.

Los balnearios de Rocha enfrentan el mismo problema de siempre: jóvenes que quieren divertirse y escuchan música fuerte y adultos que quieren descansar sin ruidos molestos. En el medio está la Intendencia que ya recibió más de 70 denuncias de vecinos que no pueden conciliar el sueño, y ha salido a aplicar multas. Los inspectores evalúan pedir a la Policía que los ayuden en los operativos de control.

Los lugares en donde más se producen estos episodios son en La Paloma, La Pedrera, Costa Azul y Punta del Diablo.

Desde el año pasado, la modalidad ha cambiado. Antes, los restaurantes y pubs se transformaban de manera improvisada en una suerte de discotecas. Esto generaba que se propasaran de los decibeles permitidos. Ahora, con mayor control sobre estos lugares, el problema de los ruidos molestos se mudó a las casas, tal como sucedió hace algunos años con "las casitas" de La Barra en el departamento de Maldonado.

Las famosas "previas", donde los jóvenes se reúnen en una propiedad para tomar alcohol y escuchar música antes de ir al boliche, son las que más están perjudicando el sueño de los vecinos. "Se hacen fiestas con decibeles altísimos", contó Carlos Reblín, director de planificación de estos operativos.

La mayoría de las denuncias se recibe entre la medianoche y las 2 de la mañana, poco antes de que los jóvenes se dirijan a los boliches, cuyo horario de cierre es a las 8 de la mañana.

Un total de 18 inspectores trabajan en todo el departamento. Lo hacen de a pares y con una cámara filmadora que registra todo el procedimiento. Primero, controlan el nivel de ruido en la casa del denunciante, donde no se puede superar los 45 decibeles, mientras que en restaurantes no pueden sobrepasar los 60 y en los pubs, 80, según una ordenanza del año 2014.

"La idea es conversar con la gente. Hay personas que no saben que están generando decibeles muy altos. Tratamos de tener un buen vínculo con el vecino. En primer lugar, lo notificamos. Cuando los inspectores registran el mismo volumen que habíamos encontrado la vez anterior, lo multamos", comentó Reblín.

Con la filmación, los directores de la Intendencia pueden controlar si el procedimiento estuvo bien o mal realizado y elegir nuevos métodos para mejorar la fiscalización.

Para los próximos días, piensan pedir ayuda a la Policía porque hay operativos en donde los jóvenes "se ponen complicados" y se niegan a acatar las órdenes y a recibir la multa.

Hoy, la sanción asciende a 5 unidades reajustables (unos 5.000 pesos). En caso de reincidencia, aumenta a 15 UR.

El año pasado recibieron más de 1.000 denuncias pero solo se aplicaron unas 45 multas. Muchas denuncias son contra el mismo lugar, hechas por diferentes vecinos. Y las multas van para el propietario, no para el inquilino.

Autos y parlantes.

Otro fenómeno que ha comenzado a crecer en los balnearios rochenses son los vehículos con parlantes que se ubican en lugares públicos.

"Es un nuevo problema. Ponen aparatos bastante grandes que emiten un sonido importante", comentó Reblín. Generalmente, se trasladan en grupos, consumen alcohol y escuchan música fuerte.

La normativa prohíbe este tipo de emisión sonora salvo que se realice algún rodaje publicitario con habilitación previa de la comuna rochense.

"Al principio del procedimiento se les explica que esto no está permitido. Cuando vemos que hay reiteración, el tema cambia", indicó. Hasta ahora se han aplicado cinco multas y desde la Intendencia dicen que puede haber más.

"ESTAMOS MEJOR QUE EL AÑO PASADO"

La directora de Turismo de la Intendencia de Rocha, Ana Claudia Caram, dijo a El País que la temporada es "mejor que el año pasado". Si bien aún no manejan cifras, aseguran que Cabo Polonio es uno de los lugares donde más observan este incremento. Caram destacó la fuerte movida joven que existe en el departamento, que aprovecha a ir a los boliches. "Hay desde los 18 a los 30 años", comentó.

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