Riesgos de verano: el "golpe de calor"

| No sólo hay que protegerse de los rayos UV en piel y ojos. La hipertermia puede afectar el funcionamiento de órganos

CARLOS D´ANGELO | MÉDICO CARDIÓLOGO DE UCM

Al pensar en la protección solar, a menudo reducimos la acción directa de los rayos ultravioletas sobre la piel o los ojos. Pero si bien ellos son importantes, porque producen quemaduras, cánceres y cataratas con pérdida de la visión, no son los únicos efectos negativos del sol. Otros efectos inmediatos causados por el sol son a través del aire caliente, interfiriendo con la regulación térmica del organismo.

Cuando sube la temperatura del aire por el efecto solar, el organismo debe poner en marcha diferentes mecanismos para mantener constante su temperatura interna. La temperatura corporal es un parámetro principal en lo que definió Claude Bernard como constancia dinámica u homeostasis del medio interno. La temperatura corporal, registrada a nivel rectal o sublingual no debe superar los 37,5° C. Las cifras mayores se consideran hipertermias, se llama fiebre sólo cuando es causada por una infección.

La fisiología humana se reconoce como homeoterma porque sólo puede mantener el funcionamiento saludable de los órganos y sistemas de la economía corporal dentro de ciertos márgenes de temperatura. La hipertermia tiene lugar cuando por diversas circunstancias, derivadas del propio organismo, o del medio ambiente, no puede eliminarse el calor que producen las reacciones químicas del metabolismo celular. Ese metabolismo produce energía utilizable por el organismo, y libera energía (exotérmica) en forma de calor.

En circunstancias patológicas, por ejemplo el hipertiroidismo, se produce un exceso de calor dado que el exceso de hormona tiroidea aumenta la actividad química metabólica celular. Pero en otros casos, con producción de calor normal, también puede existir hipertermia, o golpe de calor, si el clima excesivamente cálido se acompaña de aire húmedo y con poca brisa. De esta manera la difusión de calor corporal al entorno se hace menor y más lenta porque disminuye la evaporación del sudor a nivel de la piel.

La temperatura corporal no es constante. Desciende en la mañana y aumenta entre las 16 y 18 horas alcanzando 37,4° C. El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo aumenta el calor corporal, ya sea por las altas temperaturas del entorno, y/o por la práctica de un ejercicio físico intenso.

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¿Los niños requieren cuidado especial?

Ante una insolación se debe actuar más temprano en niños hasta 6 años y luego de los 75. También se debe apoyar especialmente a quienes realizan esfuerzos físicos prolongados, tienen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, diabetes y/o obesidad.

Golpe de calor e insolación.

El golpe de calor puede causar mareos, dolores de cabeza, hipertermia, debilidad general y palpitaciones. A continuación puede sobrevenir la insolación que es un cuadro más grave. Se expresa por síntomas neurológicos: confusión, convulsiones y pérdida de conocimiento.

¿Qué medidas se deben tomar?

Guardar reposo en lugar fresco, beber abundante bebida fría no alcohólica, retirar la ropa innecesaria y mojar la piel con agua templada, sobre todo la cara, cuello, axilas e ingles, ante un ventilador. Si no hay una clara mejoría en 30 minutos, debe realizarse la consulta médica urgente.

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