El adiós de Carmelo Vidalín a la política; 20 años dedicados a conducir Durazno, donde trascendió los partidos

Vidalín comenzó a militar a los 15 años en el Partido Nacional acompañando al entonces dirigente Raúl Iturria. Fue designado edil en dos ocasiones, cuatro veces intendente, diputado y senador

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Carmelo Vidalín
Carmelo Vidalín fue intendente de Durazno en cuatro períodos

Carmelo Vidalín se retira de la política. Se va después de ocupar todos los cargos electivos: edil, diputado, senador e intendente de Durazno durante cuatro períodos. Y en este último mandato como jefe comunal de Durazno (2020-2025), Vidalín presidió el Congreso de Intendentes con su característico estilo campechano.

El dirigente nacionalista reivindicó a lo largo de su carrera su origen duraznense y que vive en una casa en el barrio Santa Bernardina, ubicada en las afueras de la ciudad de Durazno. Su léxico es de tierra adentro. Gracias a esa autenticidad, que es como una marca registrada, a Vidalín le resultó fácil hacerse amigo de tirios y troyanos.

En el Congreso de Intendentes, armó alianzas con los jefes comunales frentistas de Canelones, Marcos Carámbula y Yamandú Orsi, hoy presidente de la República, y también con el entonces intendente colorado de Rivera, Tabaré Viera, hoy senador.

Es que, en muchas ocasiones, las intendencias enfrentaron problemas comunes que estaban por encima de las divisas partidarias como inundaciones o la demora del gobierno central en entregar partidas establecidas en la Constitución de la República. Es obvio decir que Vidalín también tendió puentes con sus colegas nacionalistas.

Es un "zurcidor" de alianzas nato. Una "rara avis" en la política uruguaya.

Se crió en un hogar donde no había actividad política alguna. Su padre, dueño de un boliche de barrio, votaba al hombre sin importar el color partidario. Es probable que esa falta de definición partidaria de su padre hizo que Vidalín lograra, años después, acercamientos con sus contrincantes políticos.

Su madre era votante del Partido Nacional. Pese a esa inexistencia de militancia política en su hogar, Carmelo comenzó a coleccionar listas de todas las agrupaciones de Durazno con apenas siete años. Algunas todavía las tiene guardadas en un cajón de su escritorio, dice.

Es posible que esa afición por juntar listas y leer los nombres impresos de los candidatos o tal vez una vocación innata lo llevaron a la política a los 15 años. Esa pasión se inició en el boliche de su padre, quien recibía a personas sin importar su inclinación política, recuerda Vidalín.

En el boliche, el entonces adolescente escuchaba hablar de política a un carpintero socialista, de apellido Medina. Se trataba, en aquel entonces, de un espécimen raro en una ciudad del interior como Durazno. Eran tiempos políticos en que el país se dividía en dos bandos: blancos y colorados.

"Me gustaba escuchar a Medina. Decía cosas que llamaba mi atención porque hablaba de temas que otros no lo hacían", rememora el caudillo blanco.

La militancia.

En 1971, Carmelo tenía 15 años. Asistió a un acto donde habló el entonces candidato blanco a intendente de Durazno, Raúl Iturria. El discurso de Iturria llamó la atención de Vidalín.

Poco después, Iturria triunfó y se convirtió en jefe comunal. A los pocos meses, Iturria se ganó la admiración de Vidalín por lograr que todos los fines de semana se hicieran juegos recreativos en los barrios de Durazno, donde se repartía chocolate con leche y tortas fritas a los niños. Unas semanas después Carmelo comenzó a militar junto a Iturria.

En 1973 llegó la dictadura militar. Vidalín continuó vinculado políticamente a Iturria y a otros dirigentes nacionalistas de Durazno como Omar Urioste, Domingo Bocchiardo, Néstor Andrade, Valentín Arias y Julio Villanueva.

En 1980, esos veteranos políticos invitaron a Vidalín a que integrara la Junta Electoral para organizar el plebiscito por el NO en Durazno. Carmelo tenía 24 años y ya daba sus primeros pasos en la política.

En 1985, Iturria se postuló a la Intendencia de Durazno. Vidalín lo acompañó. Entre reuniones con dirigentes y actos políticos, Iturria decía a Vidalín: "Hay que saber distinguir a los amigos de la vida de los amigos del sillón".

Iturría perdió las elecciones y quedó solo. Vidalín percibió que lo que Iturria decía era una gran verdad. Por eso hasta hoy utiliza esa frase. Sabe que quien pierde el poder, también pierde a los falsos amigos.

Tras la derrota por la intendencia de Durazno, Vidalín no abandonó a Iturria. Ambos dirigentes se comprometieron a trabajar otros cinco años para pelear otra vez por la Intendencia de Durazno. Iturria, quien era de Sarandí del Yí y vivía en Montevideo, se quedaba a menudo en la casa de Vidalín, ubicada en el barrio Santa Bernardina. Al otro día ambos dirigentes participaban en reuniones con otros caudillos locales o en actos políticos.

Esa casa, recuerda Vidalín, la compró a instancias del propio Iturria. Tenía seis embargos, una deuda con el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) y los llamados "colgamentos" (deudas complementarias). Vidalín levantó los embargos y accedió así a la vivienda.

Transcurridos los cinco años de trabajo duro, Iturria y Vidalín lograron el objetivo: ganar la Intendencia de Durazno. En 1990, Iturria fue nombrado intendente y Vidalín fue su suplente. Carmelo ocupó el cargo de secretario general de la comuna duraznense y fue intendente interino en varias ocasiones.

"Nos comprometimos (con Iturria) a ser gobierno durante 20 años. Y la gente (de Durazno) terminó dándonos 25 años de respaldo político", recuerda Vidalín.

Yamandú Orsi en el Congreso de Intendentes, con Carmelo Vidalín.
Yamandú Orsi en el Congreso de Intendentes, con Carmelo Vidalín.
Foto: Leonardo Mainé/El País

El parate

En el año 2000 Vidalín ganó por primera vez las elecciones departamentales en Durazno y se convirtió en intendente. Luego renovó mandato hasta que en julio de 2009, renunció y fue sustituido por su suplente Benjamín Irazábal. En las elecciones nacionales de ese año, Vidalín fue electo nuevamente diputado por el Partido Nacional, cargo que ejerció en el período 2010-2015. Mientras era parlamentario y estaba en Montevideo, Vidalín se recibió de licenciado en Relaciones Laborales. Sumó ese título al de docente de Filosofía.

También ocupó una banca en el Senado, fue presidente de la Departamental Nacionalista (Durazno) y dos veces fue integrante del Directorio del Partido Nacional. Hoy tiene un lugar en el máximo órgano de dirección nacionalista.

A Vidalín también se lo recuerda por la creación del festival anual de música Pilsen Rock, que se realiza en el Parque de la Hispanidad de Durazno.

Pero semejante trajín, le pasó factura al caudillo blanco en 2023. Vidalín sufrió un quebranto de salud que duró varios meses. Perdió 25 kilos como consecuencia de una enfermedad inmunológica.

Ahora le quedan dos meses para terminar su mandato. En ese tiempo pretende inaugurar una serie de obras como, entre otras, las reformas del estadio "Juan Ramón Carrasco" y los nuevos accesos a Sarandí del Yí y la reconstrucción de la avenida "Liber Seregni".

El dirigente blanco, durante su gestión, también impulsó en el departamento el proyecto de un nuevo centro termal con shopping, la construcción de silos, un frigorífico y un tambo con 14.000 vacas, entre otros emprendimientos, advierte.

En las elecciones municipales del domingo 11 Vidalín apoyó por igual a los dos candidatos blancos a la Intendencia de Durazno. Felipe Algorta fue su suplente y a Domingo Rielli, quien fue secretario general cuando Carmelo ocupó el cargo de intendente.

Ambos son candidatos que tienen "vida política propia", dice. Finalmente Algorta se impuso en la puja electoral y es el intendente electo de Durazno.

A Vidalín le gustaría que lo recordaran como un dirigente político que ejerció su vocación por encima de los colores partidarios. A menudo recuerda que lo visitó el entonces presidente José Mujica y expresa que tuvo un buen vínculo con los expresidentes colorados Jorge Batlle, hoy fallecido, y Julio María Sanguinetti.

El dirigente blanco tiene 69 años. "Es tiempo de descanso —señala—. En el pasado mis hijos me preguntaban cuando iba a dejar la política para dedicarme a la familia y a mi. Ahora llegó ese tiempo".

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