Cinco años y seis meses después de que Julio María Sanguinetti se reuniera con Jorge Larrañaga y Luis Lacalle Pou para plantar “la semilla de un eventual gobierno de coalición”, las divisas asociadas desde noviembre de 2020 se preparan para un nuevo ciclo electoral, esta vez con una premisa que a la luz de las duras discrepancias entre los socios para la mayoría resulta evidente: un segundo gobierno de coalición requiere de una mesa de coordinación entre los partidos, un equipo de trabajo que el actual mandatario optó por no formar.

La necesidad de crear un ámbito de coordinación fue reclamada por el Partido Colorado (PC) y Cabildo Abierto (CA) desde el inicio de este período de gobierno, pero Lacalle Pou y el Partido Independiente (PI) se resistieron a su formación, y el presidente optó por negociar, la mayoría de las veces, con los socios del gobierno por separado. Sin embargo, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, favorito en la interna blanca según las encuestadoras, anunció hace dos semanas que si se cuelga la banda presidencial, creará una instancia “estable” de coordinación. “Para el próximo gobierno, que ojalá me toque encabezar, vamos a tener una estructura diferente de la coalición. Porque esta etapa de maduración nos hace ver con introspectiva que tenemos que pasar a un nuevo escalón, con una mayor coordinación colectiva, más estable. Y es un desafío que yo lo voy a plantear”, dijo el precandidato blanco a El País.

Dos de sus competidores en la interna nacionalista, Jorge Gandini y Laura Raffo, prevén, con matices, un futuro gobierno de coalición con mesa de coordinación interpartidaria. Lo mismo vislumbra Sanguinetti, quien el 1° de marzo renunciará a la secretaría general del PC, para promover la renovación de la colectividad que lidera. El senador cabildante Guido Manini Ríos fue un insistente promotor de una mayor coordinación y mantiene su reclamo. Y el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, líder del PI, respondió a El País que, aunque su agrupación aún no lo ha discutido, “parecería que la continuidad de la coalición, en la medida que ya se vuelve una situación consolidada, probablemente requiera de alguna instancia formal de coordinación más permanente”. De todas maneras, el ministro advirtió que “hasta octubre no hay espacio para innovar en estas cosas”.

Tanto Mieres como el diputado del Partido de la Gente, Daniel Peña, recuerdan que “Compromiso por el país”, la plataforma programática que firmaron los cinco partidos que integran la coalición en noviembre de 2019, fue un acuerdo entre Lacalle Pou y cada uno de los socios. “El funcionamiento hasta ahora fue con Lacalle Pou hablando con cada uno de los partidos. En algún momento se debería formalizar el funcionamiento de la coalición y aclarar sobre qué base se construirá, porque, por ejemplo, el Partido de la Gente sacó casi 3.000 votos más que el PI, y el PI tiene un ministerio y otros cargos, y nosotros, no”, alertó Peña.

Raffo considera que “la coordinación entre los partidos de la coalición es muy relevante para el éxito de un nuevo gobierno”, y recordó que tuvo “una muy buena experiencia en Montevideo”, donde creó, como candidata a la Intendencia, “una mesa de coordinación política y territorial”.

“De cara al 2024, es fundamental que los partidos de la coalición firmen un compromiso país como se hizo en 2019. Si los uruguayos me eligen, invitaré a los partidos a conformar una mesa coordinadora donde los líderes de los diferentes partidos acordemos lineamientos y políticas que luego ejecute el gobierno”, dijo Raffo a El País, y agregó que también debería formarse esta mesa incluso si la coalición pierde el gobierno nacional.

Hasta octubre no hay espacio para innovar en estas cosas

Pablo Mieres

Por su parte, Gandini opina que “la próxima coalición no será exactamente igual a la actual, pero primero hay que ganar, y hay que ver quién gana en la coalición”. Para el senador, “tiene mucho que ver la forma de coordinar con las características y la personalidad de quien ejerza la Presidencia”.

“Entiendo que por la experiencia realizada, va a haber una coalición que funcione con criterios diferentes a los actuales; probablemente haya una mesa más participativa de intercambio que sea como la evolución de La Concertación”, el partido creado por blancos y colorados para competir en las elecciones departamentales de Montevideo de 2015, opinó el senador blanco.

Manini piensa que “hay que crear un ámbito de negociación, sea una mesa o como se llame, en el cual los grandes temas, los temas esenciales, sean planteados antes de que la discusión llegue al Parlamento”. El líder cabildante dijo a El País que “en esta administración ha habido varias veces fricciones y diferencias en proyectos de ley porque previamente no hubo ese ámbito de negociación”, al que considera “necesario”. El senador recordó que una instancia de coordinación “era tradicional en todas las coaliciones que hubo en Uruguay”, pero durante este gobierno “muchas veces no se ha respetado”.

La próxima coalición no será exactamente igual a la actual

Jorge Gandini

Para Manini, “tiene que haber dos niveles” de coordinación: “un nivel de trabajo en el cual estarían delegados de los distintos integrantes de la coalición, y un nivel más alto, de decisión, en el que se logra el acuerdo definitivo, con el presidente y los líderes de cada partido”.

El senador lamenta la falta de estos espacios ahora. “Aquella propuesta de Uruguay para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo de un representante de Estados Unidos a nosotros no nos conformó, y nos enteramos por los diarios; tengo entendido que tampoco le conformó al PC. Fue una decisión unilateral del Partido Nacional, sin consultar a los socios, y creo que se podría haber consultado. Al poco tiempo ese candidato que fue nombrado fue destituido por un acto de corrupción, lo que mostró que fue un error”, relató el senador.