Yamandú Orsi asumió como presidente con mensaje conciliador y un llamado al diálogo

En 30 minutos entre sus dos discursos el mandatario destacó la calidad democrática del país y elogió a los partidos políticos. Detalló algunas medidas concretas y mostró los énfasis de su gobierno. Y disputó el concepto de libertad.

Yamandú Orsi asumió como presidente de la República.
Yamandú Orsi asumió como presidente de la República.
Foto: Ignacio Sánchez/El País.

El flamante presidente Yamandú Orsi asumió ayer la conducción del país enviando un mensaje claro a todo el sistema político: dialogar y defender una democracia que, a 40 años de haber sido recuperada, “asombra al mundo”.

Ese concepto es el fiel reflejo del estilo con el que el dirigente frenteamplista ha construido su vida política a lo largo de las últimas dos décadas. Se presenta como conciliador, busca acuerdos, evita lo que él mismo llamó los discursos para la “Ámsterdam” y apuesta a lograr consensos con otros partidos políticos.

A esos partidos políticos les habló ayer tanto en su discurso ante la Asamblea General, tras prestar su Compromiso de Honor, como en su oratoria en la Plaza Independencia luego de colocarse la banda presidencial de manos de su antecesor, el nacionalista Luis Lacalle Pou.

Su gobierno deberá lidiar con un Parlamento sin mayorías, ya que el Frente Amplio es minoría en la Cámara de Representantes. Por eso, en los 23 minutos de su discurso ante la Asamblea General, Orsi nombró seis veces a los partidos políticos -les agradeció en más de una y cerró deseándoles “larga vida”-, mencionó en más de una oportunidad a los expresidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera y José Mujica, además de a los fallecidos Jorge Batlle y Tabaré Vázquez, y al saliente Lacalle Pou; y destacó figuras de otras tiendas, como el colorado Alejandro Atchugarry, por su rol dialoguista durante la crisis de 2002.

Orsi: sin "contemplación alguna con el delito" y una "lucha frontal contra el narcotráfico"
Orsi: sin "contemplación alguna con el delito" y una "lucha frontal contra el narcotráfico"
Foto: Ignacio Sánchez

Luego, en la Plaza Independencia, durante su breve mensaje de ocho minutos, les volvió a agradecer por “manejar las diferencias y enfrentamientos siempre cuidando ese frágil cristal que es nuestra democracia”.

No hubo críticas a la anterior administración. Apenas una tímida referencia a que se podrá “discrepar en los instrumentos para lograr un mayor reparto”, pero enmarcada en la estabilidad económica que atravesó a los distintos gobiernos. En su lugar el mandatario repitió seis veces el término “acumulación positiva” para destacar avances que dieron en distintas áreas gobiernos de diferentes signos políticos.

Medidas

Fueron 23 minutos donde el presidente también transmitió algunas ideas claras que tendrá su gestión en busca de la “pública felicidad” y para las que entiende “no hay tiempo que perder”. Con su habitual tono conciliador insistió en que no llega al poder con ímpetu “refundacional” ni con “la verdad revelada”.

Dejó en claro, mencionándolo al principio y al final de su discurso -y provocando el aplauso en ambos momentos-, que continuará con la búsqueda de los detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar, ya que entiende que la democracia “gozará de una mejor salud cuando sus familias” sepan dónde están .

Yamandú Orsi asumió como presidente de la República. Foto: Natalia Rovira
Yamandú Orsi asumió como presidente de la República. Foto: Natalia Rovira

También dio lineamientos sobre la importancia que tendrá el agro, un elemento que suele quedar en un segundo plano en el Frente Amplio, por su asociación con un votante metropolitano. Sin embargo, Orsi lo reivindicó como uno de los motores para hacer crecer la economía -“uno de nuestros recursos más valiosos”, dijo-. Para ello impulsará un Plan Nacional de Aguas y buscará extender el riego a lo largo y ancho del país con el objetivo de “ampliar y mejorar la producción de carne, de arroz, de soja, de madera y de celulosa”. La ciencia será jerarquizada con la creación de una Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación en Presidencia.

En un breve pasaje envió un mensaje a los inversores y al capital extranjero -en momentos en que se discute si el gobierno de Orsi continuará adelante con el proyecto Arazatí, por ejemplo- al asegurar que el país tiene “reglas estables donde los contratos se cumplen”.

La seguridad, una de las principales preocupaciones de los uruguayos, fue otro elemento central de su discurso. Orsi buscó ser contundente en el mensaje: “no habrá contemplación alguna con el delito ni con la represión al delito”, y se dará una “lucha frontal contra el crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos”. Pero remarcó que un abordaje que solo apunte al combate sería “demagógico” y llamó a atender también “las causas de la violencia”.

La pobreza infantil, en la que tanto énfasis puso Orsi durante la campaña electoral, fue otro punto destacado en el discurso. Su meta será “garantizar un mínimo de dignidad y lograr que cada niño pueda alimentarse en su casa”, así como la certeza de que cada alumno tenga “las herramientas indispensables para empezar las clases”. Y remarcó sobre la “urgencia” por dar respuestas en salud mental.

Por último, Orsi envió algunos mensajes respecto a cuál será su posicionamiento en política internacional, en línea con lo que adelantó días atrás el futuro canciller Mario Lubetkin. Reivindicó el “avance y los acuerdos en el Mercosur”, “el reforzamiento de la Celac”, la “participación cada vez más activa en la OEA”, la búsqueda de acuerdos con las potencias mundiales y la disponibilidad de Uruguay para aportar a la “estabilidad y la paz” en la región.

Legisladores de diversos partidos políticos que presenciaron el discurso de Orsi en la Asamblea General coincidieron en que su oratoria plasmó la condición “dialoguista” ya conocida del exintendente de Canelones. En filas nacionalistas y coloradas, en tanto, se criticó que más allá de alguna referencia vinculada al agro y a la ciencia no hubo anuncios u objetivos concretos.

Traspaso de mando presidencial en Plaza Independencia. Foto: Leonardo Mainé
Traspaso de mando presidencial en Plaza Independencia. Foto: Leonardo Mainé

Libertad en disputa

A lo largo de su mandato, Lacalle Pou insistió en el concepto de libertad. Su mayor énfasis lo puso en la idea de “libertad responsable” en momentos en que la pandemia por el covid-19 llevaba a discutir si era necesario el confinamiento de los uruguayos, algo que no sucedió. En los años siguientes Lacalle Pou siguió levantando la bandera de la libertad y su concepción de ella incluso formó parte de discursos ante organismos internacionales.

Fue tanto el hincapié hecho por el líder del Partido Nacional que el Frente Amplio evitó usar el término durante el último tiempo. Sin embargo, Orsi dedicó varios minutos de su discurso en el Palacio Legislativo a poner sobre la mesa un concepto de la palabra en disputa.

“Sobrevuela un concepto de libertad ultraindividualista que predica el predominio del más fuerte”, comenzó diciendo para luego remarcar, generando uno de los ocho aplausos que le otorgaron algunos de los presentes: “Nunca será esta nuestra noción de libertad”. “La libertad individual en la que creemos es en clave de convivencia e igualdad de oportunidades en los aspectos esenciales de la vida”, sostuvo.

“¿Cuánta libertad puede ejercer o gozar un compatriota que tiene que peregrinar semanas por un centro de salud para conseguir sus medicamentos? ¿Cuán libre es quien padece serios problemas de vivienda o de trabajo? ¿Cuánto, las mujeres que se sienten violentadas en la calle o puertas adentro de su hogar? ¿Qué libertad individual plena puede ejercerse en medio de la desigualdad colectiva?”, cuestionó Orsi.

Su referencia a lo que entiende por libertad también fue una forma de plantarse ante una vieja dicotomía que existe a nivel ideológico en la izquierda que contrapone la igualdad, como un principio que defendía el Frente Amplio, a la libertad, concepto enaltecido por el Partido Nacional desde décadas atrás.

Allí también el profesor de Historia de 57 años unió las dos ideas para sintetizarlas en una sola: que no es posible la libertad sin que exista igualdad. Lo que implica varios de los objetivos de su administración como son garantizar “un piso de dignidad salarial” y un acceso “más o menos generalizado” a la vivienda, la salud y la educación, y que se “asegure condiciones esenciales de seguridad, de recreación y de cultura”.

Yamandú Orsi asumió como presidente de la República. Foto: Natalia Rovira
Yamandú Orsi asumió como presidente de la República. Foto: Natalia Rovira

La señal a los familiares de detenidos desaparecidos

Fueron varios los momentos en que el presidente dio relevancia a la búsqueda de los detenidos desaparecidos. Fue de los primeros mensajes que dio en su discurso cuando planteó las “secuelas” que dejó la dictadura que hacen “imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”. Lo remarcó al final de su oratoria. Y luego, durante el desfile hacia la Plaza Independencia detuvo la marcha y bajó del auto para saludar a la organización de Familiares.

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