Redacción El País
En primera fila del palco de la Asamblea General, donde se ubicaron visitantes extranjeros para presenciar el juramento de Yamandú Orsi como presidente de Uruguay, estuvieron los presidentes de Alemania, Frank-Walter Steinmeier; Chile, Gabriel Boric; Bolivia, Luis Arce; Colombia, Gustavo Petro; Honduras, Xiomara Castro; Guatemala, Bernardo Arévalo; Paraguay, Santiago Peña; y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; además del rey de España, Felipe VI. Al final de su discurso, Orsi se dirigió a ellos y a quienes se sentaron en segunda fila: “Desde un país como el nuestro, enclavado en el sur de América, queremos sumar esfuerzos para contribuir con la estabilidad y paz en un mundo cada vez más complejo y cambiante”.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, dijo a El País que el discurso de Orsi fue “el de un estadista”, “extraordinario”.
En líneas generales, los visitantes extranjeros elogiaron al flamante mandatario. Lula, por ejemplo, dijo a la transmisión oficial que “Yamandú va a tener un gran gobierno” y “Uruguay va a tener una gran presencia a nivel internacional”.
Unos minutos antes, Lula habló con la prensa a la salida del Hotel Sofitel, en Carrasco, donde se alojó durante su estadía de 24 horas en Uruguay. Respecto al retorno del Frente Amplio al gobierno, el mandatario brasileño sostuvo que “va a permitir que la gente vuelva a discutir cosas importantes como el fortalecimiento del Mercosur y la reconstrucción de Unasur”.
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, destacó tres características del discurso de Orsi. “En primer lugar, la defensa de la democracia, en momentos que son muy complicados en el mundo; habló claro sobre el respeto al adversario y no convertirnos nunca en enemigos”, dijo Díaz a El País, y ponderó “la defensa de las formaciones políticas más allá de la ideología que cada una profese”. En segundo lugar, la vicepresidenta española remarcó del discurso de Orsi “el principio de esperanza como motor de cambio”, y, en tercer término, que su programa está “muy apegado a la vida de la gente”, en alusión a que habló “de la ganadería, de las producciones, de los derechos laborales, de las empresas sólidas y solventes, la investigación y el desarrollo”.
Como los presidentes de República Dominicana, Honduras y Brasil, Díaz también aprovechó la instancia para reunirse algunos minutos con el expresidente José Mujica. Fue en un despacho del Palacio Legislativo, luego de que el exmandatario y su esposa, Lucía Topolansky, mantuvieran un encuentro con Lula. “Le hemos pedido consejos y como siempre Pepe nos ha hablado de amor. No se puede hacer nada sin amor para cambiar la vida de la gente”, dijo la vicepresidenta de España.
La ausencia más notoria durante el traspaso de mando fue la del presidente de Argentina, Javier Milei, y la de su canciller, Gerardo Werthein. Los representantes oficiales del país vecino durante el cambio de mando fueron Natalia Gunski, directora de América del Sur de la cancillería argentina, y el embajador Alan Beraud, representante permanente de Argentina ante el Mercosur y la Asociación Latinoamericana de Integración.
Entre los invitados por el gobierno entrante a Plaza Independencia para presenciar el traspaso de mando estuvo Wado de Pedro, exministro argentino y actual senador peronista, quien se reunió el viernes con Carolina Cosse en el Palacio Legislativo.
Gente unida
Participaron de la ceremonia de traspaso de mando 116 asistentes internacionales. Además de la decena de jefes de Estado presentes en la primera fila del palco, estuvieron en la segunda línea los mandatarios de Panamá, José Raúl Mulino; República Dominicana, Luis Abinader; Armenia, Vahagn Jachaturian; y la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Gali. También en la segunda fila estuvo el uruguayo Sergio Abreu, secretario general de Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).
Tras el traspaso de la banda presidencial en Plaza Independencia, Orsi recibió el saludo protocolar de los gobernantes y los titulares de organismos internacionales en el Palacio Estévez. A la noche, varios de ellos participaron de una cena ofrecida por el flamante mandatario en el Radisson Victoria Plaza.
La delegación estadounidense estuvo encabezada por la senadora republicana por Alabama, Katie Boyd Britt, quien destacó en un video el discurso de Orsi, en concreto su foco en la demo- cracia y en “mantener a la gente unida”.
El presidente de Paraguay también elogió el discurso presidencial, por tratarse de un “mensaje integrador”, y señaló a Uruguay como un “aliado natural” en el Mercosur. “Los dos países estamos entre medio de dos grandes que a veces de tanto cariño que nos dan nos dejan sin oxígeno”, bromeó Peña en diálogo con la prensa y consideró necesario “reforzar, relanzar y dinamizar el Mercosur”.
Por su parte, el rey de España, que cenó el viernes con la senadora frenteamplista Blanca Rodríguez, se acercó antes de que se iniciara la sesión de la Asamblea General a otro de los palcos para saludar a los tres expresidentes: Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera y Mujica.
Brasil: “no se puede buscar una salida individual”
Orsi ha dicho que tiene dos referentes en la región: Lula y Boric. El presidente de Brasil dijo en rueda de prensa que intentará convencer a los otros países para “formar un bloque fuerte en América del Sur”, ya que “no se puede intentar buscar salidas individuales para cada país porque no existen posibilidades”. El gobierno saliente de Uruguay, presidido por Lacalle Pou, intentó un TLC con China para el que encontró la resistencia de Brasil. Lula remarcó además que “el mundo está dividido en bloques, y quien está más organizado puede más”, porque “el que está más organizado vende más”. En ese sentido, agregó que si “crece” el acuerdo Mercosur- Unión Europea “va a beneficiar a todos los países de América del Sur, del Mercosur y de la Unión Europea”.
Luego, en un posteo en la red social X, definió a Orsi como un “amigo”. Por su parte, Boric dijo que “el Frente Amplio siempre ha sido una inspiración en política, pero más allá de eso las relaciones institucionales” entre Chile y Uruguay “son excelentes”, por lo que visitó el país el mes pasado para “despedir a Lacalle Pou”, con quien mantuvo “un muy buen diálogo”, y por ese motivo también regresó para “bienvenir a Yamandú”.
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