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Robo de joyas: hay 15 presos

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Se confirmó ayer la prisión preventiva de otros dos mexicanos. Foto: Ricardo Figueredo

UN SAQUEO MUY COMENTADO

Falta detener al líder de la banda y a la mujer que compró las pistolas de aire comprimido.

El operativo de la Policía de la tarde del viernes en el edificio Camaro impidió que los ocupantes del mismo, que tenían el botín de joyas y relojes, huyeran apenas algunas horas más tarde, como lo tenían previsto.

Un mexicano de 34 años, considerado un mando medio de la organización y la mujer de 22, estaban a punto de llevarse consigo el botín de U$S 3 millones. Ambos ya se encuentran en la cárcel de Las Rosas desde ayer sábado, cuando el juez Diego González dictó la prisión preventiva por 120 días para el hombre y de 90 para la mujer. El sujeto fue acusado por la fiscalía por coautoría de rapiña y la mujer por encubrimiento.

Los policías llegaron al apartamento de la calle "En Familia" justo cuando el mexicano salía del mismo hacia la terminal de ómnibus de Punta del Este. Allí, según las órdenes recibidas desde México, debía reunirse con una mujer enviada por la organización para proporcionarles el dinero en efectivo para la huída.

La mujer detenida a la 1:05 del sábado en el aeropuerto de Carrasco fue enviada desde México por los capos de la banda.

Es una ciudadana mexicana de 49 años, vendedora ambulante, que llegó a las 0:22 desde México en un vuelo de COPA con escala en Panamá. Ella fue contactada en su país para que ese mismo día tomara un vuelo hacia Carrasco.

Una vez en territorio uruguayo se alojó en un hotel cercano al aeropuerto. A la mañana se levantó y luego de comprar un chip para su celular en un complejo comercial de la zona, tomó un ómnibus de Copsa con destino a Punta del Este.

Durante el trayecto fue recibiendo distintas órdenes de sus jefes vía whatsapp desde México. Y también un rezongo por la tardanza en llegar al balneario esteño. Una vez en Punta del Este rumbeó para un cambio de la avenida Gorlero. Allí cobró dos giros. Uno por U$S 985 y otro por U$S 1.491. Ese dinero, enviado por su jefe en México, identificado como Daniel, debía ser entregado a un sujeto de escasa estatura que la contactaría en la propia terminal de ómnibus.

Ese efectivo sería usado por el sujeto de 34 años para alquilar otro apartamento como paso previo a huir con las joyas. Sin embargo, el accionar de la policía que atrapó al mexicano en la puerta del edificio Camaro impidió que se concretara el encuentro. La mujer de 49 años recibió la orden inmediata desde México para que regresara de a su país. De inmediato tomó un ómnibus y marchó hacia el aeropuerto de Carrasco, en donde compró un boleto de avión. Luego de hacer el check-in fue arrestada en la terminal por personal de Interpol.

En tribunales.

Anoche, a pedido del fiscal Rodrigo Morosoli, el juez Diego Gonzales le dictó la prisión preventiva por la supuesta comisión de un delito de tentativa de encubrimiento por un plazo de treinta días. La fiscalía pidió 90 días y la defensa 30 días de detención.

El alquiler del apartamento vencía el mismo viernes y los dos tenían como objetivo instalarse en otro lugar para pasar la noche y salir del país ayer sábado. Empero, la comitiva policial que entró en el apartamento a las 15:00 del viernes impidió que los dos y el botín que custodiaban pudieran salir de Punta del Este.

El hombre fue acusado por la fiscalía de ser el coordinador del grupo, quien instruyó a los asaltantes acerca de la forma en que debían actuar. Según los delincuentes, este mismo sujeto fue quien les entregó los mazos y las mochilas camufladas para ser empleadas en el asalto a la joyería. Además, los delincuentes aseguraran que fue él mismo quien recibió las diez mochilas cargadas con lo robado. Según la fiscalía, hay dos cámaras de seguridad, una de un hotel de Avenida Italia y En Familia y otra del edificio Uruguay, en la esquina de En Familia y MHijo el Dotor, que detectan ese momento.

Sin embargo, las cámaras no mostraron hacia donde se dirigió. Este dato, no obstante, permitió a la policía realizar una tarea de investigación en el lugar que condujo al paradero del aguantadero de los dos.

Otro dato manejado por la fiscalía fue el incidente protagonizado por este mismo sujeto cuando arribó el pasado 5 de febrero en un vuelo de COPA arribado a las 7:07 al aeropuerto de Carrasco. En una de sus maletas tenía cuarenta remeras, lo cual motivó la intervención de la Dirección Nacional de Aduanas.

Los funcionarios no solo requisaron las remeras que, según el mexicano eran para unos amigos de Punta del Este, sino que también labraron el acta de incautación correspondiente. Allí figuró su nombre y apellido y una copia de su pasaporte. Las imágenes del aeropuerto permitieron lograr definir la fisonomía del mexicano. Esto permitió detectarlo en los alrededores del apartamento.

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