POSICIÓN

Coherente con lo que ha sido su posicionamiento al respecto, Cabildo Abierto ya tiene definido que no apoyará la eventual designación Jorge Díaz como ministro de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), una posibilidad que desde hace meses viene negociando el gobierno con el Frente Amplio.

“Cabildo Abierto nunca va a apoyar la designación de Díaz para la Suprema Corte de Justicia”, sentenció en entrevista con El País el senador y líder de los cabildantes, Guido Manini Ríos.

La negociación entre el oficialismo y la oposición, llevada adelante por los senadores Gustavo Penadés y Lucía Topolansky (respectivamente), se encuentra trancada desde hace un tiempo porque el nombre del actual fiscal de Corte como candidato para ocupar un cargo en el máximo órgano del Poder Judicial se enmarca dentro de un paquete más amplio de vacantes que llenar en otros organismos; entre ellos, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y la propia Fiscalía General de la Nación, para la cual el acuerdo político es fundamental porque la Constitución exige para la designación del fiscal de Corte una venia del Senado de tres quintos de los votos.

Todo esto implica una lista de nombres que ambas coaliciones no terminaron de analizar, pero el de Díaz es, en principio, uno de los que puede reunir consenso, al menos entre blancos y el FA. Cuando se lo eligió como titular del Ministerio Público, en 2012, fue con el acuerdo de todos los partidos; y su gestión al frente de la Fiscalía -cuyo mandato culminará en abril del año próximo- es vista con buenos ojos por gran parte del sistema político, a excepción, claro está, de los cabildantes.

Los liderados por Manini Ríos incluso pidieron en julio de 2020 al presidente Luis Lacalle Pou que destituyera al jerarca por disponer entonces una investigación administrativa contra una fiscal departamental.

Por parte del Partido Nacional, señalaron fuentes políticas a El País, se valora de Díaz no solamente su “éxito” y liderazgo en la implementación del nuevo Código del Proceso Penal, sino también una personalidad con características idóneas como para asumir como ministro de la Corte. Esa vacante, que se abrirá en octubre, será la última en el máximo órgano de la Justicia en el actual período y el gobierno aspira a designar a alguien de confianza ya que se entiende que la SCJ no tiene un funcionamiento interno ideal.