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Sebastián Da Silva plantea una eventual segunda ley de urgente consideración

“Es una idea que sé que tiene asidero, para cuando salgamos de la discusión por la reforma de la seguridad social”, dijo a El País el senador del Espacio 40.

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Sebastián Da Silva.
Sebastián Da Silva.
Foto: Francisco Flores

El término Ley de Urgente Consideración (LUC) quedará para siempre asociado al actual gobierno de Luis Lacalle Pou, que desembarcó con el proyecto de incluir una serie de temas de alta relevancia en lo que también ha sido denominado “ley ómnibus”, algo que llevó a cabo al inicio de su mandato.

La norma, que incluyó desde temas de educación, vivienda y seguridad -entre tantos otros-, recibió un espaldarazo en las urnas cuando el 27 de marzo de este año los uruguayos ratificaron 135 de sus artículos que la oposición y los movimientos sociales -con el Frente Amplio a la cabeza- buscaron impugnar, entre otros argumentos porque no era viable incluir tantos asuntos en una sola norma que por su carácter de urgencia no se discutió en un plazo mayor de 90 días.

Pero para el oficialismo la experiencia terminó siendo tan exitosa que ya hay quienes proponen reeditarla para 2023.

Es el caso del senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva, que está planteando que se recurra de nuevo a esta herramienta para dar solución -y rápida- a los temas pendientes que va a tener el gobierno para los últimos dos años de la administración.

“Es una idea que sé que tiene asidero, para cuando salgamos de la discusión por la reforma de la seguridad social”, dijo a El País el senador del Espacio 40, que de todos modos descartó que piense en una iniciativa que tenga de nuevo más de 400 artículos.

“Yo lo que pondero es la herramienta, el momento y el aprovechamiento del tiempo”, afirmó.

Ante la consulta sobre qué temas tiene en mente que sean incluidos, respondió no tenerlo definido, aunque probablemente propondrá tratar allí la reforma de la Ley de Colonización.

“El temor que yo tengo es lo que pueda pasar el año que viene”, agregó Da Silva, porque entiende que el 2023 será “complejo”, con discusiones políticas cargadas que de alguna manera pueden obstruir la efectividad de las discusiones parlamentarias y el abordaje de los proyectos de ley que están en la cola de espera.

“Lo que propongo, entonces, es que cada partido ponga arriba de la mesa sus prioridades, para canalizarlas en una nueva LUC y que el gobierno pueda así cumplir con todo lo que ha prometido”, finalizó.

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