Redacción El País
Este lunes fue demolida la casa donde vivió en su juventud el triple homicida, Pablo Goncálvez, ubicada en el corazón de Carrasco.
La casona, ubicada en un punto valioso de Carrasco, entre las calles Alfredo Arocena y Lieja mantenía el estilo de la década de los 70. Tenía cinco dormitorios, un living comedor con una estufa, una cocina grande, un baño y garaje.
El lugar generaba temor a las personas mayores, ya que recordaban los crímenes. En ocasiones, vecinos llegaron a creer que vieron a Goncálvez en el living de la vivienda y así lo denunciaron a la Policía y medios de prensa.
La residencia, donde residió Goncálvez antes de ser condenado por tres homicidios estuvo en al menos dos ocasiones en venta. Recién en 2022 se vendió la casona. Este lunes fue demolida, según informó El Observador y corroboró El País.
Consultada por El País, la Inmobiliaria Foti encargada del negocio no quiso expresar si la vivienda será mantenida como tal o será utilizada para otros fines como comerciales, o derribada para otro uso.
Según confirmó la inmobiliaria a El País, la casa se había puesto a la venta a mediados de 2021, y también había sido ofrecida para alquilar. No era la primera vez que se intentaba su comercialización.
A 32 años desde que ocurrieron los crímenes, varias veces se puso a la venta y la mayor parte del tiempo ha permanecido cerrada con las persianas bajas.
Goncálvez estuvo 23 años en prisión. La Justicia lo declaró culpable por los homicidios de Ana Luisa Miller (1992), Andrea Castro (1992) y María Victoria Williams (1993). Por ese motivo, se lo reconoce como el primer asesino serial de la historia del Uruguay.
El 23 de junio de 2016, Goncálvez fue puesto en libertad en Uruguay luego de cumplir la condena más larga en la historia de nuestro país: 23 años (de 1993 a 2016). Para ese entonces ya tenía 46 años.
Un año más tarde, el 7 de junio de 2017, Goncálvez fue capturado en Paraguay; le encontraron una pistola con 21 proyectiles y nueve gramos de cocaína. Fue encarcelado por tenencia de armas y drogas. Dos años más tarde, en 2019, Goncálvez salió en libertad.