CEMENTERIO CENTRAL

El senador Jorge Gandini, referente actual del Movimiento Por la Patria, habló ayer de tarde en el entierro de Alberto Zumarán en el Cementerio Central. Ni bien terminó, se acercó una persona y le pidió a Angelita Aguerre, la esposa de Zumarán, si podía decir unas palabras. Fue algo sorpresivo para todos.

Ella no reconoció quién era (todos estaban de tapaboca) hasta que el hombre se sacó el barbijo y ahí Aguerre le dijo que por supuesto, que hablara. Se trataba del exsenador frenteamplista Carlos Baraibar, quien además fue vecino muchos años de los Zumarán en la calle Roque Graseras. “Siento la necesidad de decir que Seregni me pide que esté hoy acá”, dijo Baraibar, quien fue secretario político del general Líber Seregni durante siete años. Baraibar dijo, además, que Seregni se sentía muy cómodo y “confiaba” en “el Partido Nacional de Zumarán”.

Aguerre y Santiago Zumarán, uno de los hijos del exdirigente político, le agradecieron sus palabras. “Hizo justicia con el viejo”, dijo Zumarán a El País. Y también contó una anécdota que pinta bien aquel hogar. La noche de la elección del 25 de noviembre de 1984 reinaba la decepción en la casa de los Zumarán, que entonces estaba en Colonia y Yaguarón. Cuando Julio María Sanguinetti anunció su victoria había silencio en ese hogar. Entonces habló Angelita. “Tenés que ir ya”, le dijo. Zumarán no dudó: se puso el saco y caminó las pocas cuadras que lo separaban de la histórica sede partidaria.

Aquello fue reconocido por Sanguinetti como “un gesto de enorme valor institucionalen aquel momento porque significaba la convalidación definitiva de la presencia de todos los partidos en el proceso”, según contó ayer el expresidente. El Partido Nacional no había formado parte del Pacto del Club Naval, previo a la elección.

Tras participar del velorio, el presidente Luis Lacalle Pou dijo ayer que “la imagen que queda es la de una persona con una sonrisa permanente, una persona que asumió un desafío” al ser candidato presidencial “sin tener a su candidato natural habilitado para las elecciones”. Y aseguró: “Fue sinónimo de vuelta a la democracia”.

En tanto, el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, definió a Zumarán como “un hombre absolutamente clave y valioso en la política uruguaya hasta el día de hoy”.