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Por Rosina de Armas
La demolición de un parador ruinoso en Playa Grande, Maldonado, dio lugar a que la comuna de este departamento anunciara un plan de recuperación del espacio costero.

Se trata de un predio en el que también funcionaba un hostel a cargo de un actor privado, que está en medio de un litigio con la Intendencia de Maldonado. Tiempo atrás una tormenta dañó la estructura a tal punto que quedó con riesgo de derrumbe, certificado por la Dirección Nacional de Bomberos, que determinó que el estado de la construcción suponía un peligro para las personas.

El esqueleto del parador desde entonces se convirtió en un lugar donde a veces pernoctaba gente entre los escombros, contó a El País el diputado colorado Eduardo Elinger, que antes de que la comuna fernandina ejecutara la demolición había denunciado en el Parlamento el riesgo edilicio -según el legislador- sin obtener una respuesta satisfactoria.

Después de que la estructura fuera demolida, la semana pasada la comuna anunció un plan de obras para recuperar la franja costera en un tramo de Piriápolis, que sufre inundaciones cuando hay fuertes lluvias. Como informó El Observador, este plan se diseñó con la colaboración de expertos del Instituto de Hidráulica de la Universidad de Cantabria, en España, y de las facultades de Ciencias e Ingeniería de la Universidad de la República.

Fuentes municipales confirmaron que las alternativas estudiadas en Piriápolis son: la construcción de espigones o rompeolas para contener el agua; o agregar más arena a las playas para generar una barrera natural de contención.

De acuerdo al estudio que realizó la Universidad de Cantabria, al que accedió El País, la playa de Piriápolis tiene 3.200 metros de longitud y es una de las “25 más valiosas” del litoral uruguayo.

No obstante, a partir de imágenes históricas, los académicos estimaron un “retroceso” de hasta 14 metros por los temporales. En el futuro más próximo, con el año 2050 como horizonte, “se experimentarán retrocesos mayores que los que se experimentan en el presente, pudiendo llegar a duplicarse o triplicarse”.

Además, debido al repliegue estructural de la línea de costa, se perderán de forma permanente entre nueve y 12 metros de playa en 2050, y 28 metros de playa en 2100, según los especialistas.

En el presente, las únicas zonas de Piriápolis con riesgo de inundación son la Rambla de los Argentinos -en el tramo entre las calles Joaquín Muñoz y Julián Álvarez, y en el tramo comprendido entre las calles Gregorio Sanabria y Atanasio Sierra- y las parcelas que bordean el arroyo Zanja Honda y el muelle del puerto.

“En el futuro se incrementa el riesgo potencial de la rambla, siendo potencialmente inundada en su totalidad por eventos con probabilidad de ocurrencia media - baja”, indica el estudio sobre Piriápolis, que se enmarca en el Plan Nacional de Adaptación Costera de Uruguay.

Las inundaciones en la costa de la ciudad esteña no son una novedad. Sin ir más lejos, en 2019 se hundió la calzada de una zona de la Rambla -en el tramo de la rambla de Punta Fría y del Argentino Hotel- por las lluvias copiosas.

El plan para recuperar el espacio costerio generó expectativa, aunque el diputado Elinger y la bancada de ediles del Frente Amplio dijeron que desconocen de qué se trata.

Susana Hernández, edila de la coalición de izquierda en Maldonado, consideró que es “contradictorio” que se anuncie un plan de recuperación de la costa pero por otro lado se dé permiso para constuir en otras zonas del departamento.

Concretamente, la oposición apunta contra el proyecto Marina Beach, aprobado por la Junta Departamental el año pasado. Esta iniciativa privada, entre el balneario Buenos Aires y San Vicente, incluye 26 casas y un hotel.

En octubre del año pasado, la bancada opositora anunció que llevaría adelante dos recursos legales para detener la obra. El primero era una acción de amparo territorial. Y el segundo, la recolección de 1.000 firmas para presentarlas en la Cámara de Representantes y -en virtud del artículo 303 de la Constitución de la República- impugnar lo dispuesto por el intendente Enrique Antía.

En setiembre, la Departamental del Frente Amplio en Maldonado informó que había recolectado 6.366 rúbricas para detener el proyecto. Los impulsores del proyecto lamentaron entonces haber sido “rehenes” de una disputa que les era ajena, teniendo en cuenta que habían cumplido con todos los requisitos jurídicos.