Las principales autoridades del Poder Ejecutivo se reunieron este jueves en la inauguración de la nueva planta de Cementos Artigas en Minas, Lavalleja. Luego de la formalidad de las presentaciones y discursos de apertura, el momento más distendido se dio cuando las principales figuras del gobierno dejaron su huella marcada en una caja de madera con mezcla de cemento fresco.

El primero en dejar su marca fue el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, quien al ver su huella en el cemento hizo chistes con el tamaño de su mano. “Van a decir que fue una mulita, yo tengo mano chica”, bromeó.

El segundo, fue el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado. Al ver su huella marcada, Lacalle Pou se río y le dijo: “Esa es una mano golosa”.

Luego le tocó el turno al ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; al intendente de Lavalleja, Mario García; y a los directivos y accionistas de Cementos Artigas. “Me están invadiendo (la huella), de a poquito me están estirando la mano mía”, bromeó el mandatario mientras observaba la marca de los empresarios.

Foto: Captura de video

Pero el momento que más risas generó fue cuando el presidente llamó al ministro de Ambiente, el colorado Adrián Peña, para que dejara su huella en el cemento. “¿Vos no vas a poner la mano?”, le preguntó, “si no, pedí una pluma, que es lo que te caracteriza, una pluma”, bromeó Lacalle Pou en alusión a la actividad privada de Peña, un empresario vinculado históricamente a la venta de pollos.

El que se sumó a la broma enseguida fue Delgado, quien entre risas cómplices con el presidente hacía gestos con las manos, representando las patas de un pollo. “Le queda la huella hecha con un pico”, dijo en tono burlón. Mientras buscaba un lugar libre para dejar su huella, el ministro de Ambiente se rió de los chistes y defendió al pollo: “Es un bicho muy noble”.

En medio de las bromas, Peña logró dejar su huella en el cemento pero el presidente le dijo preocupado: “estás arriba de mi huella”. Agarró su mano, le indicó dónde marcar el cemento y lo ayudó a hacerlo. Mientras tanto, Delgado siguió haciendo chistes con la actividad avícola del ministro y Peña se defendió: “no porque el pollo escarba hacia atrás y nosotros vamos para adelante”.