La Cámara de Zonas Francas del Uruguay alertó esta semana en el Parlamento que el artículo 662 del proyecto del Presupuesto, que propone la creación del Impuesto Mínimo Complementario Doméstico (IMCD), conocido como impuesto mínimo global a la renta, resulta “inoportuno” e “innecesario” y conlleva “riesgos”.
La propuesta del gobierno de Yamandú Orsi plantea que las empresas multinacionales con facturaciones anuales superiores a los 750 millones de euros deban pagar una tasa impositiva efectiva del 15%, como alícuota mínima del impuesto a la renta empresarial. Esta será aplicable sobre los beneficios empresariales generados por las operaciones de estas empresas en todos los países en que actúan.
“En el contexto actual y en los términos planteados, representa, en nuestra opinión, un riesgo para la inversión, el empleo y la recaudación que actualmente genera el régimen de zonas francas, entre otros instrumentos de promoción de inversiones para nuestro país, así como una afectación a la seguridad jurídica que ha distinguido internacionalmente a nuestro país y que en el caso del régimen de zonas francas es particularmente importante”, dijo Enrique Buero, presidente de la cámara, este viernes en la comisión de la Cámara de Diputados que analiza el presupuesto, según la versión taquigráfica que accedió El País.
La gremial agregó que el impuesto planteado es un “derivado” del impuesto mínimo global adoptado por la OCDE, un foro internacional integrado por 38 países, cuyas decisiones “no son vinculantes”, donde “predominan los intereses del G20”.
El impuesto mínimo global fue suscrito por unos 142 países, incluido Uruguay, pero al día de hoy está vigente “solamente en 53 países”, marcó la cámara. En la región, “solo” lo hizo Brasil, porque el resto de Latinoamérica analiza el contexto internacional porque “claramente afecta la competitividad de los países para captar inversiones”, acotaron.
“Este impuesto no está diseñado para ayudar a los países en vía de desarrollo a recaudar; todo lo contrario, está diseñado para desincentivar compañías con casas matrices en países europeos -que son países que por lo general generan multinacionales que salen a invertir por el mundo- en la deslocalización de inversiones en países como el nuestro”.
Las zonas francas uruguayas compiten con otras 7.000, en 140 países. Allí operan más de 1.100 empresas, que contribuyen con casi siete puntos del PIB y 34% de las exportaciones locales. Generan 66.000 puestos de trabajo con un salario promedio que triplica al resto del territorio nacional.