SANTIAGO VÁZQUEZ

La Unidad de Santiago Vázquez (ex Comcar) sabe de requisas sorpresivas, no es algo extraño. Sin embargo, la que comenzó a sucederse ayer a partir de las seis de la mañana fue distinta, porque estuvo motivada por lo que pasó la semana pasada dentro del módulo 3, donde hubo dos asesinados y cinco heridos tras un ataque con fuego y cortes carcelarios.

Por este hecho y como forma de control de convivencia dentro del viejo Comcar, fue que unos 170 efectivos participaron ayer de un operativo para incautar elementos no autorizados “que perturban la convivencia de todas las personas”, explicó una fuente carcelaria a El País.

En la noche del pasado martes 12 de enero se dio un enfrentamiento entre dos celdas del sector 2B del módulo 3. Varios reclusos rompieron el candado de una de ellas y prendieron los colchones de la otra, en la que había siete presos. Así lograron entrar y los atacaron con “cortes”.

Este trágico hecho influyó, agregó la fuente, en que se realizara la requisa para incautar cortes carcelarios. La intervención de la Policía se realizó en dos módulos: el del trágico suceso, el 3, y el 11.

En donde tuvo lugar el doble homicidio se encuentran recluidos 539 personas, mientras que en el módulo 11 hay 691 reclusos. En todo el ex Comcar hay, al día de hoy, 3.612 personas privadas de libertad de un total de 13.103 dispersados en las 26 unidades carcelarias con las que cuenta el país.

Fueron 170 funcionarios, entre policías y operadores penitenciarios del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), de la Unidad de Investigación y Análisis Penitenciario, la Guardia Republicana, Policía Científica y Bomberos, los que participaron de la requisas en los dos módulos.

También participó la Unidad Aérea de la Policía Nacional con un helicóptero. Según explicaron fuentes carcelarias la aeronave lo que hace es estar alerta a todo inconveniente que pueda surgir. Muchas veces, agregaron, cuando los reclusos ven a los policías se intentan deshacer de cortes carcelarios y lo arrojan por la ventana, o intentan escaparse, y con el helicóptero esto puede divisarse. También se utilizó un drone.

A las 6:00 se formaron los tres anillos de seguridad para llevar adelante la requisa. El primero, el que entró a realizar las requisas a las celdas, estuvo compuesto por los funcionarios policiales del INR; el segundo, el que se encargó de estar dentro del módulo pero fuera de las celdas para brindar apoyo si fuera necesario, estuvo a cargo de funcionarios de la Guardia Republicana; y el tercero, que se ubicó fuera del predio carcelario, también lo integraron policías de la Republicana.

Los funcionarios penitenciarios, luego de cuatro horas de requisa dentro de las celdas, incautaron 585 “cortes”, 16 celulares, ocho gramos de pasta base y 45 litros de “escabio” (bebida fermentada creada por los reclusos). Según indicó una fuente carcelaria a El País la mayoría de los cortes carcelarios incautados fueron “lanzas”. Estos objetos son creados por los propios reclusos. Para ello utilizan un palo de escoba y con remeras o paños le atan un hierro a la punta. De esta manera, explicó la fuente, crean un arma que les permite atacar o defenderse manteniendo una distancia física con sus “enemigos”.

El director del INR, Luis Mendoza, que estuvo en el operativo, explicó a El País que el corte carcelario implica un “riesgo para la vida de los reclusos y también para los funcionarios que trabajan en la cárcel”. E indicó que lo sucedido una semana atrás dentro del módulo 3 “influyó” para que se realizara esta requisa, la tercera que se hace en el ex Comcar en la gestión del nuevo gobierno.

Mendoza detalló que las requisas una de las “patas” del trabajo que viene realizando el INR. Las otras, dijo, están enfocadas a la “salud mental de los reclusos” y a intentar “vencer las adicciones”.

El doble homicidio en el módulo 3 es investigado por la fiscal Mirta Morales, que tomará declaraciones a funcionarios y reclusos para esclarecer los hechos.