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Fue testigo de crimen, su nombre se filtró y ahora lo amenazan

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Barrio Manga. Foto: archivo El País.

POLICIALES

“Te vamos a matar a vos y a tu familia”, le gritaron desde un auto a policía, y contó que a la madrugada siguiente "había disparos contra la pared" de su casa.

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El nombre Mario Silvestre (no es real) nunca debía de haberse podido leer dentro de un expediente judicial que investigaba un homicidio de 2017.

Silvestre tenía información de lo que había pasado en una plaza del barrio Manga durante una noche de 2017 en que la Policía tuvo que intervenir, luego de que los vecinos llamaran para decir que habían escuchado varias detonaciones en la zona.

Lo que encontraron los efectivos esa noche fue a un joven de 19 años que había sido acribillado de unos doce disparos.

A la mañana siguiente, Silvestre se presentó en la base de la Zona Operacional III de la Jefatura de Policía de Montevideo y aportó la información que tenía para ayudar al esclarecimiento del crimen.

Ahí dijo que no tenía problema en decir lo que sabía, pero pidió que su identidad no se supiera porque conocía a los sospechosos del homicidio y temía que se pudieran generar represalias. Luego de eso, declaró en Fiscalía y volvió a pedir lo mismo.

Sin embargo, el nombre Mario Silvestre aparece en el expediente de ese crimen que terminó con el procesamiento de dos personas, según denunció.

En octubre de este año Silvestre comenzó a recibir amenazas. En el acta de la denuncia, a la cual accedió a El País, el hombre cuenta que participó en un procedimiento en el cual resultó con una persona fallecida. “Se me tomaron declaraciones en Investigaciones de la Zona III, como testigo reservado. Las personas involucradas (al homicidio) contrataron a un abogado defensor y el mismo, por razones que desconozco, accedió a mi declaración y a mi identidad”, expresó.

Luego de esto, dijo, comenzó a recibir amenazas de muerte. La primera llegó en forma de mensaje de texto.

Pero a las pocas horas de ese mensaje sucedió algo más grave. Un auto pasó cerca de su casa y cuando lo reconocieron le gritaron: “Te vamos a matar a vos y a toda tu familia”, contó Silvestre a El País. Luego agregó: “Después de eso, a la madrugada, escuché detonaciones de arma de fuego y cuando voy a mirar había disparos contra la pared de mi casa. Ahora pasan muchas motos y miran para acá, me están campaneando”.

La filtración.

El crimen sucedió la noche del 31 de enero de 2017. Un conocido de Silvestre fue hasta su casa a pedirle prestado el celular. Él accedió.

Al pasar las horas el hombre no volvió y él decidió salir a buscarlo por el barrio, pero no logró ubicarlo, relata. Es ahí que decidió escribirle un mensaje a través de una red social para ver qué había pasado.

El hombre le contestó que en ese momento no podía hablar. Pero más tarde, esa madrugada, su conocido se presentó en su casa y le devolvió el teléfono.

Cuando Silvestre se puso a mirar su celular vio mensajes que le llamaron la atención. Al otro día mientras miraba un informativo, dice, vio que en la plaza del barrio habían matado a un joven de 19 años de 12 disparos.

Enseguida notó que había una relación con los mensajes que habían salido de su celular y el crimen, expresa.

Fue así que decidió presentarse ante la Policía y ponerse a disposición para que la investigación pudiera avanzar.

Pero todo esto, afirma, quedó escrito en el expediente y llegó a las personas que ahora están recluidas en prisión por el homicidio. Por esa causa, asegura en su denuncia, comenzaron las amenazas.

Fuentes policiales indicaron a El País que la denuncia de Silvestre por las amenazas recibidas está siendo investigada por la Dirección de Hechos Complejos.

Silvestre es policía de profesión y decidió ponerse en contacto con la parte jurídica del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) y alertarlos de la situación

Fuentes del sindicato policial indicaron a El País que “se está estudiando el caso y que si el efectivo es afiliado contará con el respaldo legal del sindicato”.

El homicidio por el cual el policía declaró como testigo reservado ocurrió antes de que entrara en vigencia el Nuevo Código del Proceso Penal. Desde que este nuevo sistema se implementó, el 1° de noviembre de 2017, se incorporó la Unidad de Víctimas y Testigos.

Pero con el código viejo, explicaron fuentes judiciales a El País, ya existían los testigos protegidos, pero no estaba protocolizado como ahora.

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