Por Rosina De Armas
Que Uruguay apuesta a ser la sede del Mundial de Fútbol en 2030 no es novedad. Junto a Argentina, Chile y Paraguay están trabajando en una coorporación que, si tiene el visto bueno de la FIFA, podría lograr una final mundialista en el Estadio Centenario, a 100 años de la primera.

Con esa meta en el horizonte, el secretario chileno Michael Boys presentó ayer al Congreso de Intendentes, en Flores, los requisitos para ser una ciudad anfitriona. Con ello se abrió una nueva etapa en la que los gobiernos locales podrán postular más sedes, como adelantó El Observador.

Esto no solo implica elegir estadios mundialistas, sino también la provisión de infraestructura, centros de entrenamiento y concentración para las selecciones, entre otros aspectos que hacen al torneo y moverán la economía.

Varios jefes comunales adelantaron que se abocarán a esta tarea en las próximas semanas, siendo junio el plazo fijado por la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Secretaría Nacional del Deporte para hacer propuestas. Por lo pronto, los intendentes Ana María Bentaberri (de San José), Nicolás Olivera (Paysandú) y Mario García (Lavalleja) explicitaron su intención de avanzar en ese sentido.

Desde ayer está abierta una etapa de consulta y asesoramiento, en la que los gobiernos departamentales podrán presentar una carta de intención preliminar. Entre octubre de este año y mayo del que viene, la corporación elevará a la FIFA una propuesta con una preselección de ciudades anfitrionas. Si se supera esta fase, se conformará una nueva entidad junto a la FIFA que seleccionará las sedes finales.

Yamandú Orsi, el intendente de Canelones, invitó a mirar el tema con una “visión nacional” y “en clave país” en el seno del Congreso de Intendentes, teniendo en cuenta que “por un tema de escala y dimensión” no habrá 19 sedes en Uruguay. Esta institución, dijo, tiene suficiente “madurez y avance” como para que sus integrantes acepten que tal vez la mejor opción no es el departamento que gobiernan.

Además Orsi -que aspira a ser presidente en el período 2024-2030, cuando Uruguay se pondría a punto para el Mundial- señaló las responsabilidades del gobierno de turno. “Me imagino que esta decisión es de carácter nacional porque implica inversiones que tienen que ser respaldadas por cajas que no son las nuestras”, señaló. El jefe comunal recordó que tiempo atrás había dicho que Maldonado era el departamento idóneo para ser sede por su infraestructura.

García, el intendente de Lavalleja, dijo que comenzará a trabajar con la intención de postular a Minas como ciudad anfitriona. “En esta nos jugamos todos: todo el país, todos los departamentos, todas las organizaciones, estén o no vinculadas al fútbol”, valoró el jefe comunal.

El intendente de Salto, Andrés Lima, coincidió en mirar el asunto como “una política de Estado”. Reconoció que hoy en día su departamento no tiene posibilidad de ofrecer un estadio mundialista, con capacidad para 40.000 espectadores, pero recordó la Copa América de 1995, en la que hubo sedes en Paysandú y Rivera y su departamento alojó a varios seleccionados.

El intendente de Florida, Guillermo López, en tanto, agradeció que la primera presentación del plan de trabajo fuera en el Congreso y se mostró dispuesto a “enriquecer” la propuesta junto a sus pares.