Redacción El País
La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, esperaba recibir un préstamo no reembolsable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por US$ 100.000, para ampliar las medidas que está llevando adelante ante la pérdida de la calidad del agua surtida por OSE, en medio del mayor déficit hídrico del país. Para ello requería del aval del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que -sin dejar pasar un día desde que la jerarca anunció sus intenciones- este martes denegó el permiso.

Este suceso marcó la agenda mediática de ayer, con salidas del secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, la propia jefa comunal y hasta del mismísimo BID, que envió una nota a la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, que pronto tomó estado público.

En ella, la institución financiera ratificó que actualmente “no está gestionando recursos” con la IMM por la crisis hídrica que afecta, principalmente, el suministro de agua potable de la zona metropolitana. Además, señaló que el BID “está en conversaciones con personal del MEF, para ofrecer toda la ayuda necesaria para la emergencia”.

Este pronunciamiento generó diferentes reacciones, en algunos casos contrapuestas, dependiendo de quién fuera el que interpretara los hechos.

¿Puede que todos tengan parte de razón? ¿Qué pasos llegó a dar Cosse y por qué también es cierto, como dijo Delgado y no negaron desde el círculo de la intendenta, que no había “ningún préstamo habilitado” por el BID?

”Azorada”, Cosse se aferró a la negativa de Arbeleche, para explicar por qué todavía no había ningún fondo garantizado, aunque sí conversaciones en curso.

“¿Cómo vamos a tener la autorización de un préstamo si no tenemos la autorización del Ministerio de Economía?”, se preguntó la ingeniera en una rueda de prensa en el Ministerio de Vivienda, -antes de que trascendiera la carta del BID-, donde también cuestionó “la capacidad de tergiversar la realidad” a la que asiste a diario.

En tanto, el oficialismo hizo hincapié en el comunicado institucional que la IMM divulgó el martes, antes del rechazo de Arbeleche.

“El BID ha respondido que estaría en condiciones de apoyarnos con recursos no reembolsables”, apuntó Cosse allí, lo que para algunos dirigentes contradice la comunicación oficial de la institución financiera, que al día siguiente sostuvo que no estaba gestionando un préstamo con la IMM y que estaba en conversaciones con representantes del MEF, en su rol de “gobernador” del BID.

El director de Desarrollo Ambiental de la comuna capitalina, Guillermo Moncecchi, señaló en Twitter que la carta del BID decía “lo obvio”, ya que requerían del permiso del equipo económico para comenzar formalmente las gestiones con la institución financiera.

En diálogo con El País, el jerarca explicó cómo esta administración se manejó con el BID. A fines de abril, Cosse participó de la Cumbre de las Américas, en Estados Unidos, como presidenta de la Organización Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos. Como informó El País, allí mantuvo una reunión bilateral con Ilan Goldfajn, el presidente de la institución financiera internacional, donde conversaron sobre proyectos ya en curso en la capital.

Moncecchi contó que desde el 13 de mayo, cuando la intendenta de Montevideo pidió al Poder Ejecutivo que declarase una “situación de alerta” por la calidad del agua potable, han apelado a distintos organismos internacionales para conseguir financiamiento y así poder llevar adelante una batería de medidas paliativas. “Empezamos a hacerlo porque nos dimos cuenta de que la gente, sobre todo la más pobre, no iba a tener acceso al agua potable”, subrayó.

Además, detalló que todas estas gestiones se hicieron a través de la división de Relaciones Internacionales y Cooperación de la IMM. La apelación al BID se dio por escrito el 25 de mayo, con la firma de Cosse. A los seis días, aseguró la intendenta a los medios, la Presidencia del organismo dio luz verde a los equipos técnicos instalados en Uruguay para buscar mecanismos de cooperación.

Esa comunicación, sin embargo, no se ha hecho pública y Cosse señaló que fue directamente dirigida al equipo de trabajo instalado en el país, no a la comuna.

Moncecchi secundó la versión de la intendenta. “Se contactaron con nosotros técnicos del BID, con los cuales tenemos mucho contacto porque trabajamos en los proyectos de saneamiento urbano, (asegurando) que tenían la indicación del presidente (Goldfajn) de evaluar posibilidades para apoyar”, sostuvo.

El director de Desarrollo Ambiental indicó que, en el Palacio Municipal, asistió a la primera de varias reuniones junto a técnicos de la IMM.

Allí surgió la posibilidad de que la comuna solicitara un fondo no reembolsable y se conversó el potencial alcance que tendría, siempre teniendo en cuenta que dependían del aval del MEF, sostuvo.

Teniendo en cuenta que la donación podría ser hasta por US$ 100.000, la IMM resolvió que la destinaría a ampliar la población que en las policlínicas municipales puede acceder a agua embotellada gratis por prescripción médica. Específicamente, según Moncecchi, se apuntaría a beneficiar a las embarazadas, consideradas como población de riesgo.

“La cadena de distribución de agua embotellada está funcionando. Bajó el desabastecimiento. Nosotros estamos tratando de llegar a los que no pueden”, acotó.

Por su parte, desde el gobierno se insistió en evitar darle un uso político al tema. En ese sentido, Delgado había pedido “no hacer política chiquita en momentos tan sensibles para la gente”.