Propiciar un buen ambiente familiar

| El buen ambiente en el hogar depende de los padres. ¿Nos esforzamos por brindar buena alegría a nuestros hijos?

Ana María Abel

Lic. Ciencias Familiares

Miguel de Unamuno escribió: "no frecuentes el trato con las personas serias, pues quien no dice nunca un desatino es tonto de pies a cabeza". Si un día de estos Unamuno se diera una vuelta por casa y al toparse con uno de nuestros hijos le repitiera la frase, el chico ¿se alejaría de nosotros o pensaría que somos tontos?

Un hogar alegre no supone la presencia de padres que solo hablan en broma o se pasan contando chistes. Tiene jefes de hogar quienes, porque reconocen y aceptan sus límites e imperfecciones, facilitan el nacimiento de una alegría cuya espiritualidad se encarna en el rostro y se abre en la sonrisa.

El ambiente festivo de una casa no supone gastar más luz ni que haya gaseosas en todas las comidas. Lo crean un padre y una madre que cultivan internamente la alegría vital: al reírse de sus metidas de pata e intentar no repetirlas, al acoger sonrientes los aciertos y errores de los demás al tiempo que buscan soluciones, al proporcionar sonrisas que contagian alegría del colectivo familiar.

¿Nos esforzamos en brindar a nuestros hijos esta verdadera alegría? Pues la publicidad, algunos medios de comunicación y la frivolidad del ambiente ya se ocupan de proporcionarles alegrías artificiales, prefabricadas en formatos fijos: alegrías caducas desde el vamos pues su raíz no es plenamente humana sino comercial y consumista.

Comercialmente se promueven muchas ocasiones al año para pronunciar un "felicitaciones" vacío de contenido y fugaz como los fuegos artificiales. Son alegrías vendidas para satisfacer falsas autoestimas porque soy padre, soy madre o abuelo, soy niño o secretaria y ese día me felicitan. ¿Eso proporciona gozo vital duradero o solo una alegría que se esfuma al marchitarse las flores que nos obsequian?

El psiquiatra Juan Bautista Torrelló en su libro Psicología Abierta, denomina herejía vital a la falta de alegría. Porque la alegría es afirmación de la vida. Las personas nobles y sanas pueden, por motivos proporcionados, estar a veces sombrías o coléricas. Pero nunca tristes. En toda familia hay borrascas de ira o de tristeza pero en una familia funcional, pasada la tormenta, se recupera esa alegría que dura siempre por florecer sobre un terreno sembrado de disponibilidad hacia los demás: no se basa en la posesión de cosas, poder o placeres.

La alegría vital compuesta de prontitud, disposición a mojarse, elasticidad y agilidad mental para empatizar con los demás, de pedir perdón y perdonar, se forja al recomenzar siempre.

flia@iuf.edu.uy

Grupo Sólido.

Es una asociación de universitarios argentinos insatisfechos ante las alternativas que la sociedad ofrece para vivir su sexualidad y frente a las que se rebelan pacífica y respetuosamente. En setiembre su director ejecutivo, el joven abogado Ignacio Ibarzábal visitará Montevideo.

El uso de la tecnología.

Si no se modera el uso de la tecnología, ésta provoca en niños y jóvenes la falsa creencia de poder obtener las cosas de inmediato y con poco esfuerzo. Esto debilita su capacidad de espera, de posponer los deseos y promueve una cierta intolerancia a la frustración.

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