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Colegio Médico vota entre quejas y llamados a “boicot económico”

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Doctora votando en las elecciones del Colegio Médico. Foto: Archivo El País

ELECCIONES

Cuatro listas se enfrentan en las urnas tras una campaña beligerante, con críticas al precio de la cuota y a los salarios altos.

En un ambiente de suma tensión, hoy se celebran las elecciones del Colegio Médico. Cuatro listas se enfrentan en las urnas, pero para muchos es muy probable que pierdan todas. Porque por más que se elija a un presidente y a otras autoridades, las críticas son muchas y los médicos dan como un hecho que los votos anulados y en blanco serán la gran mayoría. En los pasados comicios fueron el 42%.

Que utilizan la plataforma para hacer política, que convirtieron el Colegio Médico en una “sucursal” del SMU, que recaudan demasiado, que los sueldos son muy altos, que financian cosas que no deberían, que no están encima de los conflictos de intereses (la cual sí debería ser su tarea esencial), que hay que llevar adelante un “boicot” y dejar de pagar la cuota. Todo esto, según pudo constatar El País, es tema de conversación desde hace semanas en varios chats de médicos.

Esta es su cuarta elección, pero parece una institución cargada de años y de posturas irreconciliables. Las plataformas electorales se fueron moviendo en los últimos meses, atendiendo así a una ola de reclamos que parece inquebrantable. Todos los candidatos, por eso, han coincidido en que un cambio de rumbo es imprescindible.

Y para que esto suceda es preciso que el Parlamento entre en el juego y se modifique la ley que permitió en 2009 su creación. Hay varios asuntos allí que no conforman al grueso de los médicos, entre otras cosas lo que tiene que ver con la cuota y lo que implica el no pago de ella.

Los que están.

Empecemos por la lista oficialista, la 4, la del actual presidente Blauco Rodríguez. El nuevo aspirante es Fernando Repetto, quien hoy se desempeña como secretario del Consejo de la Regional Sur de la entidad, además de ser subgerente del BSE. Es uno de los que aspira más enfáticamente a cambiar la ley fundacional.

“Hay tres cosas que deben ser modificadas de inmediato”, dice a El País. Y enumera: que el pago de la cuota deje de ser obligatorio, que se elimine el artículo que permite llevar la cuota al 0,5% de lo que gane cada médico, y bajarle el rango de ley al código de ética para que este pueda ser revisable.

Con los primeros dos puntos pega en el blanco de las principales críticas. En los hechos, pagar hoy no es obligatorio, pero lo que pasa es que a quien no lo hace el Colegio Médico no le entrega el certificado de registro, el cual algunas instituciones piden a los profesionales para contratarlos. Este es el caso de ASSE y varias mutualistas. El Hospital de Clínicas, en tanto, no lo solicita.

En cuanto a la cuota, protestas a nivel interno llevaron hace un tiempo a que esta bajara. Hoy pagan $ 540, antes eran $ 750. El Colegio, así, siendo que hay unos 15.000 médicos activos en Uruguay, tendría un ingreso de más de $ 8 millones mensuales, equivalentes a más de US$ 180.000.

Un joven habla con un médico en una consulta. Foto: Shutterstock
Un joven habla con un médico en una consulta. Foto: Shutterstock

La ley establece que se podría cobrar a los médicos hasta el 0,5% de sus retribuciones, que es lo que Repetto se compromete a modificar. Cuando Jorge Torres asumió la primera presidencia, en el período de 2012 a 2015, esto se quiso implementar, pero luego se descartó ante la presión de los médicos.

Los que estaban.

El candidato por la lista 3 es Óscar Cluzet, que cuenta con el apoyo de FEMI, del Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) y de Gremialismo Auténtico (uno de los grupos que perdió las elecciones en el SMU). Además, ya fue parte del Consejo Nacional del Colegio durante el período inaugural de Torres.

Repetto apunta contra Cluzet, advirtiendo que su grupo fue el que quiso cobrar el 0,5%. Este último, en tanto, se defiende advirtiendo que “en ningún momento se planteó eso” y sostiene, en declaraciones a El País, que “no está previsto, en caso de ganar, hacer un aumento”.

Para él la cuota es importante porque “es la única fuente legítima y legitimada” para la financiación de la organización. Pero la pregunta que muchos se hacen es, ¿qué hace la organización? En su página web se establece que “procura el mantenimiento y mejoría de la capacitación durante toda la vida profesional”, y además “vela para que el médico ejerza su profesión con dignidad e independencia para beneficio de usuarios y médicos”.

Cluzet dice que es preciso mantener la estructura, pero también es necesario incrementar los beneficios, como ser proveer de más cursos y “acompañar más cuando un médico es sometido a un juicio erróneo”. Repetto va un paso más allá, y advierte que incluso la entidad debería conseguir préstamos a bajo costo para la compra de casas o autos, beneficios en restaurantes y mayor acceso a cursos internacionales.

Los que desafían.

Hay dos listas que nunca ganaron en el Colegio Médico, y que hoy intentarán revertir esa situación. Se trata, en primer término, de la 7, que propone como presidenta a la oncóloga Lucía Delgado y cuenta con el apoyo de Fosalba, la agrupación que fue reelegida recientemente en el SMU.

Cada vez son más  las diferencias a la interna del SMU (entre las corrientes Fosalba y Juntos) por la relación con el gobierno. Foto: Archivo El País
Una mujer pasa caminando frente a la sede del Sindicato Médico del Uruguay. Foto: Archivo El País

Delgado no se anda con medias tintas. Para solucionar todo lo que tiene que ver con el dinero, lo que propone es que por seis meses se deje de cobrar la cuota, que en ese tiempo se haga un llamado a nivel interno para recibir todas las propuestas de cambios dentro de la estructura, y que durante ese lapso, además, se dejen de pagar los sueldos.

Es que la estructura salarial es otra de las causas de conflicto. Según la tabla de remuneraciones a la que accedió El País, el presidente gana mensualmente $ 142.344; el secretario, $ 118.619; los consejeros nacionales (que son siete), cobran $ 94.895; los consejeros de Montevideo (que son cinco), $ 55.810; los consejeros del interior (que son 20), $ 46.879; y los miembros del tribunal de ética (que son cinco), $ 94.895.

“La gente siente que paga y que no recibe lo suficiente, y eso obliga a rediscutirlo todo. La cuota debería ser menor. También hay que corregir otras situaciones, como que no se use al Colegio como un trampolín político”, dice Delgado.

El otro candidato es Daniel San Vicente, de larga trayectoria como opositor dentro del SMU, presentándose más de una vez como candidato a la presidencia del gremio. Su lista es la 1, la que en el pasado perteneció Ney Castillo, pero se desvinculó. El País intentó sin éxito comunicarse con San Vicente.

“Debería ser honorífico, pero hay cuarenta cargos rentados”

Un grupo de médicos independientes redactó un manifiesto de cara a las elecciones del Colegio Médico. El documento fue divulgado entre los profesionales el 1 de junio pasado y publicado en las Cartas al Director del Semanario Búsqueda la semana pasada, con la firma de los prestigiosos doctores Homero Bagnulo y José Luis Díaz Rossello. Allí se llama a no usar el Colegio como plataforma política, y por eso se pide prohibir por tres años este tipo de actividades a sus autoridades, y también bajar la cuota a $ 150, entre otras cuestiones.

“Ser directivo de un colegio profesional debería ser una función honorífica y hay 40 cargos rentados. Tampoco es razonable que si la ley te obliga a ser miembro no puedas votar porque no estás al día con la cuota, y que ni te entreguen el certificado de registro. Se atenta contra los derechos constitucionales al trabajo y la libre agremiación”, dijo Díaz a El País. Además, señaló que ahora está jubilado, pero que de todos modos nunca pagó la cuota. Y agregó que, en esta situación, luego de la elección, “lo que habría que hacer es un boicot y dejar de pagar” hasta que todo se solucione.

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